Taller de Redacción Libre y Creativa
“Qué hago si el olvido no llega, qué hago con el vacío que se encuentra en mi ser, ese vacío que invade mi alma y mi mente cada noche ante la ausencia que me dejaste”
¿QUÉ ES EL AMOR?
María del Carmen Guadalupe Acosta Sánchez
El amor es el sentimiento más puro y
aparentemente sincero que se puede entender y reflejar de distintas maneras. Y
cada quien lo podemos interpretar y demostrar de manera diferente.
El amor
se externa de muchas maneras en la vida cotidiana, en todos los animales que se
encuentran a nuestro alrededor, el ver como los simples gatos protegen a sus
hijos desde pequeños, ver como las gallinas cuidan y le brinda seguridad a sus
pollitos de cualquier amenaza, enfrentarse ante cualquiera que trate de herirlo.
Como las personas nos cuidamos y protegemos entre todos, como las madres desde la
gestación procuran a sus bebés, en las escuelas los maestros con sus alumnos, los
directivos cuidan a la sociedad educativa, entre los hermanos nos cuidamos y
apoyamos, las amistades que se construyen con el paso del tiempo y se vuelven
familia, ver como cada individuo tiene ese instinto de proteger a los que están
a su alrededor. Forjamos una sociedad protectora, alerta a cualquier amenaza. Y
todo esto por amor.
¿Pero
qué hacemos con la amenaza interior, esa que crece cada día más y más en nuestra
cabeza, en nuestra alma? ¿Cómo alguien externo me puede salvar y proteger de mi
propio yo? ¿Cómo puedo salir de toda esta situación que cada día me consume
más, esta agonía de aparentar que estoy feliz fingiendo una gran sonrisa y un
ánimo positivo brindándole apoyo y seguridad a mis personas alrededor,
olvidando mi propio amor?
¿Qué
hago con mi niña interior? ¿Cómo alguien me puede apoyar para afrontar y
derribar esta avalancha de angustia que no me permite avanzar, que no me
permite lograr el suspiro que necesito y que mi persona suplica? ¿Cómo puedo
matarla, cómo puedo terminar y salir corriendo de esta sensación?
Llegando
la noche, mi personalidad positiva me abandona, y se apodera de mí esta
compañía que me recuerda que no estoy bien, que sólo trato de olvidar y
aparentar una personalidad sana que no existe ni en mis absurdos delirios; pero
qué hago si el olvido no llega, qué hago con el vacío que se encuentra en mi
ser, ese vacío que invade mi alma y mi mente cada noche ante la ausencia que me
dejaste.
La
soledad es mi única compañía, los recuerdos son los únicos que abrazan y
acarician mi alma, mientras mi cuerpo arrinconado en mi cama, con un peluche
entre mis brazos, son mis compañeros cada noche llena de neblina, cada noche
fría para mi corazón, cada noche que me hace sufrir. Siento por mi cuerpo como
la sangre me hierve por completo, mis ojos que todo el día están iluminados de
alegría se inundan de lágrimas, esas mismas lágrimas que nunca pensé derrochar,
al menos no con este sentimiento, no por este motivo. Puedo sentir cómo mis
extremidades se quedan frías y con movimientos inconscientes, cómo mi corazón,
mi garganta, poco a poco se cierra, bloqueando cualquier palabra que desee
salir, cómo mi corazón se acelera cada vez más y más… Todos los recuerdos,
todos los días a tu lado, cada palabra tuya, cada promesa, cada caricia, me
atormentan haciendo de mi vida una tormenta fría y turbulenta.
Siento como toda esta situación hace de mis sentimientos una prisión de la cual no encuentro la salida. ¿Cómo alguien me puede ayudar a abandonar estos sufrimientos nocturnos que me obligan a reprocharme en dónde está mi amor? Ese sentimiento que todos logran reflejar protegiendo a los demás de las amenazas ante cualquier herida que no lo encuentro en mi interior para utilizarlo y salvarme yo misma. Pero ¿acaso sólo yo vivo esto o todos afrontamos la agonía, la sensación y el sufrimiento en silencio? ¿Acaso todas las personas fingimos una personalidad muy distinta a la que nos acompaña en la soledad? ¿Y si vivimos en una falsedad? ¿Y si todo lo que mostramos es mentira y cada persona enfrenta sus propios miedos, sus propias angustias en compañía de la soledad?
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