“El aprendizaje, está claro, casi nunca ocurre en el interior del recinto sagrado que es el aula escolar”
A
veces sí, a veces no, Dialogo en la Red
*
Dr. Luis Enrique Alcántar Valenzuela. Abril 2022
De un de repente,
las piezas mecánicas del rodar lento en el recuerdo empezaron a desmoronarse
hacia atrás. Al modo, de las dependencias/independencias, con las que a veces
juegan el complejo cerebro/mente/cuerpo; sin pedir permiso alguno a los
portadores homo sapiens demens. Las
micro piezas amorfas, iniciaron sus micras interacciones neurológicas. En el
plano macro. En la física plana de Newton, este desmoronamiento se asemeja a
ese juego de alinear centenares de fichas del juego de dominó, que caerán en
cadena energética, con un simple y minúsculo toque maestro.
Tal como se van
tocando, en ese alineamiento, las fichas del juego de dominó, pero en sentido
inverso, así empezaron a fluir los recuerdos. Mientras las fichas de dominó
caen hacia adelante-futuro, rasgando siempre el presente efímero; en tanto las
piezas de los recuerdos caen hacia atrás-pasado, rasgando el presente volátil.
Sólo fue cuestión de segundos, para que esa lenta e intrincada red neuronal,
avispara e imaginara las formas simbólicas que significarían las palabras
leídas en aquella luminosa pantalla del móvil.
No lo podía creer,
lo que en ese momento me pasaba. Porque a veces la enseñanza, las
orientaciones, los intentos por asesorar y discutir con jóvenes lechosos y
energéticos. Parece ser que, en el mismo momento y pasados los días, son
siembras en el desierto. A veces, consideras, que, en efecto, las palabras
cargadas de mensajes pedagógicos edificantes, parece que silban o sólo
acarician y coquetean con el viento que las recibe, observa y en segundos les
ve morir. Esas instantáneas de la oralidad-simbólica humana, mueren
inevitablemente. A los jóvenes, en apariencia, por un poro de la nariz le
entran los sonidos y por el otro poro le brotan, sin haber integrado los signos
comunicantes.
Las vidas
cotidianas de los individuos, en su contacto social con las demás personas,
mediado estos múltiples contactos, por las instituciones sociales; como, por
ejemplo: la escuela, un bar cantante, o un raite. Las formas en que
significarán y comunicarán a los seres particulares son impredecibles en lo que
finalmente anidarán y significarán en la mente/pensamiento de esas personas o del
individuo como tal. Nadie lo sabe. Por eso el magistral/sabio aforismo
“sorpresas te da la vida”.
Esa noche. Típica
noche pesada, sin sabor a nada. Embrutecido, no por el alcohol; sino por las
formas híper modernas de los contenidos veloces de las En Redes/os Sociales.
Tomé una rara pausa, di clic a la mensajería instantánea del CaraLibro. Noté
algo raro. Por lo regular, por mi autismo social, no recibo ni diez mensajes al
día. Descontando de ésos, los mensajes amenazantes de las parvadas posmodernas
de cobradores de deudas, ahora online
en el modelo 7/24. El caso es que me quedan unos 5 mensajes. Esa cantidad, me
resultó extraña. De inmediato, caso raro en mí. Me concentré, leí y fue cuando
se generó el hermoso toqueteo y sacudida de las piezas de mis recuerdos. Atendí
de inmediato cada uno de los mensajes…
El siguiente fue
el pequeño diálogo en la red. Es decir, a veces sí; a veces no: dialogo en la
red. Bajo ese manto de significados producidos, fue en donde se colapsó, se
hizo añicos esa creencia que reza así: “…de que a los jóvenes por un oído les
entra la información proporcionada y por otro oído les sale la misma
información”. En un grupo escolar, si a un joven, le llega 15 años después un
reacomodo de información, un desequilibrio cognitivo para aprender, pues hay
que celebrarlo no. El aprendizaje, está claro, casi nunca ocurre en el interior
del recinto sagrado que es el aula escolar. Empiezo.
