“No es necesario salir al espacio, si las maravillas más hermosas de la creación se encuentran en nuestro hermoso planeta Tierra”





PLANETA TIERRA

 

Julio César Soto Moreno

 

 

Que ganas tengo de pasear por el cosmos, descubrir nuevos planetas, contemplar la inmensidad del espacio, dejarme seducir por el incesante fulgor de las estrellas que le dan brillo a la oscuridad de la galaxia. Dicen los expertos que no hay sonido debido a la falta de gravedad, que es sólo vacío, por eso es imposible que se escuche algo, que es tan frío que en milésimas de segundo congela aquello que se exponga a su aplastante inmensidad; cómo puede algo tan hermoso, ser tan callado, imponer peligros mortales y, además, contener millones de galaxias en su estructura.

Aun y con todo eso hay millones de colores que se mezclan con la absoluta oscuridad, incontables estrellas como nuestro sol, brindan calor ante su frío mortal, nubes de polvo y gas que al parecer son las progenitoras de nuevas estrellas, ¿qué se esconderá dentro de los eones de su existencia? La vida surge aún a costa de las adversidades e improbabilidades, dentro de toda esta inconmensurabilidad, ¿podemos seguir pensando que somos los únicos seres vivientes? Incontables estudios han llenado las investigaciones de muchos científicos intentando contestar esta interrogante, se han encontrado rastros de materiales orgánicos en meteoros, cometas y asteroides que, al posarse en un ambiente apropiado, según estos estudiosos, es posible que se generen organismos vivos.

Cómo no apreciar el poder viajar a otras dimensiones, a través de los agujeros de gusano o puentes Einstein-Rosen, tan mencionados en gran cantidad de estudios, de películas y libros, donde la distancia que se mide en años luz, se acorta significativamente; o poder observar (sin peligro, claro), un agujero negro supermasivo, de esos que pueden devorar galaxias completas y que su atracción es tan grande que ni siquiera la luz con todo y sus 300,000 kilómetros por segundo, puede escapar de su interior. Al pensar en los tamaños, no tenemos punto de referencia, somos pequeñas partículas a la influencia de su enormidad y parece imposible que haya tanto orden dentro del caos estelar, explosiones de estrellas, colisiones de cometas con planetas, cuásares y púlsares emitiendo radiación al infinito y aún y con todo esto la vida, continúa.

Pero ya aterrizando a la realidad, no hace falta salir al espacio sideral, cuando en nuestro planeta podemos observar la belleza de la naturaleza, en cosas tan diminutas como los tardígrados, comúnmente llamados osos de agua, criaturas microscópicas capaces de soportar largos periodos de inanición, pueden soportar el vacío del espacio y gran cantidad de radiación sin siquiera inmutarse, ellos pueden ser felices en una simple gota de agua. Cómo no admirar a las abejas y a su gran trabajo, que, sin éste, simplemente no habría polinización y muchos alimentos nunca se producirían, además de ser generar un súper alimento como la miel, la cual nunca pierde sus facultades alimenticias, ¿cómo se guían? ¿Cómo vuelan si no son aerodinámicas? A ellas simplemente no les importa y cumplen con su labor.

Se nos regalan los más hermosos atardeceres que ningún artista puede recrear, esas combinaciones de colores embelesan los sentidos y se roban nuestra atención, ¿quién no ha suspirado mientras contempla un cielo incendiado por los desfallecientes rayos del astro rey al hundirse en el horizonte? Tenemos las flores más coloridas y hermosas, que, sin tener opulencia, está ataviadas como los más célebres personajes de la realeza; sólo necesitan tierra, agua, sol, y aire para subsistir, a cambio, entregan su hermosura y aromas embriagantes. Cada ser vivo tiene una conexión como cadena invisible, que, si se rompe, puede generar un caos en el ecosistema, todos dependemos de todos.

Quién se puede vestir con los colores de los animales que hay en cada ecosistema, qué abrigo se compara con las plumas vistosas del pavorreal que reflejan el arcoíris con matices metálicos que fulguran a la luz del sol, o siquiera imitarlos los vibrantes colores del pez mandarín también conocido como dragoncillo que vive en el Pacífico desde Japón hasta Australia o recrear la majestuosidad del pelaje invernal del leopardo de las nieves, cada ser, cada forma de vida se adapta para florecer en su entorno en total sintonía, esa perfección es digna de admiración, que mucha veces no logramos comprender.

Los océanos, mares, ríos, lagos y lagunas, rebosan de vida, su benevolencia ha mantenido la existencia de todos los seres vivos; grandes civilizaciones han florecido a sus orillas, los Egipcios, en el Nilo; los Vikingos, en los gélidos mares Nórdicos; los Aztecas, en el lago de Texcoco; imperios se han forjado surcando sus aguas y otros tantos han caído debido a su furia, a veces desatada, como menciona Platón de la Atlántida, que terminó en el fondo del mar destruida por fuerzas divinas por la corrupción de sus habitantes.

