“La diversidad cultural es valiosa y la interculturalidad puede ayudarnos a vivir juntos de manera armoniosa”
¿QUIÉNES SOMOS Y CÓMO NOS MOLDEA EL MUNDO?
Michelle Zazueta Salazar
La
cultura y la identidad son dos cosas que se mezclan en nuestras vidas, son como
dos ríos que se encuentran, pero siguen siendo distintos. Primero, hablemos de
la cultura. Básicamente, La Cultura es todo lo que hacemos en grupo: cómo comemos,
hablamos, nos vestimos y lo que creemos. También incluye la música que
escuchamos, la comida que nos gusta y las historias que compartimos. Pero,
¿cómo se relaciona esto con nuestra identidad?
La
Identidad es algo más personal. Es quien somos en nuestro interior. Lo que nos
hace únicos. Nuestra identidad es como una mezcla de todas nuestras
experiencias, creencias, valores y, sí, de nuestra cultura. Pero aquí está el
truco, ¿nuestra cultura forma nuestra identidad o es nuestra identidad la que
cambia nuestra cultura?
Para
entenderlo, pensemos en nosotros como hojas flotando en un río. Desde que
nacemos, la cultura nos rodea y nos lleva en su corriente. Aprendemos el idioma
de nuestros padres, adoptamos sus costumbres y creencias y vemos el mundo como
ellos. La cultura es como el agua que nos rodea, nos impregna y nos forma.
Pero, mientras crecemos, también empezamos a cambiar la cultura.
No
somos sólo pasajeros en este río cultural, también tenemos control. Nuestra
identidad es como un barco en ese río. Podemos elegir cómo navegamos, qué
partes de la cultura adoptamos y cuáles dejamos atrás. Así que nuestra
identidad influye en la cultura tanto como la cultura influye en nuestra
identidad.
No
todos somos iguales en este río cultural y eso es lo que hace que la diversidad
cultural sea interesante. Imagina un río donde cada barco es diferente,
aportando algo especial a la corriente. Esta diversidad hace que nuestra
cultura sea rica y llena de vida. Es como un mosaico, donde cada pieza es única
y necesaria.
Sin
embargo, esta relación entre cultura e identidad también puede causar
problemas. Cuando nuestras identidades chocan con lo que la cultura dice que
deberíamos ser, pueden surgir conflictos. A veces, esto se ve en debates sobre
lo antiguo versus lo nuevo, o sobre cómo mantener tradiciones versus abrazar
cambios. Estos debates son como la chispa que mantiene viva la conversación
cultural.
Otra
cosa importante es cómo la identidad puede llevar a estereotipos y prejuicios.
Si basamos nuestra identidad en la cultura, es fácil juzgar a otros por ser
diferentes. Pero cada persona es única y compleja, y juzgar a alguien sólo por
su cultura es simplificar demasiado.
Así
que es necesario encontrar un equilibrio entre celebrar la diversidad cultural
y tener una identidad colectiva, porque podemos aprender de otras culturas. La
interculturalidad significa aprender de culturas diferentes, apreciar las
diferencias y encontrar cosas en común. Esto no significa perder nuestra
identidad, sino enriquecerla con lo que otros tienen para ofrecer.
En
resumen, nuestra cultura y nuestra identidad están entrelazadas, pero también
somos capaces de dar forma a nuestra cultura. La diversidad cultural es
valiosa, y la interculturalidad puede ayudarnos a vivir juntos de manera
armoniosa.
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Saludos, José Manuel Frías Sarmiento