“En lo más profundo de mi mente, ya morí”
LO QUE SIENTO DESPUÉS DE ESO
Kenia Yamileth Ortiz Leal
Aun se
escuchan mis sollozos entre los rincones de mi hogar, aunque no quieras
escucharlos, los vas a poder notar.
En mi
cuerpo hay cicatrices de cuando la pasé mal, a simple vista no se notan, pero
si me preguntas te las puedo mostrar, puedo contarte la historia de cada una de
ellas y conmigo podrías llorar.
En lo
más profundo de mi mente siguen rondando aquellos susurros aterradores,
aquellas palabras tajantes que alguna vez alguien dijo mirándome a los ojos. En
lo más profundo de mi mente sigo culpándome por algo que no hice, que no fue mi
culpa, que no merecía y ni siquiera busqué. En lo más profundo de mi mente, ya
morí.
Ya no
sé si estoy viva o quedé atrapada en un sueño eterno, en un sueño del cual no
puedo salir. Desde aquel suceso cuestiono mi existencia, si debería de estar
aquí, supongo que aún no encuentro la respuesta y eso significa tener que seguir.
Vivir se ha vuelto complicado, ha sido un trabajo arduo; no sé cómo explicarles
que duele levantarme y saber que no soy como antes.
Las
cosas han cambiado desde aquella noche de verano, perdí toda esperanza y me
quedé sin confianza. El calor ahora quema más. El verano ya no se siente igual.
Sigo
recorriendo toda la ciudad, buscando lugares nuevos para frecuentar, pues a los
que iba antes me traen un recuerdo amargo, unas ganas de llorar y una necesidad
de salir corriendo al mar. La ciudad está llena de mis tristezas, de mis versos
y de unos cuantos besos, pero, sobre todo, está llena de mis suplicas por
sentirme bien, de mis amores no correspondidos y de muchas malas decisiones que
en momentos de vulnerabilidad tomé.
Podría
seguir escribiendo, pero eso sería condenarme a seguir sufriendo. Escribir saca
todo de mí, aunque a veces me hace volver a vivir.
Comentarios