Cito textual:
Emilio: “Hola profe
espero se encuentren bien. Se ve muy bien lleno de vida. Me da gusto. Saber que
está muy sano, fuerte y feliz. Siempre lo admiré mucho a mis 20 años. Es usted un ejemplo para mí. Tanto como
persona, como docente siempre lo recuerdo como mi gran maestro. Aprendí mucho
de usted, y ahora con las redes sociales me da gusto saber que sigue siendo
coherente. Me pesa mucho no haber aprovechado ser su alumno en ese momento. Y
ahora a los 36 años quisiera haber sido su alumno otra vez. Para aprender más
de usted. Es una gran persona, ojalá y algún día pudiera saludarlo en persona. En
los últimos 13 años solo he ido 2 veces a París y de entrada por salida. Algún
día lo buscaré. Sale saludos.”
Rousseau: Hola, buenas
noches ¿En qué generación estuviste?
Emilio: En la 2003/2007.
Rousseau: ¿En qué
especialidad?
Emilio: español. Soy
Emilio.
Rousseau: Ya.
Emilio: De la región de
los pirineos, cerca del Fuerte francés. Estuve con Diderot y Voltaire en el
grupo escolar.
Rousseau:
Ya te ubiqué Emilio. Ya te ubiqué.
Qué bien Emilio saber de ti. Sobre todo, que estés bien de salud.
Emilio:
Pues
no se crea ya me dio diabetes. Hipertensión. Hígado graso.
Rousseau: ¿De verdad? Si
eres muy joven.
Emilio: Pero no me ha dado el Covid-19
todavía. Le di muy duro a la juventud.
Rousseau: Nombre ni lo digas ¿Vives en América
o en Italia?
Emilio: No me va a creer. Vivo en Tijuana. Le
di duro como Maradona. Le di muy duro a la juventud.
Rousseau: Pues ya ves Emilio. Son
decisiones que uno toma, pero ya ves a la larga cobran factura.
Emilio: Por fuera con la zurda, pero
gozando con la derecha. Así es profe. Le di duro como Maradona.
Rousseau: Jajajaja, QDEP, el gran Pibe de
Oro.
Emilio: Ni modo tener 20 años y no ser
comunista, es no tener corazón, pero tener 40 y ser comunista es no tener
cerebro. Así ha sido mi vida.
Rousseau: Pues, mañana responderé con
calma. Todos los primeros mensajes que me enviaste.
Emilio: Me acordé que a usted le estaban saliendo canas
apenas cuando me daba clases y ahora ya me están saliendo a mí. Así es la vida.
Muy corta. Me acordé de la historia que cuando vivió en San Remo. Me identifico
mucho con usted. Mis respetos para usted. Profe era un señorón usted y
uno tan ingenuo, tan joven e iluso. Me identifico mucho con
usted.
Rousseau: Órale, ya ve Emilio,
hay infancias y destinos similares.
Emilio: Quisiera ahora ser su alumno y aprender. Bueno creo que
siempre uno será el alumno en la vida.
Rousseau: Gracias Emilio. Pues siempre he tratado de impulsar a
los jóvenes, que se abran camino, que, si se puede y para mí el estudio ha sido
clave. Pues que orgullo sea alumno, que lo siga haciendo, alumno para seguir
aprendiendo.
Emilio: Creo que para ser maestro uno debía como primer
requisito tener 40 años cumplidos. Es uno joven y no valora los tesoros que la
vida le pone cuando los veinte años. Se es tonto y rebelde. Arriesgado. Me dejé
llevar por los excesos. El placer y por la carne del cuerpo. Creo que los
cristianos tienen razón y me da miedo. Empiezan a tener razón. Y mi lógica
comienza a vencerse frente a lo espiritual
Rousseau: A veces lo espiritual es realmente Salvador, como lo
indica el propio nombre.
