“Te pienso, como se piensa una palabra / que aún no existe / pero que ya ardía en mi lengua / cuando me hablabas”
EL
IDIOMA QUE APRENDÍA AL MIRARTE
Rogelio
Humberto Elizalde Beltrán
Tu voz,
era ese tren que no usa rieles
pero
llega siempre a tiempo
a la
estación de mi pecho
Tus
ojos, dos relojes sin manecillas
que
detienen el tiempo
en cada
parpadeo
Te
pienso, como se piensa una palabra
que aún
no existe
pero
que ya ardía en mi lengua
cuando
me hablabas
El
silencio se enciende
como
una llama que quema el corazón
Eres la
única lluvia que no moja
pero
germina en mis recuerdos
y
aunque te has marchado ya
llevarás
contigo el eco de mi sed.
Comentarios
Ya extrañábamos la cadencia, el ritmo y la musicalidad de tus versos, pero más todavía el mensaje que en ellos se desliza; como éste de El idioma que aprendía al mirarte, que muestra el recuerdo para el amor que sigue estando presente.
Un lindo homenaje con versos que salen del alma.
Saludos, un abrazo, Tu amigo, José Manuel Frías Sarmiento
Uno que no está presente pero que los recuerdos lo hacen latir.
Que bueno que esta de vuelta con nosotros en este Blog.
Nos seguiremos leyendo y comentando Saludos!!
Le mando un gran saludo.
¡Ojala lo pudiéramos leer en una tertulia literaria¡
Mira, pues, que bien se sienten que estén regresando los hijos desperdigados del Blog. Qué bonito ese amor que se mantiene a través del recuerdo de todo lo vivido. Que lo seguimos sintiendo aún en la distancia y en el tiempo.