Algunos cuerpos de agua tienen sus propios seres míticos, como el monstruo del lago Ness en Escocia, una especie de dinosaurio conocido como plesiosaurio, el Ningen de los mares congelados de la Antártida, criatura de más de 20 metros con cuerpo de cetáceo, pero extremidades humanoides, el Kraken pulpo o calamar gigante de los mares Nórdicos, o las sirenas, seres mitad pez mitad humano que engañan los marineros con sus cantos hipnotizantes para arrastrarlos a las profundidades.

Cómo ignorar las maravillosas construcciones creadas por las manos de los hombres a través de las eras, como la Muralla china, las Pirámides de Egipto y su Esfinge, las Pirámides de Teotihuacán, o las de Chichén-Itzá en México, la ciudad de Machu Picchu en los Andes peruanos; o las incomparables obras musicales creadas por artistas virtuosos como Ludwig van Beethoven quien, aún siendo sordo, compuso obras maestras en la música clásica, como sus famosísimas 5ª sinfonía, el Himno a la alegría y otras conocidas y escuchadas a través del tiempo; o como Wolfgang Amadeus Mozart, Johann Sebastian Bach y otros célebres compositores que enriquecieron la herencia cultural de su época.

Solamente debemos prestar atención a todo, leer, viajar, respirar, meditar, amar, perdonar y todo lo que necesitemos para ser felices; o es necesario salir al espacio, si las maravillas más hermosas de la creación se encuentran en nuestro hermoso planeta Tierra.

 

Comentarios

Estimado Julio, cuán interesante y explicativo es tu relato sobre nuestra Casa, el planeta Tierra.
En clase, en la esquinita del pizarrón, dibujo una línea semicurva, como un parte de un círculo, y le digo a mis alumnos que en esa esquinita estamos ellos y su maestro; y que todo lo demás, lo inmenso del pizarrón, comparado con la esquinita, es el Mundo que no conocemos aún. Les comento que tal vez nunca salgamos de la esquinita, pero que la diferencia estriba en que unos saben de ese mundo por conocer; mientras que la mayoría piensan que la esquinita es Todo el Mundo. Y ese pequeñito espacio, les parece un caso imposible de atender con su pensamiento confinado en la esquinita. Les digo que ni siquiera importa si salimos o no de la esquinita, pero sí que sepamos que estamos limitados en ella y que sería interesante que, de vez, en vez, mejor siempre, nos asomáramos para imaginar cómo será ese mundo que contiene en pizarrón, más allá de la esquinita. En tu relato, el Universo insondable que aún no alcanzan a comprender. Este Blog, incita a salir de a Esquina mental y crear mundos, imaginar territorios físicos, espaciales, sensoriales, emotivos, personales, reales , ficticios... que den cuenta de las miradas que buscan respuestas a preguntas que aún no se han planteado.
Saludos, un abrazo, tu amigo, José Manuel Frías Sarmiento
Marité Ibarra dijo…
Estimado Julio qué bonito texto nos regalas hoy!! Con tanta belleza en nuestro planeta y en el universo, cómo no admirar y agradecer lo que tenemos en nuestro hogar; nuestra amada tierra.
Yo soy una admiradora de la naturaleza, me gusta observar los atardeceres, amo las nubes, los mares, las montañas, los árboles, disfruto la lluvia, los días nublados, los días soldados, amo el sol, la luna, la gravedad, y todo lo hermoso que nos rodea.
Gracias por recordarnos que somos muy afortunados!!!
Amigo literario, te mando un gran abrazo!!!
Pinos y Cedros es un texto amigo que luego leerás!!
Qué gran viaje me has regalado mi estimado maestro Julio con tu texto sobre el planeta tierra. Me diste toda una cátedra de Ciencias naturales, Biología, Geografía y hasta de artes con la música. Coincido contigo en lo maravilloso que es nuestro planeta con todo lo que contiene y que incluso hay cosas de algunas civilizaciones que generan duda de que si fueron creadas por el hombre. Saludos afectuosos.
Profe, es interesante la comparación de la esquinita del pizarrón donde muchos hemos estado confinados, pero que a través de la lectura y la escritura logramos trascender ese espacio, la imaginación puede crear las realidades adaptables a lo que se esta sintiendo y viviendo, quién no ha soñado con imaginar la vida en el espacio, sin disfrutar de todo lo que se nos ofrece aquí.
Gracias a estos espacios donde la escritura y la lectura continúan ejerciendo su poder de atracción para los nuevos escritores que están sumándose a este blog.
Saludos.
Muchas gracias amiga Marité, todo lo que se nos regala es hermoso, pero muchas veces ignoramos las pequeñas cosas que nos pueden transmitir felicidad como un atardecer, a la calma de un día lluvioso; todo lo que nos rodea es fuente de inspiración, y con ellas podemos crear escritos de todo tipo.
Saludos.
Así es maestro Alfredo, conocemos muy poco de todas las riquezas que nos rodean, de civilizaciones y estructuras que desafían la razón, pero que podemos empezar a investigar para maravillarnos de todo su esplendor.
Saludos.

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