Entradas

Mostrando las entradas de mayo, 2025
Imagen
“Eras más que carne o tiempo /  eras el idioma que inventó el amor /  para hacerse eterno”   DONDE DUERME MI AMOR   Rogelio Humberto Elizalde Beltrán   Tu nombre aún respira como un viento que no cesa en los pasillos de mi sangre No estás pero en cada rincón del aire tu ausencia florece como un árbol que da sombra sin raíz Fuiste la única brújula que señalaba hacia dentro de mi donde no sabía que también había luz Ahora, te busco en lo que no suena en la pausa entre las campanas en el borde de una lágrima que no cae Eras más que carne o tiempo eras el idioma que inventó el amor para hacerse eterno y aunque el cuerpo se haya rendido como la luna en la mañana sigo hablando contigo en el idioma de las cosas que no mueren Porque en algún rincón sin relojes todavía me sueñas y yo te vivo.
Imagen
“Sus zapatos eran de charol reluciente /  parecían luces de semáforos parpadeantes /  Ella era normal, menos sus llamativos zapatos rojos”   ZAPATOS ROJOS   Marité Ibarra   Ella era una niña… y siempre usaba zapatos rojos. Así resaltaba de las demás niñas que su calzado era negro y opaco, pero ella era diferente, ella tenía color, un color de fresa y sandía. Sus zapatos eran bellos y sus pies de leche también. Así me enamoré de esa niña de zapatos rojos cuando yo también era niño. Sus zapatos eran de charol reluciente, parecían luces de semáforos parpadeantes. Ella era normal, menos sus llamativos zapatos rojos. Era bella como un curioso mirasol que sigue al sol en lo alto de los cielos. En el recreo parecía brincar como cervatillo, siempre inquieta y hablantina, despeinada y desfajada, saltando de un lugar a otro, de un columpio a otro, con esos zapatos rojos que me tenían todo encandilado. Pero un día inesperadamente ella ...
Imagen
“El precio de tu olvido es humo  de brasa ardiente  que al paso de tiempo  se convirtió en ceniza”   EL PRECIO DE TU OLVIDO   Rogelio Humberto Elizalde Beltrán   Tu voz, perdida como eco en la montaña es también el último pétalo que el viento arranca de una rosa seca No se oye su caída sólo el hueco que deja el aire entre tus manos. Mis recuerdos de ti son luces de un pueblo lejano que poco a poco se apagan al amanecer. Y yo una playa donde la marea se ha llevado el último grano de arena que pisó tu huella. Sólo queda el silencio que se clava como herida mortal Es el temblor de la copa justo antes de hacerse añicos. El precio de tu olvido es humo de brasa ardiente que al paso de tiempo se convirtió en ceniza.
Imagen
“Quería entenderlo, pero no pensaba quedármelo. ¿Cruel? Tal vez. Pero ésa era mi verdad. Yo lo sabía. Él no. Y ése fue el problema”   LA CAZADORA DE AVES   Miriam Yoselín Espinoza Félix Estaba recostada sobre mi cama cuando lo vi por primera vez. Posado sobre una rama, al otro lado de la ventana, un pájaro azul me observaba. No cantaba, no volaba, sólo estaba ahí, viéndome fijamente. Me fue imposible no advertir su mirada penetrante. Y claro que me llenó de intriga: ¿por qué me ve tanto? ¿Estará buscando algo? Pasaron unos segundos y se fue volando. Tan misterioso como llegó, desapareció de un segundo a otro. Pero no acabó ahí. En los días siguientes, el pájaro regresó, siempre a la misma hora. Esa parecía ser su nueva rutina: llegaba, me miraba un rato y se iba. Con el tiempo, comencé a topármelo en más lugares. Nuestras miradas se cruzaban por momentos, pero no creía que me estuviera siguiendo. Sólo coincidíamos. Pasó el tiempo. Él me seguía mirando y mi nueva in...
Imagen
“Cosas de la vida Mariana, cantaba el buen Alberto Cortez"                                       LA METAMORFOSIS Adán Lorenzo Apodaca Félix Entraron trabajosamente al restaurant, unos minutos antes, al bajarse del automóvil, las dos mujeres se coordinaron esfuerzos para sostenerlo casi en peso, las féminas eran una señora mayor y otra de mediana edad, por momentos parecía que se escapaba de los brazos femeninos que difícilmente lo aprehendían. Trastabilló unos pasos por la banqueta, siempre asido por los brazos de la señora como de setenta años, su esposa supongo, y una mujer de aproximadamente cincuenta, su hija, también lo supongo, esas suposiciones son generadas porque nunca se habían visto por esos rumbos de la ciudad. Decíamos que entraron trabajosamente al restaurant, se batalló un poco para entreabrir la puerta y que por ahí pudiera penetrar la débil figura del protagonista p...
Imagen
“No sé si me volví escritora, pero volví a escribir. Y eso para mí, ya es un montón” CRÓNICA EMOCIONAL (Y UN POCO RIDÍCULA) DE UN TALLER QUE NO SABÍA QUE NECESITABA   Mía Camila Payán Angulo Yo no venía a este taller con grandes ilusiones. La verdad, ni me acuerdo bien por qué me metí. Capaz pensé que sería fácil, o que con suerte nos dejarían ver películas y hablar de libros que nadie ha leído, pero todos fingen conocer. Plot twist: no. Resulta que sí teníamos que escribir. Desde el primer día. Y no con instrucciones tipo “escribe sobre la soledad profunda de tu alma”. No. Más bien eran ejercicios raros, libres, medio absurdos a veces, y justamente por eso… divertidos. La escritura fluía como quería. Sin mucha estructura, sin miedo a equivocarme, sin la presión de sonar inteligente o profunda. Solo escribir por escribir. Y eso, aunque suene fácil, al principio me sacaba de onda. ¿Cómo que puedo poner lo que sea? ¿Y si solo escribo puras tonterías? Bueno, las escribí. Y me reí. Y n...
