“Ahora me ando revisando las uñas de los pies y de las manos para que no me vuelva a pasar lo mismo de estar con mis uñas decoradas y ser la risión de los demás”
EL ESMALTE DE UÑAS
Rumualda Sainz Rodríguez
Mi
nombre es José, estoy casado, tengo dos hijos, mi esposa se encarga de los
quehaceres del hogar, pero en este tiempo mi esposa se puso a estudiar para
poner uñas acrílicas, yo salgo desde temprano al campo ya que yo trabajo de
ingeniero agrónomo por lo cual desempeño diferentes labores: estoy a cargo de
algunas personas para la siembra de hortalizas, aplico químicos a las plantas,
hasta en ocasiones me subo al tractor a realizar algún trabajo, pero la semana pasada me puse a trabajar con el
tractor y no supe ni como sucedió que me golpeo el pie, recuerdo me dolía mucho,
la verdad casi lloro.
Pero uno que es hombre pues le da pena llorar
y pues me aguantaba el dolor, más porque me daba pena con unos compañeros del
trabajo, los cuales me ayudaron a levantarme y me llevaron a un pequeño
consultorio que allí en las oficinas del campo se encuentra, para lo cual, pues
me iban sosteniendo dos compañeros, uno por cada lado, ya que yo no podía
caminar por mí mismo, luego la enfermera que está allí pues pidió que me
quitaran el zapato para ver la herida.
¿Qué creen
que pasó al momento que me quitaron el zapato y el calcetín? Mis amigos
soltaron la risa y yo sin saber por qué, ellos empezaron a tomar fotos al pie y
la doctora empezó a revisar el pie, a lo cual si era algo serio la herida, y
mis amigos no paraban de reír y mejor se salieron del consultorio, luego
volvieron y yo les pregunté qué pasaba, por qué esas risas y qué creen que había pasado, pues como
les comenté al principio mi esposa estudiaba eso de poner uñas y pues ella en
la noche, ya que yo me dormía, se ponía a practicar en mis uñas los diferentes
decorados que le enseñaban en la escuela y yo, sin darme cuenta, pues ese día
en la mañana se me hizo un poco tarde y ni cuenta me di lo que había hecho.
Ah,
pero allí no termina todo, que la doctora del consultorio dijo que me tendrían
que llevar al Seguro porque necesitaba curaciones más a fondo y medicamento más
fuerte y que allí pues solo era calmantes para dolores y heridas severas, aah,
pero yo pues no quería que me llevaran porque allá también se darían cuenta de
mis uñas y pues sería la risión de todos, a lo cual les dije a mis amigos “yo
no voy así, necesito que ustedes vayan y busquen una de esas cosas para quitar
esta pintura de las uñas, pero ellos no querían ir porque pues eso es para
mujeres, pero al final siempre fueron con vergüenza y risas a la vez de no
saber cómo pedir eso en la tienda, pero por fin lograron conseguirla y
regresaron, aaaah, pero lo bueno fue para quitarme la pintura pues porque ellos
no sabía empezaron a quitarla con papel, pero luego la enfermera les dio
algodón y con eso poco a poco se quitó, pero hubieran visto… me dolía mucho,
pues eso es como alcohol, ah pero me
aguantaba el dolor ya que no quería pasar otra vergüenza en el hospital.
Después
de durar como dos horas en el Seguro, me curaron y me pusieron inyección, luego
me dijeron que ya me podía ir a mi casa, a lo cual mis compañeros me llevaron,
pero hubieran visto cuando llegué a la casa y que mi esposa me miró, rápido me
preguntó que sí que me pasó y yo le dije que me había golpeado el pie; pero eso
no fue lo bueno, le contesté, sino las burlas que viví por tu culpa por andar
ensayando en mis pies tu decorado de uñas mientras yo estaba dormido, a lo cual
ella sólo se soltó riendo y diciendo: “yo jamás pensé que te fuera a pasar esto
y es que la verdad se me olvido quitarte el esmalte”.
Y ahora ¿qué creen que hago en las mañanas al cambiarme antes de irme al trabajo? ahora me ando revisando las uñas de los pies y de las manos para que no me vuelva a pasar lo mismo de estar con mis uñas decoradas y ser la risión de los demás.
Comentarios
Saludos y gracias por esta viñeta de humor real. José Manuel Frías Sarmiento