“Pensar que no hay madera en ningún otro lugar del universo, sólo en la Tierra, me hace sentir orgullosa de tenerla, de tocarla, de olerla y cuidarla"






PINOS Y CEDROS


Marité Ibarra

 

Así como el pelo es un valioso recurso natural no renovable, la madera también lo puede ser, y aunque una planta puede aportar madera con los años, nada está asegurado.

El ser humano es realmente favorecido por tener recursos naturales exquisitamente únicos, como el agua, minerales, distintos tipos de suelo y el aire mismo. Pero sólo nosotros poseemos lo que en el universo no hay, en el vasto universo no existe algo que sólo la Tierra produce y eso es; la madera.

Así es, la madera es tan peculiar y extravagante que ningún otro planeta tiene las condiciones suficientes para que pueda crecer un árbol. Hay una serie de requisitos complejos que sólo nuestro ecosistema tiene, y la Tierra proporciona precisamente esos escenarios difíciles de reunir.

Podrás encontrar diamantes en el cosmos, incluso en forma de lluvia, pero nunca verás madera. Como la madera es un recurso orgánico, sacado de un ser vivo, ésta nos recuerda que somos muy afortunados de vivir y de pertenecer a un planeta lleno de vida, nuestra amada Tierra. La madera es un material exclusivo de nuestro planeta, realmente resulta fascinante pensar en ello, además, la madera es elegante, sofisticada, y despide una fragancia auténtica.

¿A quién no le gustan los árboles? Hay una gran variedad de ellos, por ejemplo, pensemos en los pinos. Ver los pinos es un magnifico deleite y olerlos proporciona una sensación hermosa que nos conecta de forma automática con la naturaleza. Nos sentimos cómodos con ellos, estar en un bosque lleno de coníferas es un privilegio. El pino nos ofrece algo que comer: los piñones son un deleite, sobre todo la nieve de piñón. De esta forma, podemos ver cómo el pino es un árbol hermoso y lleno de cualidades.

¿Y qué podemos decir de los cedros? El cedro despide un aroma muy agradable, su madera es de gran calidad y resistencia, el árbol mismo representa poder e incorruptibilidad. Con sus distintas tonalidades de color en sus maderas hace que sea un árbol codiciado, sus características son únicas y tradicionales. Los cedros del Líbano, árboles de excelente madera, emblemático en grandeza y nobleza que numerosos pueblos usaron, recurriendo a su madera y resina, para preservar y resguardar sus preciados tesoros.

Estos dos son sólo unos ejemplos de lo maravillosos que son los árboles y todo lo que representan, nos ofrecen todo de ellos, incluso, su esencia misma, que es la preciada madera. Pero hay una gran variedad de árboles de todo tipo y con distintas características y talentos, realmente somos dichosos por tenerlos en nuestro entorno y beneficiarnos de ellos; y como los árboles viven más que nosotros, son testigos mudos del tiempo, ejemplo de ello son las Secuoyas y los Cipreses, a su vez cada árbol tiene historia propia.

La madera tiene características muy peculiares, ya que una vez cortada ésta sigue teniendo cambios, por ejemplo, cambia de color, se puede expandir o contraer, se adapta a su nuevo estado, es absorbente y se puede ajustar al ambiente circundante. La madera tiene distintas formas y ninguna es igual, cada madera es irrepetible, por sus marcas, texturas, vetas, no necesita ser perfecta para ser valiosa, y sólo los profesionales la entienden y la trabajan con respeto y dignidad, ya que trabajar con madera requiere de un verdadero acto de conciencia. Los artesanos hacen grandes obras de arte con este valioso material, desde complejas técnicas y el uso de herramienta innovadora, hasta ver los acabados perfectos que le dan soporte y elegancia a una pieza digna de la madera.

Pensar en el hecho de que no hay madera en ningún otro lugar del universo, sólo en la Tierra, me hace sentir orgullosa de tenerla, de tocarla, de olerla y cuidarla, sin embargo, paradójicamente, somos nosotros mismos quienes también la amenazamos hasta la muerte.

