“Cuando estamos en circunstancias peores deseamos volver a los viejos tiempos, que eran mejores que los actuales”
LAS HERMANAS QUE NACIERON ODIÁNDOSE
Marité Ibarra
Eran
hermanas, de hecho, gemelas, habían nacido al mismo tiempo, ambas destruyeron
juntas el huevo que las incubaba, lograron salir y se vieron de inmediato, pero
era extraño, estaban atrapadas en el mismo cuerpo, compartían un mismo espacio
y al darse cuenta de eso, comenzaron a odiarse, pues sabían que la vida iba a
ser dura para ambas. Ellas eran una serpiente, pero con dos cabezas.
Una
de ellas era Rinko y la otra Riana, aunque eran hermanas no se amaban,
constantemente peleaban pues nunca estaban de acuerdo en nada, seguían rumbos y
preferencias completamente opuestas. Ellas eran tan diferentes, pero atrapadas
en un mismo cuerpo era como estar en una prisión, encadenadas una a la otra.
Vivían
en el Amazonas, por allá en la cordillera de los Andes que atraviesa Brasil y
otros países, entre el gran río y la selva crecieron, siempre enojadas y
molestas, pero causaban gran pavor entre los aldeanos. Encontrarse con una
serpiente de dos cabezas auguraba mala suerte, y más si te miraban directamente
a los ojos. Decían las leyendas que hechizaban con su mirada e inmovilizaban a
la persona. No es común encontrar a una serpiente de dos cabezas por las
veredas y los caminos, pero ¡sí existen! Sin embargo, verlas crea una sensación
de total desagrado, de repulsión y temor, un horrible susto y una impresión que
jamás se olvida.
La
mejor cazadora era Rinko la cabeza de la izquierda, pero Riana tenía más
sensibilidad y un excelente sentido de orientación, además detectaba madrigueras
de ratoncitos que eran su platillo favorito. Pero ambas cabezas peleaban
ferozmente por la comida, siempre se agarraban a muerte, a cada rato se mordían
y se lastimaban entre ellas mismas. Era muy difícil su vida y más cuando odias
tanto a la persona que vive contigo a la fuerza, es que así no sé es uno mismo,
es estar siempre estar aprisionado y atado a alguien más, ¡¡qué insoportable!!
Un
día ordinario Rinko se despertó en una mañana lluviosa, de esas lluvias
copiosas que caen en lo profundo de la selva, pero se dio cuenta que Riana no
se despertó, su otra cabeza había muerto de forma inesperada y desconocida.
Rinko al percatarse de eso se alegró tanto ¡por fin iba a ser libre! Así que
entre la lluvia ya sentía su cuerpo más ligero, pues Riana no se resistía, por
fin se había liberado de la maldición de un cuerpo con dos cabezas.
Pero
al paso de los días, Riana empezó a descomponerse y a oler mal, así que Rinko
fue al caudaloso río y con una afilada piedra logró arrancar a Riana antes de
que la putrefacción invadiera todo su cuerpo. Ahora ya era completamente libre
y con decisión propia, sin embargo, se dio cuenta que ya sin su otra cabeza,
perdía constantemente el equilibrio y además no tenía un buen sentido de
orientación, constantemente se perdía y encontrar madrigueras ahora resultaba
realmente era difícil, pues Riana era la que generalmente la llevaba a todas
partes, aunque nunca se comunicaran.
Poco
a poco Rinko comenzó a tener sentimientos extraños, sin querer echaba de menos
a Riana, su otra cabeza, aunque nunca se estableció un vínculo de hermandad
entre ellas. Rinko ya no era la misma, era una simple serpiente rara y
desproporcionada, pues sin su otra cabeza parecía que siempre estaba de lado,
no se podía mover adecuadamente, su vida se complicó sin Riana y entonces
comprendió que tener un cuerpo con dos cabezas no era una maldición como ella
creía.
Rinko
se fue marchitando lentamente, se fue secando, porque el cuerpo no funciona
así, aquel que obtuviste desde tu nacimiento y ahora ya no es el mismo. Así que
ella dejó de cazar, de comer y finalmente se dejó morir, pues una serpiente de
dos cabezas, pero ya sin una, la vida no era la misma, al final se dio cuenta
que necesitaba a su hermana.
Ella
se había amputado una importante parte de su cuerpo, su complemento, su
compañera, aquella con la que nació, pero nunca pudo ser feliz, sin embargo, al
no tenerla era aún más infeliz. Porque en la vida a veces pensamos que somos
desgraciados, pero no nos damos cuenta que en realidad no era así. Cuando estamos
en circunstancias aún peores deseamos volver a los viejos tiempos, que, aunque
no eran completamente tan buenos, sí que eran mejores que los actuales.
Así
murieron Riana y Rinko las dos hermanas que nunca se quisieron, aquella
serpiente temible, la cual era completamente negra, gorda y mediana, con cuatro
ojos oscuros y penetrantes, la aterradora serpiente de dos cabezas. Habían sido afortunadas y agraciadas por la
naturaleza, pero eso ellas nunca lo supieron…

Comentarios
Saludos. Te felicito por tu creatividad y talento para construir historias interesantes y atractivas para tus lectores
José Manuel Frías Sarmiento
Gracias por la publicación de mi texto, yo me siento muy contenta y honrada por estar dentro de este ambiente literario tan bonito, sigo emocionada después de un año escribiendo en él!!
Les mando un gran saludo a todos nuestros lectores!!!
Siii que rápido pasa el tiempo, ya un año y seguiremos mientras se pueda!!
Que lástima que el ingeniero Tolosa ya no esté activo.en el Blog, hubiera sido padre interactuar con él pero tendrá sus razones....
Y aunque no es fácil comentar , más que nada es porque requiere esfuerzo y en ocasiones no hay esa correspondencia y entonces entra el desánimo.
Pero también seguiremos comentando aunque haya indiferencia de por medio, pero es lo que yo no entiendo porqué no responden los escritores los comentarios de los lectores!!!!!
Profe Alfredo de nuevo le agradezco con el corazon y le mando un gran saludo!!!
Qué difícil es darnos cuenta de las cosas buenas que tenemos.
Muchas gracias por leer y comentar!!!
Me hacia falta tu comentario!!!
Saludos grandes para ti.
Seguimos leyéndonos!!
Les mando un gran saludo!!!