"Esta triste historia de amor me hizo recordar a aquellos amores que se alejan a pesar de hacerse tantas promesas que, al final, quedan en el aire”






LOS GIRASOLES DE RUSIA

 

Marité Ibarra

 

Nápoles, Italia. Ella era una mujer intensamente enamorada, y él un hombre loco de amor por ella. Su afecto era mutuo, era excepcional, había madurado a través de los años, y ahora ya estaban en posición y preparados para entregarse al amor carnal y pasional que tanto habían deseado.

El escenario mundial era preocupante, pero en tiempos de guerra las rosas florecen y la  gente también se enamora, hombres y mujeres siguen casándose, porque el amor traspasa toda barrera posible cuando ambas partes así lo deciden y son devotos a su amor, el cual sale a flote a pesar de las adversidades.

Era otoño cuando estas dos almas se unieron en matrimonio, comenzaron a amarse como marido y mujer, las noches ya no eran frías sino cálidas y ardientes por tanta pasión que se desbordaba. Encerrados en un cuarto, así comenzaron su vida marital, pero no todo podía ser felicidad, la Segunda Guerra Mundial era inminente y cruel, y los hombres italianos eran enlistados y llamados a las armas, aunque estuvieran recién casados.

¡No era posible que, apenas comenzando a vivir una nueva etapa, él tuviera que irse a la guerra! ¡Cuánto dolor y sufrimiento era tan solo pensarlo! Así que, en su afán de no separarse, él fingió estar loco para evadir esa responsabilidad civil, era tanta su desesperación que el nuevo matrimonio ideó ese plan. Él descuidó su apariencia y simuló estar loco, el plan era perfecto, pero siempre hubo alguien que los delató y finalmente él fue arrancado de ella vilmente y enviado al frente ruso, cuando Italia se alió a Alemania y realizaron un ataque contra Rusia.

La pareja no dejaba de hacerse promesas de amor y construir sueños en la vasta imaginación de dos enamorados, ¡el amor todo lo puede! ¡el amor todo lo puede! se susurraban al odio mientras se despedían lastimeramente, y así se encendió una vela de esperanza para un amor en tiempos de guerra.

Ella sufre la ausencia de su esposo, lo espera ansiosamente, se mantiene viva por los recuerdos de amor creados por un romance sin igual, sólo así sobrevive, alimentando con ello su deseo de volver a verlo.

Pero cuando la guerra termina y los combatientes regresan, su amado no aparece. Ella desesperada va y hace sus investigaciones propias ¡lo extraña tanto! Decide buscar a cada uno de esos soldados que lo llegaron a conocer para que le den noticias de su amado. Hasta que encuentra a alguien por ahí que le dio razones de él, lo último que supo es que estaba herido de una pierna y quedó inmovilizado, la tropa avanzó, pero él se quedó allá en Rusia.

La decidida mujer se va a buscarlo sin importarle nada, su amor era tan grande que dejó todo atrás por irlo a buscar. Llegó hasta los campos rusos sin muchas esperanzas, pero con la gran ilusión de saber de él, ni siquiera el idioma fue impedimento para ella. Al estar buscándolo encontró campos rusos ahora llenos de girasoles, parecían hermosos, pero ella sentía que le habían arrebatado algo de su ser.

Buscando y buscando encontró por fin a unas mujeres que lo reconocieron por el retrato que ella llevaba de él, si era o no él, le indicaron dónde vivía un hombre que se parecía mucho a la imagen que ella llevaba, y en efecto, al dar con el paradero de su esposo, se dio cuenta que en esa casa sí vivía su gran amado ¡pero con otra mujer y una pequeña hija de ambos!

Esa mujer desconocida que ahora tenía el amor de su marido, sin querer lo había encontrado todo moribundo y en mal estado cuando su ejército lo abandonó, pero ella lo cuidó y veló por su bienestar hasta que se recuperó. Sin embargo, en ese proceso, ellos se enamoraron y esa rusa finalmente se había quedado con él. El amado de la mujer italiana la había olvidado, pues al parecer cuando la rusa lo encontró, él ya no tenía recuerdos, sólo sufría de algunos flashbacks de la horrible guerra que había experimentado.

Ella regresa desconsolada a Italia y en el camino sólo observa a su alrededor girasoles y más girasoles, campos llenos de girasoles en un país que le quitó a su amado, en una guerra inmoral, en un sombrío pasado, ahora ella se resuelve a olvidar ese gran amor que vivirá eternamente en su corazón…

 

“Los girasoles” (también conocida como “Los girasoles de Rusia” en Hispanoamérica), película italiana (1970) de Vittorio De Sica.

Protagonistas: Sophia Loren y Marcello Mastroianni

 

**Esta triste historia de amor me hizo recordar a aquellos amores que se alejan a pesar de hacerse tantas promesas, promesas que al final quedan en el aire. Esos hombres y mujeres que emigran con la esperanza de un futuro mejor y que dejan atrás a sus amados; esposos, esposas, hijos, los cuales son separados por el trabajo y la distancia.

Al inicio puede sentirse el amor fuertemente, pero el paso de los años lo va debilitando, los consume la soledad, la añoranza, la tristeza, además nunca falta aquel o aquella que está ahí dispuesta/o a consolar a esas almas abatidas.