Imagen
“En ocasiones me he preguntado qué será de mí en unos años, la típica pregunta que se nos hace en la familia o en la escuela ¿cómo nos vemos en 5 o 10 años?”   QUERIDA YO… Diana Paola Aguirre Moreno   Siempre nos ponemos a pensar en el pasado, como fue que sucedió, porque pasó aquello, que pasaría si todo hubiera sido distinto, cosas que quisiéramos haber hecho distintas, bueno, un sin fin de cuestionamientos. El pasado es eso, es lo que fue, sin cambios; es decir, no lo podemos cambiar, “pasado pisado” como dicen coloquialmente, sin mencionar que lo que vivimos es lo que nos hace quienes somos ahora en el presente, las decisiones que tomamos, sean de la manera que sean, es lo que nos conforma; aunque aclaro que el pasado no define nuestra persona en su totalidad, somos nosotros quienes decidimos que hacer o cómo reaccionar ante distintos contextos. Pero bueno, dejando de lado el pasado, en varias ocasiones me he preguntado qué será de mí en unos años, o simplemente ...
Imagen
“La muerte, esa palabra impaciente /  no ha podido apagarte /  solo te hizo más sutil”   AMOR DEL ALMA   Rogelio Humberto Elizalde Beltrán   Te vi anoche no con los ojos sino con esa parte del pecho que aún sabe reconocer los milagros Te deslizabas entre los hilos del sueño como una luciérnaga que no ha olvidado cómo se enciende la ternura La muerte, esa palabra impaciente no ha podido apagarte solo te hizo más sutil Ahora eres la brisa que inclina los girasoles cuando nadie te mira la música que calla justo antes del estribillo Habitas el silencio con tanta elegancia que uno se pregunta si alguna vez fuiste del todo carne Te nombro y las piedras giran la cabeza como si reconocieran al pájaro que les enseñó a ser firmes sin perder el cielo Tú no te fuiste sencillamente aprendiste a vivir en el otro costado del aire y yo aprendo a amarte así sin piel, sin tiempo pero con toda el alma despierta .
Imagen
“Roque era parejo con todas, nunca despreció a ninguna mujer sea joven o vieja, bonita o fea, siendo mujer él le entraba, no había limitaciones, todas tenían oportunidad con él”   EL HOMBRE QUE BAILABA ZUMBA   Marité Ibarra   Su nombre era Roque, era un hombre alto, fornido, hombros anchos, piernas torneadas, barba cerrada, cabello negro, ondulado y bien cuidado, ojos grandes con pestañas largas, era un buen mozo en apariencia tanto de lejos como de cerca, pero resultó ser un joven muyyy afeminado, con movimientos quebrados muy marcados, parecía tan varonil pero no lo era tanto, ya que su forma de hablar, de moverse y de vestirse lo delataban y lo hacían ver como una gran mariposa de barrio. Usaba ropa muy colorida y peculiar, siempre traía bandas en la cabeza y en las muñecas, además se ponía unas pañoletas floreadas en el cuello que combinaran bien con su atuendo ochentero, el cual consistía en playeras cortas amarradas de enfrente y unos shorts de licra ajustadísimos q...
Imagen
“Te pienso, como se piensa una palabra /  que aún no existe /  pero que ya ardía en mi lengua /  cuando me hablabas”   EL IDIOMA QUE APRENDÍA AL MIRARTE   Rogelio Humberto Elizalde Beltrán   Tu voz, era ese tren que no usa rieles pero llega siempre a tiempo a la estación de mi pecho Tus ojos, dos relojes sin manecillas que detienen el tiempo en cada parpadeo Te pienso, como se piensa una palabra que aún no existe pero que ya ardía en mi lengua cuando me hablabas El silencio se enciende como una llama que quema el corazón Eres la única lluvia que no moja pero germina en mis recuerdos y aunque te has marchado ya llevarás contigo el eco de mi sed.  
Imagen
“¿Me amarías si vieras mis grietas, esas que escondo cuando sonrío?” ¿ME AMARÍAS?     Briana Sarahí Velarde Martínez   Ámame con intensidad. Siente, porque también fuiste hecho para sentir. No buscó la indiferencia y tú, tampoco lo sé. No necesito que tu corazón tenga una coraza siempre. Ámame sin miedo, porque te aseguro que será correspondido. Se tan cursi como te nazca serlo, porque de ahí vengo. Porque nací para amar con intensidad y para ser amada del mismo modo. Y si voy a hacerlo, que sea por ti. Responde: ¿Me amarías? Aunque solo desnudara mi alma. ¿Me amarías? Aunque solo existiera un sofá para charlas profundas y horas de locuras. ¿Me amarías? Aunque no siempre pueda ser quien te escuche, si no quien por una vez pida ser a quien escuchen. ¿Me amarías si no existiesen los favores? A veces, odio sentir, odio pensar, odio entregar, pero tal vez, odiaría mas no ser yo. Pues, ¿Quién sería yo? ¿Me amarías? Si dejará de insistir....