Emilio: Tal vez suene literario pero mis 130 kilogramos de peso,
sucumbieron bajo los sonidos del chofar y los panderos de las Dorcas en la
alfombra, sucumbieron ante el estrés, caí cómo una res al canto melodioso de
las alabanzas y con tan solo los dedos de un ser humano, caí en medio de los
hermanos, para mi algo sin sentido, pero para mi lógica, la locura. Tuve una
visión, abrí los ojos y observé a las personas con ataviadas prendas antiguas
en el desierto, danzando. Duré unos minutos, en paz, los colores rojos, dorados
y la tierra marrón del desierto de los hebreos. Lo cierto es que habían
asesinado a uno de mis empleados en Tijuana, en la calle, en un punto de venta
de mi negocio, había conocido la muerte en la tarde, una tarde cuando iba a mi escuela
a trabajar, a la prepa...
Había visto a mi abuelo en el rancho trabajar muy duro y gastar
muy poco, y contarme que, él cuando se graduó de la primaria alta, lo habían
requerido para ser profesor de primaria cuando tenía 16 años. Pero su padre lo
llevó a trabajar al ingenio azucarero por ser el mayor de los hijos y por eso
no pudo ser profe. Cuando entré a la Escuela Normal Superior en París, me apoyó
y me dijo que él pudo haber sido maestro, pero no lo fue. Entonces yo lo fui…
Ahí tienen, parte de los efectos de una influencia, de una
formación que intenta colocarse en las mentes juveniles; pero resulta muy
difícil de colocarse en la cosmovisión del chaval. Por eso el recuerdo y
algunas creencias entraron en tensión. Por eso, a veces sí, a veces no, dialogo
en la red. Y vaya, vaya que valió mucho la pena.
Comentarios
Estimado amigo Luis Enrique, Usted y yo sabemos y compartimos, otros nomás lo saben, que el Aprendizaje surge, se desarrolla y se afianza más en escenarios que no los propiamente escolares, porque la vida es la Gran Maestra de la propia Vida. Por eso me agrada su Narrativa Educativa, porque también comparto la idea de que la Literatura es una gran Teoría Pedagógica que aún, en las escuelas, no hemos sabido descifrar, menos utilizar.
Dr. Luis Enrique, le felicito por traernos un trozo de lo que la red del CaraLibro mantiene latente en la educación del Ciberespacio, como una premonición cumplida de aquella Computadora Universal que Isaac Asimov, el genio de la Ciencia Ficción escribiera, como Literatura, hace ya más de Cincuenta años.
Saludos, un abrazo y gracias por su texto innovador. José Manuel Frías Sarmiento
Mi estimado fino,literato, escribidor y muy des/orientador maestro de generaciones juveniles, y más amigo de varios. Es un gusto compartir saberes y loqueras, que luego procesadas pasan como "cuerderas"(como cosas cuerdas pues) y tienen un interés para el otro que nos interpela y regala parte de su tiempo de vida, su tiempo, lector.
Ahí están los datos. Ahí están los corpus lingüísticos en bruto, dijeran los viejos etnógrafos. O bien como dirían mis estimados Cholos de siempre "el pedo es, qué hacemos con ellos..." Ahí está lo bonito de este asunto de procesar y ordenar piezas de textos que luego cobrarán una hipotética unidad textual, dijeran los que si saben.
Agradezco sus comentarios al texto compartido, además de recordarnos al gran pensador Isaac Asimov, genio de genios en la Ciencia Ficción, que hoy muchos ilusos dicen que ellos la descubrieron.
Salud y vida. Aprendizajes vitalicios, son la clave. Lo demás es basura informativa.
Gracias totales. Le mando un abrazo de veldá, al estilo Lupito, voceador del periódico de la antorcha.
LEA-V
Posdata: este soy yo. Este texto no tiene ningún conflicto de interés, ni compromete al Dr. Alcántar, Director de la ENS.Jajaja...
