“La ansiedad titubeó antes de responder: “sólo trato de protegerte, de prepararte para lo peor”



 



¡HOLA, SOY TU ANSIEDAD!

 

Adamary Carolina López Rodríguez

 

 Era un día soleado como cualquier otro, mientras caminaba por el parque cuando la ansiedad susurró a mi oído: “¿Y si algo sale mal?”. Sus palabras tan simples, pero tan atemorizantes, se entrelazaron con el murmullo del viento, creando una sinfonía de preocupaciones.

Traté de ignorarla, pero su presencia era persistente, convirtiéndose en una sombra que oscurecía mi tranquilidad.

Mientras me sentaba en un banco, la ansiedad se intensificó, mis manos sudaban, mi pecho se comprimía. Yo sabía y reconocía dicha sensación, sin embargo, su presencia sobre mí parecía ser más fuerte que cualquier otra cosa. Ella susurró de nuevo “¿Y si no eres suficiente?”. Mis pensamientos comentaron a girar en espiral, atrapados en un torbellino de miedos y dudas. Intenté respirar profundo, pero la ansiedad tejía su tela alrededor de mi mente como acto de cobardía.

Caminé hacia el estanque en búsqueda de calma, sin embargo, la ansiedad persistía. “¿Qué pensarán los demás de ti?”, susurró con insistencia y notable burla en sus meticulosas palabras. Cada paso que daba se volvía más pesado, como si llevase el peso de un mundo de expectativas. Me senté junto al agua, admirando ver cómo las ondas reflejaban mis propias inquietudes.

En ese momento, decidí confrontar a la ansiedad. “¿por qué siempre estás aquí?”, pregunté con voz baja. La ansiedad titubeó antes de responder: “sólo trato de protegerte, de prepararte para lo peor. Reflexioné sobre sus palabras y le dije: “Pero a veces necesito espacio para crecer y confiar en que las cosas saldrán bien”.

La ansiedad poco a poco se desvaneció, como una niebla disipándose. A medida que el sol brillaba nuevamente, sentí una ligereza en mi pecho. Aunque la ansiedad no había desaparecido por completo, aprendí a coexistir con ella reconociendo que era parte de mí, pero la única narradora de mi propia historia.

 

Comentarios

Adamary, la Ansiedad es una Pandemia Silenciosa que ataca por dentro de las personas y adentro de los hogares; pero también llega a las aulas, a los centros de trabajo y en el andar por las calles. Es un Fantasma letal que recorre todo el mundo. Y Sinaloa no es la excepción, sin embargo, las Instituciones Educativas, los Intelectuales y los Académicos, parecemos no percatarnos de lo grave del problema y estamos inmersos en que los alumnos obtengan “buenas calificaciones” y los Programas sean “acreditados”; entre tanto, las personas se deshacen en angustias silenciosas que gritan y claman por el auxilio que no les llega de ninguno de nosotros.

Gracias por este llamado desde el Taller de Redacción Libre y Creativa, Mtro. José Manuel Frías Sarmiento
Estamos en un mundo donde la ansiedad se manifiesta de diferentes formas y cada día va en aumento, la desesperación nos atrapa, la mente nos juega muchas pasadas, somos presa fácil por las formas rápidas del vivir.

Gracias Adamary por compartir

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