“El éxito o fracaso dependerá de quien nos rodeemos”

DIME CON QUIEN ANDAS Y TE DIRE QUIÉN ERES

 

Miguel Alapizco Pazos

 

La felicidad es un sentimiento increíble, nos llena de emoción, dilata nuestras pupilas, nos vuelve eufóricos, es éxtasis total. La negatividad está a la orden del día, es un estado de ánimo que permanece, se puede decir, casi todo el tiempo. La positividad es, para la mayoría, un privilegio que sólo los locos poseen. Jamás olvidemos que el mundo le pertenece a los locos. Triunfar se cree reservado para una exclusiva y afortunada minoría que nació en cuna de oro, y esto último es una mentira total, ya que cualquier ser humano, con una mente fuerte, una voluntad con carácter y un espíritu rebelde, lo puede lograr.

No es fácil rodearse de gente positiva y que busque triunfar; pero, debido a la envidia que genera el ser diferente e ir en contra de lo tradicional y conservador, el principal obstáculo estará en casa y dependerá de cuántas ganas se tengan de triunfar en serio para desechar la negatividad y encontrar el camino del optimismo.

La felicidad es contagiosa. Cuando estamos con las personas indicadas, todo lo podemos aprender. El ser humano tiene en su cerebro el musculo más poderoso de todos, no existe nada que no se pueda aprender, todo está en retar con determinación a nuestros paradigmas para transformarlos y convertirlos en lo que ahora buscamos ser. Ése es el obstáculo más difícil, reprogramarnos, ya que será ir en contra de la corriente, como salmones, río arriba.

Jamás olvidemos que el éxito o fracaso dependerá de quien nos rodeemos. Los hábitos se aprenden, al igual que las costumbres, en este punto es donde nuestra capacidad de adaptación se pondrá a prueba; si nos rodeamos de personas positivas, optimistas y que busquen triunfar o ya sean triunfadores, el proceso hacia el emprendimiento que realicemos será mucho más fácil, pero debemos estar dispuestos a sacudirnos el lastre que nos impide avanzar o progresar, sin importar quién o qué sea ese lastre.