“La popularidad de las reformas sólo dura lo que el gobierno que las propone esté en el poder. Y no es casualidad, porque es un pensamiento político mas no educativo”;
LA EDUCACIÓN COMO UN PILAR
Wendy Kareli Araujo Mitre
La Escuela, desde
luego, es el pilar de todas las carreras, es la cuna de la educación de todas
las personas, ya sea de una manera social como epistemológica; es donde se debe
de generar alumnos que como dijo Rubén Rocha, deben tener pertenencia de la educación
para así lograr el desarrollo de la sociedad; es donde los futuros
profesionistas de todas las carreras inician y continúan su educación.
Pero cuando se
trata de educación superior, enfocada en ámbitos de educación, la cosa cambia, porque
lo que la sociedad adjudica a estos estudiantes universitarios son adjetivos
que demeritan el trabajo y el logro que conlleva estar en un ámbito de tanta
responsabilidad y carga de trabajo; y, además, sin el sueldo y el reconocimiento
social adecuado, que les permita llevar su carga sin ningún tipo de
remuneración o sin el apoyo que todo ser humano necesita para estar sano y trabajar con entusiasmo y productividad.
La capacitación de
los maestros juega un rol imprescindible para cada nivel educativo, alguno más
que otro, pues están en juego las capacidades de desarrollo cognitivas o
herramientas socioemocionales o dificultades y barreras para el aprendizaje en
alumno; pero no se puede negar que, aunque algunos niveles sean más relevantes
en la vida de un ser humano, todas son relevantes. Y es por eso que los
maestros tienen que estar preparados, no sólo son personas que van a dictar un
texto y a explicar de manera lineal, plana y aburrida un par de conceptos, que
al final acabarán por dejar las mismas dudas existenciales que irán a mal
resolver en internet o con un extraño, que bien y poco. sabe del tema. Son
personas que están ahí para formar a sus alumnos, para ser un pilar de esas
personas en desarrollo que representan el ámbito en el que se desenvuelve la educación.
Una mala
capacitación puede derivar en consecuencias irrecuperables en muchos casos,
cuántos alumnos de hoy en día no son el perfecto ejemplo de la mala
capacitación de un docente, no se permiten hablar y mucho menos opinar, les es
un esfuerzo continuo el expresar en pensamiento crítico y ni se diga en
plasmarlo; no se les permitió tener una voz y ahora se sufre de estas
consecuencias que sin querer, o quizás para algunos con toda la intención,
generó miembros de la sociedad pasivos, con poca inteligencia social y/o
emocional; por ende, es un punto que se debe destacar y hacer hincapié, pero
esto no me parece que sea lo único relevante.
La cuestión de la
actualización de los maestros y la constante inclusión que se procura tener en
las aulas, marca un parteaguas de las antiguas generaciones en la educación y
de lo que es educación para los estudiantes del hoy; es una forma de decir
marcadamente que se reconocen más derechos estudiantiles y que somos más
tomados en cuenta. El problema surge cuando el gobierno cambia y no obtenemos
continuidad; entonces no hay un seguimiento de reforma que genere un impacto
social, y mucho menos educativo, que permita que podamos hacer la transición
completa y pasar de sólo el ideal de calidad educativa a realizarla y hacerla
realidad. No se permite continuar con lo que los alumnos desde siempre han
necesitado y apenas están obteniendo; y para colmo, a medias y mal hecho. Lo
cual es molesto porque promesas vacías son promesas sin valor y fundamento. “Y
es aún más complicado y violento porque se trata de nuestra educación, nuestro
pilar, el que nos rige desde pequeños hasta nuestra vida adulta y nos debería
preparar para la vida”, mientras que respete nuestra autonomía y derechos como
seres humanos conscientes y pensantes.
La popularidad de
las reformas sólo dura lo que el gobierno que las propone esté en el poder. Y no
es casualidad, porque es un pensamiento político mas no educativo; eso es
completamente ilógico, suena como si estuviéramos poniendo a un médico general
a operar un paciente en estado crítico, tiene conocimientos base, pero su
enfoque no está en lo que el paciente requiere para vivir; por lo tanto, su
trabajo no va a ser desempeñado con éxito y el propósito principal de esa
operación, que es salvarle la vida a la persona, no será cumplida.
