“Te quiero con tu caos, con tu llanto, con tus errores, con tu tristeza, con tu pasado, con tus dones, cuando te enojas, cuando me cantas. Te quiero hoy y te querré mañana”






LUIS ÁNGEL

El hombre que le da sentido a mi mundo



 Leydi Verónica Medina Cabanillas

 

Hay amores que no se buscan, simplemente llegan y cuando llegan, transforman todo. Así fue contigo. Desde el instante en que apareciste en mi vida, algo dentro de mí cambió. No sé si fue tu mirada, tu voz o la paz que me provoca tu presencia, pero desde entonces, mi corazón encontró un motivo para latir con más fuerza.

Eres ese hombre increíble que no solo conquistó mi mente, sino también mi alma. Me encantas de una manera que no puedo explicar con palabras; me llenas de calma, pero al mismo tiempo despiertas en mí una pasión inmensa. Tu amor es refugio y deseo, ternura y fuego, todo al mismo tiempo. Me haces sentir viva, amada y comprendida como nunca antes.

Hay momentos en los que cierro los ojos y puedo sentirte incluso sin tenerte cerca. Tu voz se queda resonando en mi pecho, tu sonrisa se graba en mis pensamientos y tu nombre… tu nombre se vuelve una oración silenciosa que repito sin darme cuenta. Luis Angel, te pienso con cariño, con anhelo, con esa emoción que solo el amor verdadero puede despertar.

Te amo no solo por lo que eres, ese hombre hermoso, noble y sincero, sino por lo que despiertas en mí. Contigo soy mejor, más fuerte, más yo. Tu amor me enseña a creer, a esperar, a confiar en que el destino sabe lo que hace cuando pone a dos almas en el mismo camino.

Eres mi calma en los días grises, mi alegría en los días buenos, mi pensamiento constante y mi sueño más bonito. Si supieras lo profundo que te amo, entenderías que no hay distancia, tiempo o silencio que puedan apagar lo que siento.

Luis Angel, eres mi historia más hermosa, mi capítulo favorito y mi razón de sonreír. Amarte es mi mayor certeza y mi felicidad más sincera. Mi madre decía qué hay amores que llegan sin anunciarse, sin pedir permiso, sin hacer ruido y de pronto lo cambian todo. Así fue contigo. Desde que apareciste, mi corazón encontró un ritmo nuevo, una calma desconocida y un deseo que no sabía que podía sentir con tanta fuerza.

Tú no solo eres el hombre que amo, eres el espacio donde mi alma descansa, donde mis pensamientos se detienen y mi corazón se siente en casa. No hay día que pase sin que te piense, sin que imagine tus ojos mirándome con esa ternura que derrite cualquier tristeza. Me encantas, en todos los sentidos posibles. Me encanta cómo hablas, cómo ríes, cómo me haces sentir que el mundo tiene sentido cuando estoy contigo. A veces me descubro sonriendo sin razón, y luego recuerdo que la razón siempre eres tú.

Eres ese tipo de hombre que no se olvida, el que deja huella en los silencios, el que se siente incluso cuando no está. Tu forma de amar es tan pura, tan sincera, que me enseña cada día que el amor no es solo palabras, sino detalles, gestos, miradas que lo dicen todo sin pronunciar una sílaba.

Te amo no solo por lo que eres, sino por lo que soy cuando estoy contigo. Contigo soy valiente, soy luz, soy esa versión de mí que soñé ser. Tu amor me transforma, me inspira, me recuerda que merezco sentir así: con el alma abierta, con los miedos rendidos, con el corazón latiendo al compás del tuyo.

Eres mi refugio, mi calma, mi deseo y mi certeza. Eres mi lugar favorito en este mundo que a veces duele y aunque las palabras no basten, quiero que sepas que mi amor por ti no tiene fin, que mi corazón lleva tu nombre en cada latido, y que mientras me lo permitas, seguiré amándote con todo lo que soy, con todo lo que tengo y con todo lo que seré.

