“Si eres para mí, ahí estarás si no, sé lo más feliz que puedas y disfruta de ti y de tu familia lo más que puedas. Te quiero mucho y cuídate mi niña”
¡GRACIAS Y SÉ FELIZ!
Javier Valenzuela Rodríguez
Con
lágrimas en mis ojitos, llegaron los días en los que menos pensé y más propuse,
muy dentro de mi tenía esperanza de que esto funcionara y que tú regresaras,
pero creo que por ahora es mejor poner mis sentimientos en pausa, creo que lo
más difícil de soltarte y dejarte ir, será cuando recuerde las risas, los
chistes y los momentos lindos que pasamos; qué raros nos puso la despedida, qué
fría y distante estás ahora, la sonrisa que teníamos al vernos simplemente se
nos borró, los ojos dejaron de brillarnos, debe ser porque nuestra razón era estar
uno con la otra, pero ya no estamos.
Llegaste
a ser esa persona que nunca quise que se fuera de mi vida, esa persona que, con
sólo un mensaje, una mirada movía todo mi mundo, me ponía feliz de sólo verte,
nunca me voy arrepentir de haber estado a tu lado ni de haberte conocido,
llegaste a mi vida por algo y estando a tu lado entendí, comprendí y aprendí
muchas cosas, tanto buenas como malas, despertaste en mí una gran ilusión,
incluso llegué a soñar un futuro junto a ti. Fuiste una etapa muy linda en mi
vida, fuiste alegría en mi vida, pero esa alegría se convirtió en llanto dolor.
Agradecido
estaré contigo porque llegaste en el momento en el que más necesitaba de
alguien, hoy te recuerdo como una hermosa historia en mi vida, la cual fue linda
e inolvidable, aprendimos uno de la otra, también fallamos, pero sólo estoy
aquí en estas líneas agradeciéndote porque siempre estuviste conmigo, por haber
sido mi compañera en ese tiempo, que feliz me sentí de tenerte... Construimos
un mundo que no pudimos mantener, la vida nos fue injusta pero las cosas pasan
por algo, y fue lo que nos tocó vivir, lo que tuvimos nos llevó muy lejos, pero
aun así, el viaje ya terminó; y me duele tanto el corazón, las lágrimas corren
de mis ojos porque no me es fácil decirle adiós a la persona que hubiera
querido el resto de mi vida; me encantaría pedirte el favor de que nunca te
olvides de mí, porque yo jamás lo haré.
Amé
cada mirada con esos ojos tan hermosos, cada beso que te regalaba en la frente
antes de marcharme, cada risa que me sacabas con tu palabra “come cola” y yo te
contestaba “me das un pedazo”, cada caricia, cada mensajito que con sólo uno
brincaba de alegría, amé tus celos, tu felicidad, tus locuras, tus aventuras,
tus berrinches de niña pequeña, amaba como me sentía protegido por ti, tus te
amo, tú cariño, cada parte de ti me fascinaba porque eras perfecta ante mis
ojos, nuestros momentos juntos cómo olvidarlos, son únicos, hay ocasiones en
las que puedo verte, incluso, hasta sentirte en los lugares a los que fuimos,
ojalá pudiera regresar a esos días, quisiera regresar al día que tuvimos la
plática donde me dijiste que jamás te irías de mi vida, de lo mucho que me
querías y lo mucho que amabas estar a mi lado, pero esos recuerdos son los que
me hacen y me motivan a escribir esto. no sabes lo difícil que es el proceso de
sanar, de soltar, de dejar atrás a alguien que no quieres que se vaya de tu
vida. Con lágrimas en mis ojos, te pido que por favor jamás olvides cuánto te
amé, tú y todos lo saben, te di el amor que yo necesitaba, pero no estoy
arrepentido de eso, jamás olvidaré que te amé con todas mis fuerzas, pero ni
eso fue suficiente, para seguir luchando por nuestro amor, no me queda nada más
que agradecerte por haber sido parte de mi vida, siempre tendrás un espacio muy
especial en mi vida y mi enorme corazón.
Se me
salió el alma y se me partió el corazón el pensar que de un día para otro
cambiaste completamente; permitir irse a quien quiere irse y abrazar todo el
dolor y saber que aún sin mí, sigues estando bien, no sabes cuánto lamento que
lo nuestro no haya funcionado. Nunca olvidaré el día que nos conocimos, porque
recordaré que ese día llegó alguien especial a marcar mi vida de una manera
maravillosa, le doy gracias a Dios por permitirme conocerte, pero es momento de
darte tu espacio, de dejarte ir, de permitirte que seas feliz y puedas sanar,
quiero verte feliz, quiero verte bien, si estás bien, yo lo estaré el doble; no
sabemos que nos tenga preparado el destino, pero todo lo dejaré en sus manos, si
eres para mí, ahí estarás si no, sé lo más feliz que puedas y disfruta de ti y
de tu familia lo más que puedas. Te quiero mucho y cuídate mi niña.
Comentarios
Saludos desde Saltillo amigo