Es lo mismo con la
educación, sólo que en este caso se trata de miles y miles de personas sujetas
a estos regimientos educativos que sólo piensan en política y no en el bien de
los estudiantes; entonces, ya no estamos hablando de inclusión ni de mejorar la
calidad educativa ni de muchas cosas más como la capacitación, estamos hablando
de un interés político para mejorar la imagen social, pues muchos vemos que en
las aulas de México, en la mayoría de casos, se toma muy poco en cuenta las
palabras escritas en un simple papel o en las palabras de un político, al que
sabemos no le importamos y no nos hace en su mundo, porque no tiene por qué. Ahí
es donde la acción es entorpecida.
El pilar flaquea,
de nuevo, un pilar que debería de ser fuerte, tener bases claras, ahora se
encuentra en una incógnita, lo cual a este punto, para los estudiantes con los
ojos abiertos, es desesperante; porque esto ya no se trata de si podría o no
ser esto o aquello, la educación a pesar de siempre tener que estar en
evolución, para este momento donde nuestros derechos como seres humanos es más
claro, es un deber procurar la máxima calidad, ya sea en una institución
pública o privada. El problema también se encuentra en que hay ciertas contradicciones
o huecos, porque para que lo que la
reforma educativa presenta sea coherente primero se debe cuestionar la
cuestión social y es así como se logra el éxito de convertirlo en una cuestión
constitucional.
El problema de
todo en esta vida es la acción, lo vemos desde ejemplos más cotidianos como con
tu vecino por temas ridículos que sólo alimentan la chismosearía, algo gracioso
hasta cierto punto, pero cuando vemos que esto se aplica a la educación ya no
es tan divertido; el pilar no está hecho de mármol, sino de barro cochino que
tenemos que arreglar constantemente, y no limpiar y sacudir como haríamos con
el mármol; tenemos que empezar de nuevo, tomando más lodo y construir lo mismo
para arreglarlo después que vuelva a llover; no es roca, es lodo sobre lo que
estamos confiando y basándonos. Es un “pilar” efímero, poco confiable.
Sólo nos queda
confiar en las habilidades de los maestros que nos toquen, que no sean
tradicionalistas, que no sean retrogradas, que no sean misóginos, que no sean
agresores, que no sean poco didácticos, que no piensen que con sangre la letra
entra, que no sean anticuados en el mal sentido de la palabra, que enseñen y
que no dicten, que nos permitan explorar nuestro potencial; pero… ¿estamos en
un punto donde debemos sólo “confiar? No, carajo.
La educación no
debería estar envuelta en incertidumbre. ¿Estamos satisfechos con una vida
mediocre? ¿Tenemos que mentir para tener éxito? ¿Por qué es todo tan fugaz? Se
sigue fallando en este ámbito tan importante. Y lo más deprimente de esta
situación es que, por más que intentemos abrirle los ojos a los demás sabiendo
que también nosotros tenemos camino que recorrer, somos ignorados, somos los
exagerados de la sociedad porque te responden: “Así debe de ser” o “Así es el
gobierno”, o lo que más me enoja: “Acostúmbrate, así es siempre, no puedes
ganarles” ¿Por qué? ¿Por qué si sabes que está siendo destruido, violentado y
vulnerado los dejas hacerlo aun cuando puedes hacer acciones para cambiarlo?
Educarse es la
mejor opción, pese a la reforma que te toque enfrentar, tu tarea como miembro
de la sociedad es educarte y respetar a la sociedad y sus derechos por simple
cuestión lógica para que mañana, cuando estés en el abismo no te digan “Así es
el gobierno” y te lo creas todo, aun sabiendo que contribuiste a destruir el
pilar más importante de esta sociedad.
Comentarios
Wendy, cada vez me convenzo más de la oportunidad que la Educación conlleva cuando hay Maestros que propician en Pensamiento Libre y lateral, en una relación dialógica que propicia un Aprendizaje Constructivo y, en ocasiones, necesariamente disruptivo de la anquilosante monotonía de no pensar fuera del cajón y negarse a dar el salto intelectual que la Sociedad les reclama a gritos.
Felicitaciones. José Manuel Frías Sarmiento