Poco a poco se van estrechando más las emociones y los lazos amorosos hasta el punto de “arrancar” cualquier sentimiento o recuerdo que se pudieran tener sobre el ayer, sobre lo que dejaron atrás. Ya con una nueva ilusión, dejan de comunicarse, de mandar dinero, y construyen un olvido que resiente tanto la contraparte, aquellos que se quedan con la esperanza de algún día volver a estar con sus amados que viven en un país extranjero.

 ¿Vale la pena irse? Ésa es una gran pregunta que deberían hacerse quien piensa en emigrar, en marcharse, en aventurarse en lo que creen que es mejor para la familia.

Viéndolo también por la otra parte, quienes se quedan, de igual manera pueden buscar otra fuente para saciar su sed emocional, sentimental y carnal, ¡qué fea es la cruda realidad! Pero así de feo es el olvido que se va dando con el paso de los años y la distancia que divide y debilita el amor más fuerte que pudieran sentir dos personas que dicen amarse con todo su ser…

Comentarios

Estimada Marité, tu relato nos muestra que la Narrativa está presente en todas partes: en Literatura Canto, Periodismo o Cine. Todos podemos crear historias a partir de la realidad o con el influjo de la imaginación.
Y tu texto me recordó la canción que dice: "Cuál de los dos amantes sufre más pena... el que se va o el que se queda"
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Marité Ibarra dijo…
Hola hola a todos en esta fresca tarde de verano!!!! Muchas gracias profesor Frías por publicarme una vez más, me emociono siempre al.ver mis textos en el Blog. Y aunque andamos vacacionando pues los interesados seguimos en la lucha!!!
Efectivamente la narrativa sigue dando frutos donde la pongan!!!
Les envío a todos un gran y caluroso saludo chilango!!!
Haces muy buena reseña de la película los girasoles Marité. También la relacionas con situaciones de la vida cotidiana de matrimonios que por algunas situaciones llegan a separarse debido a la ausencia principalmente del marido. Un servidor conoce a dos amigos de mi pueblo que estando ya casados y según con un matrimonio sólido se fueron a Estados Unidos y jamás han vuelto. Saludos afectuosos.
Marité Ibarra dijo…
Muchas gracias profe Alfredo por seguir leyéndonos en vacaciones!! Así es compañero, muchos emigran con ilusiones y objetivos claros pero después de un tiempo se olvidan completamente de lo que dejaron y tristemente hay consecuencias de sentimientos lastimados.
Gracias por aportar su opinión y retroalimentar el texto!!!
Le.mando un gran saludo!!!
María Porcella dijo…
Me gusta el resumen de la película que es una historia de amor y desamor dentro del contexto histórico. Al inicio de la descripción del romance me acordé de la cantidad de uniones y matrimonios (que no es lo mismo) que se dieron durante la pandemia del covid. Me tocó al menos presenciar un enlace matrimonial por Zoom. Pareciera que las grandes tragedias traen fuertes emociones por vivir lo que parece emergente. Las guerras ni ganándolas son buenas. Pero existen, y son muchas las que se dan de maneras no perceptibles o difundidas en la escena mundial. En medio de tanta tragedia, necesidad y soledad surgen otras situaciones que también se vuelven emergentes y es muy difícil no sucumbir, aunque se puede. En la película El regreso a Cold Mountai pasa todo lo contrario. Al inicio de la Guerra Civil entre el sur y el norte de Estados Unidos, Inman se ve presionado a irse a luchar como la mayoría de los hombres del pueblo, también es herido, también encuentra un cobijo en otra choza y una cama tibia, también está lejos del amor de su vida con el que apenas tuvo tiempo de despedirse sin más roce que un tibio beso y una promesa de volver que no sabía si era posible cumplir. Contra todo pronóstico, volvió. ¿Qué tanto del amor es voluntad y qué tanto sólo emoción y sentimientos? Él sí sabía que alguien lo esperaba. Nada lo hizo olvidar su promesa. Como dice Frías, hay tema para conversar y escribir incluso en esas películas que nos hacen vislumbrar las posibilidades humanas...
Marité Ibarra dijo…
Porcella muchas gracias por leer y comentar este texto. Te agradezco su lectura en vacaciones.
Me alegra mucho que retroalimentes los textos con tus observaciones ya que aportas otras situaciones con las que lo relacionas y uno como escritor nunca había considerado, de eso se trata esto, de caminar sobre la misma línea.
Gracias de nuevo y seguimos leyéndonos.
Saludos grandes para ti.
GILBERTO MORENO dijo…
Amiga Marité, al ir leyendo tu escrito, me vinieron imágenes de la Guerra, los aliado, los campos de batalla, los tanques, las armas y de pronto, los campos llenos de Girasoles. Las distancias, aunque cada vez mas cortas por los avances de la tecnología, generan esos vacíos emocionales que pocas veces soportamos los humanos. Saludos Marité, un abrazo de tu a migo Gilberto Moreno.
Marité Ibarra dijo…
Hola amigo Gilberto compañero parrandero. Gracias por tu comentario muy a doc a la guerrA, lamentablemente las guerras arrasan con todo, vidas y amores, deseos e ilusiones.
Que bueno que seguimos en contacto amigo.
Te mando un enorme saludo!!

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