Bruto'...las generaciones de jóvenes actuales se han formado bajo una andanada de infujos mediáticos virtuales, digitales..y todo lo que implican las formas de socializar en la.actualidad, los padres inermes no han sabido o podido contra esto, los maestros formados bajo otros valores , visione... de igual forma atestiguamos con impotencia su impermeabilidad...hay muchas historias que contar para la reflexión ..y porque no?.seguir con esperanza en el arduo y hermoso de educar. Gracias por compartir tu auténtica y valiosa narrativa
Felicitarlo Dr. Alcántar por su facilidad para mostrar lo cultivado en su trayecto formativo...
Estas líneas me hicieron recordar a Juan Delval, que expresaba el esfuerzo educativo, a veces, como "... gritos en el desierto"... gritos que hacen eco a través de las décadas por la huella que cada BUEN profesor nos dejó marcada en nuestro ser.
Esta analogía del Emilio de la Educación me ha parecido extraordinaria... Gracias plenas también (pues también estuve en aquéllos hermosos recintos parisinos de la ENS -orgullosamente lo afirmo).
Dicho sea de paso que me encanta esta parte de mi tiempo compartido, EL APRENDIZAJE, como quiera que fuera: a puerta cerrada, en una interfaz, en un libro, en un lugar de la Mancha, en una escuela, aquí, allende el mar, do quier, pero SIEMPRE APRENDER.
.... Por otra parte, de oídas he oído y de textos he leído (pues personalmente no conozco aún) al profesor y escritor José María Frías Sarmiento, a quien agradezco sus escritos -semillero de grandes aprendizajes-... Gran razón tenía el pedagogo Paulo Frire, que el uso de la palabra es generador de cultura, aprendizaje y liberación pues el uso de la verdad liberta.
Ánimo y adelante con ganas ante todo... Y saludos a ambos ejemplares pensadores y educadores Dr. Alcantar y Frías.
Servidor, Endy Reyes.
Mire, si Usted coincide y le gusta el relajo narrativo del Dr. Luis Enrique, pues siento mucho decirle que usted es uno más de los compas educadores que nos afanamos en pensar de manera lateral; aunque algunos ocupen puestos de gran importancia en la esfera educativa y yo nomás deambule como el pobre venadito que habita en la serranía.
Conocerlo a Usted, compa Endy Nahum, por culpa de los textos del estimado amigo Luis Enrique, prueba que este desbalagado Blog, que el 15 de este mes cumplió dos años, cumple más o menos el propósito de acercar la palabra y unirnos a través de ella. Cuando quiera, guste y pueda, escriba y mande un texto para darle vuelo por estas ventanas que la Sociedad del Conocimiento, pone al alcance nuestros escasos razonamientos.
Un gusto conocerlo, Saludos, su compa, José Manuel Frías Sarmiento
Antes de entrar al cotorreo coincido con su mensaje que a veces tarda como que las cosas agarren sentido por mas que a uno le quieran taladrar de buenas ideas en su tiempo. Como diría Steve Jobs en su famoso discurso de graduación: "No podemos conectar los puntos viendo hacia el futuro, solo los podemos conectar viendo hacia atrás" y sin duda vamos pasando por etapas y vamos agarrando la onda.
Yo, en mi caso, relativamente, le agarre un gusto y pasión a la escritura y lectura después de la universidad. Bueno, lectura siempre, pero no escribía. y ahora se me hace importantísimo y si lo queremos ver para fanfarronear pues también un diferenciador.
Algo que me da mucha envidia de la buena, es ver a todo los escritores del taller. Hubiera querido entrar a uno a esa edad y aprender todo eso. Pero pues a lo mejor había pero no me interesaba. Por eso les digo a los participantes del taller cada que puedo que aprovechen y saquen jugo. Se me hace una ganga lo que tienen con el calibre como el Master Frías y Ud. que colabora. Mucho que aprender de estos titanes.
Pero bueno, esperemos no andar como Emilio, lamentándonos. Y vamos dándole.
Fue un texto exquisito el que nos regalo estimado Dr. Luis Enrique. Se disfruta por su estilo.
La mando un saludo.
Alma Beltrán