Así que la próxima vez que tengas contacto directo con la madera piensa en que este recurso puede acabarse y que esto produciría un desequilibrio mortal para todos los seres vivos. No olvides que al tener madera en nuestra casa estamos teniendo un fragmento del planeta tan único, una obra maestra donde hay historia y tiempo de por medio, con raíces fuertes y poderosas que se aferran a la vida. También piensa que es el material natural más raro que cualquier otra cosa, es tan auténtica y terrestre como la personalidad de cada quien.

Comentarios

Marité, no es raro que nos sorprendas con los temas de tus relatos, pero éste es interesante porque la madera es tan usual y tan necesaria que se torna tan común que no le damos la atención ni la importancia ni el cuidado que se merece. Hay ciudades que se construyen con madera, hay regiones que se alimentan cocinando con madera, hay muebles en todas las casas con madera y hay, gracias a Dios, miles y miles de árboles que nos permiten respirar. Y todo viene de la madera fresca que son los árboles que, también, refrescan nuestro planeta.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Marité Ibarra dijo…
Buenos días a todos en esta mañana opaca y sin brillo, pero me siento contenta después de ver mi texto publicado en el Blog!! Me siento orgullosa de pertenecer a este circulo lecto-escritor y ver mis textos salir a la luz me llena de alegría y emoción.
Gracias maestro Frías por su comentario y por estar para nosotros!!
Realmente la madera es tan singular y valorada, algo precioso que debemos cuidar!!!
Le mando un fuerte abrazo virtual!!
GILBERTO MORENO dijo…
Estimada amiga Marité, con este bello relato sobre la madera, sus cualidades, de donde proviene, su autenticidad, los usos, un sin fin de cualidades que tiene, me hiciste que me remontara a mi rancho en la sierra de Durango, cuando mi abuelo nos llevaba a cortar leña para la hornilla, Él sabía perfectamente que tipo de árbol o tronco y en qué momento había que cortar. Desgraciadamente la ambición de muchas empresas madereras hace uso indiscriminado de este recurso, que han acabado con millones de kilómetros de bosques y selvas, y no solo acaban con el recurso maderal, sino con el hábitat de miles de especies, incluyendo al hombre.
Te mando un gran abrazo amiga, no seguimos leyendo. Tu amigo, Gilberto Moreno.
Marité Ibarra dijo…
Amigo Gilberto, qué bonitos recuerdos tienes de tu abuelo, pero qué cierto es que los bosques o las arboledas se queden sin árboles, ya que la tala indiscriminada no tiene fin ni conciencia.
Muchas gracias amigo parrandero literario por leer mis textos y comentarlos!!!
Te mando un fuerte abrazo virtual!!!
Seguimos en contacto!!!
Interesante texto nos ofreces hoy mi estimada compañera de parrada literaria Marité. Al leerlo, lo primero que se me vino a la mente fue Surutato, porque he dormido tres o cuatro vences en el Centro de estudios Justo Sierra en medio de los pinos. Al levantarte y caminar entre ellos tu olfato percibe un olor muy agradable que emana de estos árboles. También me gusta trabajar la madera y aunque no tengo muchas nociones de carpintería he elaborado mesas, bancas bancos, y hasta una silla plegable que no me quedó muy bien. Todo al estilo rústico. pero es un oficio que me atrae, aunque no tenga tiempo de practicarlo. Saludos afectuosos hasta Guamúchil Sinaloa.
Marité Ibarra dijo…
Estimado amigo Zañudo, muchas gracias por leer y comentar!! No sabía que te gustaba trabajar con la madera, hacerlo es realmente un privilegio que se debe valorar, pues somos muy privilegiados de tener madera con nosotros.
Y los bosques en Surutato son muy agradables y es un deleite ver los paisajes.
Gracias por comentar!! Te mando grandes saludos hasta Culiacán City!!!

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