“¿Podrán los Nuevos Profesores de las Nuevas Escuelas, con el Nuevo Enfoque Educativo, transformar el contexto que, hoy por hoy, nos impide disfrutar nuestro país?”






NO SÉ USTEDES

 

José Manuel Frías Sarmiento

 

No sé Ustedes, que han viajado por el mundo, cómo la vean desde su experiencia, pero ¿a poco no sería chilo caminar por la ciudad sin miedo a que te maten, te asalten o te levanten? O a los que nunca han salido de donde siempre han vivido, pero miran en las películas que hay lugares donde la gente sale en las noches sin peligro de que le quiten su carro o le arranquen del cuello su cadenita de oro; o los que van a la playa, ahí nomás cerquita, por unas horas, con la zozobra de que se metan a su casa y le roben el televisor y la licuadora. Ta’ cabrón, verdad, vivir así. El asunto es que ya casi nos resignamos a sobrevivir en ese manojo de nervios, dando gracias a Dios de que cada noche regresemos a casa sanos y salvos los que salimos a trabajar o a estudiar. O si te asaltan decir: Qué bueno que no te pasó nada, con lo que suspiramos porque no nos mataron, aunque nos hayan arrebatado la quincena, la tranquilidad y el anhelo de vivir y de morir en paz.

Ésa es nuestra vida en ésta… y en muchas otras (casi todas) ciudades y pueblos del país que tanto queremos y del que no nos queremos ir (unos porque no queremos y otros porque no pueden hacerlo). Por eso es que brotan cuadros de ansiedad, depresión, neurosis y patologías emocionales diversas que nos provoca el temor de vivir enjaulados, con gruesas varillas y puertas de metal, aunque nos ahoguemos al impedir el paso del aire caliente que, de alguna manera, refrescaría el denso y tenso ambiente cotidiano que azora el entendimiento y atenaza la garganta en un grito anticipado y contenido. Unos, enjaulados en sus hogares; y otros, amurallados en privadas de menor o mayor seguridad, con barras y portones de acceso, con cámaras y guardias de vigilancia, con sensores de luz y de movimiento para alertar de un posible intruso y hasta monitoreo a distancia por compañías de Seguridad Privada y control en tiempo real en lap top y celulares de amplia gama, en aquellos con mayor poder económico. Y, aun así, Nadie se siente seguro en la Ciudad, en el campo o en la calle.

Hay mucha violencia en el ambiente. Hay miles de armas en las calles y en los carros que circulan en la ciudad. Hay mucha gente dispuesta a todo para conseguir lo que quiere, aunque no sea de su propiedad. Hay mucho temor y un mar de angustia en los cuerpos, mentes y corazones de quienes son presa del mal que les rodea. Y hay una enorme e incomprensible calma en los que están para brindar seguridad a la población de la ciudad en la que ellos y sus familias sufren lo mismo que los demás. ¿O también ellos sufrirán el temor y la angustia contenida?

Y, con todo este caldo de cultivo para el desamparo moral, yo me pregunto si la Nueva Escuela Mexicana, con el Humanismo Mexicano que se pregona desde lo alto, podrá incidir para que, al menos, cambiemos la horrible sensación de inseguridad que nos rodea.

¿Podrán los Nuevos Profesores de las Nuevas Escuelas, con el Nuevo Enfoque Educativo, transformar el contexto que, hoy por hoy, nos impide disfrutar nuestro país?

¿Cómo podremos los Maestros, además de crear Situaciones de Aprendizaje adecuadas al nuevo Codiseño Curricular de la NEM, desaparecer la atmósfera de inseguridad e inestabilidad emocional que nuestros alumnos llevan de sus casas y calles a la escuela, para que aprendan y disfruten del saber con alegría y esperanza en un futuro tranquilo y promisorio?

No sé Ustedes, pero yo no encuentro la punta del hilo de esta azarosa madeja educativa.

Comentarios


No sé Ustedes, amables y queridos lectores, cuál sea su perspectiva. Yo sólo escribo un relato para abrir hilo y dejar que salga la charla que construya un diálogo impostergable en las aulas, si es que de verdad queremos cambiar algo en las escuelas para que incida en la sociedad.

Espero sus comentarios. Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Marcelo Tolosa dijo…
Es un panorama muy feo el que se pinta Master Frías, pero esperemos que la educación sea un concientizador para educar a las futuras mentes del pais y por lo menos reducir esos índices. Le mando un saludo.
Uuuuufffff! La escena que describe es muy desalentadora, pero es la puritita verdad la inseguridad en la cd y hasta en la zona rural está a la vista. Por supuesto, salir a la calle sin el temor a nada es lo que se desea. Pero ¡oooh mundo cruel! No es así. Que nuestra hogar, no hubiera la necesidad decirle al vecino “échale el ojo” hay te encargo de el changarro, mientras salimos de vacaciones…

La NEM y los profesores. Somos todos. Pareciera que los profesores son los salvavidas de lo que sucede en la sociedad, al enfrentar los grandes problemas de antaño. El Sistema capitalista, y todo lo que emergen en ello provoca esta gran bola de nieve que va y viene con tantísima desigualdades… y de ahí me parece tanta inseguridad lo que me traer a la mente la obra Los Miserables por Víctor Hugo, tal cuál.

Saludos 🖖
Estimados Marcelo y Maria Luisa, la realidad es difícil y dura y la Escuela debe de ser Caja de Resonancia de lo que acontece en la sociedad para ayudar a explicarla y entenderla y plantear salidas a ese embrollo; pero pocos son los que se atreven, por lo menos a leer, escribir y comentar. Y así disminuye la posibilidad de cambio y transformación. Por más que se diga y re-diga, si los profesores no leen, no escriben y no dialogan, poco se podrá hacer para cambiar, pues la voz y la palabra van primero
De acuerdo, es correcto la palabra y la voz (diálogo verbal) van primero. Pocos se atreven, a debatir quienes verdaderamente conocen a pie, para transformar. Hagamos lo que corresponde y quizás más, por un sentido humano SERVIR…

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