"Chuyita y Lupita son ejemplo contundente de que las incapacidades, incapacitan sólo a quienes se dejan incapacitar"
CHUYITA y LUPITA
José Manuel Frías Sarmiento
Enfrente de mi casa vivían Lupita y Chuyita. Ambas
compartían dos extremidades inferiores y, a partir de un tronco común, emergían
dos tórax con sendas cabezas y sus respectivos brazos. Eran dos muchachas
veinteañeras que, dicen los que las conocieron mejor que yo, estudiaron en la
Facultad de Psicología. Todos los días las miraba limpiar el Tsuru blanco en el
que iban a su escuela. Ignoro quién es la que manejaba, pero parecía ser
siempre la misma. Y confieso que me intrigaba saber si tenían una sola licencia
de automovilista y si ambas tenían su propia matrícula escolar para que, al
final, obtuvieran dos títulos de licenciatura. Es decir, que sí eran dos
personas, por lo tanto, serían dos alumnas inscritas. Y ahí los profesores a
fuerzas tenían que dejarlas resolver sus exámenes en equipo y hasta permitirles
copiar. Aunque las dos tenían su propio par de brazos, supongo, habrían de
batallar para ponerse de acuerdo al momento de estudiar y hacer sus tareas
pues, con dos cerebros y con inquietudes personales, ¿cómo le harían cuando una
tenía sueño o quería descansar y ver televisión, mientras la otra deseaba o le
urgía seguir estudiando? Cómo resolverían esa problemática no lo sé; pero sí sé
que Chuyita y Lupita son ejemplo contundente de que las incapacidades, incapacitan sólo a quienes se dejan incapacitar, y
son muestra real de que la escuela puede y debe mantener una actitud atingente
a las necesidades que cada alumno le
presente. ¿No es, acaso, ésa la premisa de la educación? Y ellas salían a
comprar su chimichanga, iban a la tienda por un refresco, cargaban en brazos a
un vecino pequeñito y no mostraban, en absoluto, la incapacidad que los
especialistas dicen deberían de tener. Eran más normales, en cuanto a estudio y
socialización, que dos o tres hijos de profesores que, dentro de la Normalidad de
las escuelas regulares con profesores regulares, obtienen calificaciones de
excelencia académica. ¡A lo mejor serían mejores si fueran a escuelas de
educación especial! Qué buena falta les hace. Yo me quedo con Chuyita y Lupita
como respuesta a los que dicen que la discapacidad requiere maestros
especiales. Yo afirmo que todos necesitamos Maestros Especiales para mejorar
nuestra educación y la del país entero. Y nosotros, los académicos, deberíamos
empezar a ser mejores en cada clase para entender los signos de los, en
apariencia, no discapacitados, pero con una enorme carencia de comprensión y
estímulo docente para desarrollar su conocimiento y su afectividad personal, lo
que, de alguna forma, también los torna en discapacitados, si aceptamos que
carecen del calor y atención humana en las aulas escolares.
NOTA Periodística
Fallecen siamesas sinaloenses por falla en el corazón
Lupita y Chuyita tenían 22 años y eran estudiantes de Psicología en la UAS.
Las siamesas Guadalupe y Jesús Elizalde Mojardín, de 22 años, que estudiaban Psicología en la Universidad Autónoma de Sinaloa UAS fallecieron en esta ciudad debido a una falla en el corazón.
Originarias del municipio de Guasave, Lupita y Chuyita, como les llamaban familiares, amigos y compañeros de estudio, recibieron un homenaje de cuerpo presente en la Facultad académica en donde estudiaban.
En el evento, el rector de la UAS, Víctor Antonio Corrales Burgueño, señaló que Lupita y Chuyita son ejemplo de esfuerzo, esperanza y tesón contra la adversidad.
Popularmente conocidas por alegres y siempre sonrientes, que gustaban de la música e incluso de bailes y destacadas como alumnas, en junio concluirían su carrera como Licenciadas en Psicología.
JPG

Comentarios
Saludos, su amigo José Manuel Frías Sarmiento
De hecho el mes pasado acabo de escribir una historia que se llama las Hermanas que se odiaban y precisen es similar al suyo pero con otra variante, las protagonistas son Rinko y Riana.
Esperemos comentarios al respecto.
Yo les mando un caluroso saludo!!!
Puede ser metal creer que tendré migraña que hasta las neuronas obedecen…
Todos tenemos algo que, se es incapaz. No tengo capacidad IN-CAPACIDAD. Así se quiere ver, sin intentarlo siquiera. Las incapacidades físicas son inspiración y ejemplo a seguir. Sólo que el otro está distraído. Y juega con la INCAPACIDAD a veces creada, porque somos perezosos. La mente divaga en otros sentidos…Me parece que todos tenemos incapacidad y capacidad.
Saludos
Saludos