Porque amarte, amor mío, es la historia más hermosa que la vida me ha regalado y todo lo que te digo susurrando al oído cada domingo es la verdad, es la verdad de mi amor por ti. Eres mi hogar sin importar dónde estemos y me doy cuenta que la vida me abrazó el día que llegaste tu. Cuando te me acercas se acelera mi corazón, mi amor.

Que hermoso fue enamorarme de ti y descubrir que no tenia ni idea de lo que se sentía amar y ser amada de verdad. Espero que podamos proteger nuestro amor porque sé que el amor existe, porque eres tú, existes tú y tú eres amor. Eres mi amor. Me gustas por dentro, por fuera y por siempre.

Te amo, con todo lo bueno, con todo lo malo, en los días negro, en los días grises, en los días blancos y en los días rosas. Cuando estamos bien, más que bien y cuando estamos mal, totalmente mal. Te quiero con y sin equivocaciones, con todos los males y bienes que tienes, con todas tus cicatrices, con todas tus heridas, con todo tu amor, con todo tu cariño, con todo tu corazón, con todo tú, yo te amo, te amo.

Contigo he aprendido que el amor duele, duele para amar, duele para aprender a amar, para sentir, para aferrarse a una esperanza, para seguir queriéndote. El amor no sólo es amor, es esfuerzo, es respeto, confianza, va más allá de las palabras, de los sentimientos, emociones y riquezas. Te amo con todo lo que te hace humano, cuando somos siluetas y cuando necesitas espacio

Te quiero con tu caos, con tu llanto, con tus errores, con tu tristeza, con tu pasado, con tus dones, te quiero cuando me abrazas, cuando explotas, cuando sueñas, cuando te enojas, cuando me cantas. Te quiero hoy y te querré mañana. Me encanta estar junto a ti, sentirte, abrazarte, amarte, tocar esa piel tersa, con textura, tu piel trigueña. Amo el calor de tus abrazos, el olor de tu perfume, aquel perfume varonil que hace que mi nariz sienta emociones, desperté un deseo en mí. 

Amo el color de tus ojos, ese color que me recuerda lo rico de tomar café cada mañana, me encanta tu color café oscuro de tu cabello, me recuerda a la tierra que pisan mis pies, me encana tus manos tersas que se sienten como tocar las nubes, me encanta tu altura que me hace llegar al cielo, tu delgadez que hace te envuelvan mis brazos. Me encanta todo de ti.

He perdido el número de cartas que te he escrito y con esta súmala a una más, cada palabra que te escribo aquí es un te amo, quiero que siempre lo recuerdes en todo momento y si un día yo muero, quiero que me busques. Sí me muero, ven a buscarme tan pronto tengas otro cuerpo y otra forma de mirarme, porque si me buscas con amor siempre dejaré que me encuentres y no me culpes por sentir, que siento gracias a ti. Todo es gracias a ti y yo te elijo a ti una y otra vez. Incluso si me borran la memoria, me volvería a enamorar de ti. Eres mi todo, mi flaco.

Eres mi todo, Luis Ángel. Simplemente, TE AMO.


Comentarios

GILBERTO MORENO dijo…
Señorita Leydi, bella carta de amor nos regala en esta mañana de octubre, muestra de la dulzura juvenil, y la promesa del amor eterno. Saludos.
Marité Ibarra dijo…
Bueno Leydi, sí que estás muuuyyy enamorada. Qué bueno que disfrutes de esta bonita etapa, es muy bonito estar en esa condición, disfrútala al máximo.
Saludos!!!
María Porcella dijo…
Leydi Verónica, pues woooow. Quisiera escribir con esa pasión que escribes, y con esa sinceridad de quién sólo escribe para el ser amado aunque el mundo también se entere. Luis Ángel es un afortunado de tener a quien le exprese sin duda y sin temor todo los mundos que desata en su ser. Que afortunada eres tú por todo lo que sientes, y qué afortunada yo de leerte y a través de ti recordar quién fui.

Entradas más populares de este blog