“Debemos conocer más, buscar nuestros puntos de interés para empezar a aprender de verdad”
LOS
LADRILLOS DEL EDIFICIO VIEJO
Danna
Cecilia Orrantia Guerrero
El edificio parece que se
derrumbará en cualquier momento. Desde lejos se aprecian los agujeros que tiene
ya en algunas partes. Si te acercas verás que la pintura ya es casi inexistente.
El enjarre está raspado, parece que lleva años y años abandonado. La parte de
atrás no tiene más que algunos ladrillos apilados, unos tienen mezcla en medio
y otros se encuentran uno sobre otro, parece hasta un juego de niños, algún
travieso que quiso armar una montaña para distraerse.
Ese edificio es la Educación,
esa que tan abandonada está; los pilares o bases, son nuestros directivos, los
que buscan sostener el edificio, ser un apoyo y un resguardo para él; son los
albañiles y arquitectos que intentan, con mucho esfuerzo, mantener el viejo
edificio en pie; son nuestros maestros, esos que siempre buscan como acomodar
mejor todo para que sea estético, que logran hacer que encaje y se sienta
cómoda toda la estructura. Mientras que los ladrillos que le dan forma a ese
edificio viejo somos nosotros, los alumnos; todas las piezas son importantes,
pero se les pone un peso extra a los ladrillos porque sin ellos no existiera
ese edificio, no se pudiera sostener. Por último, tenemos a la mezcla, esa que
va entre cada ladrillo; la mezcla es el conocimiento que cada alumno contiene, el
que pasa de alumno en alumno, porque recordemos que si obtenemos conocimiento
debemos compartirlo, así lo poco que yo digo y conozco, aunque crea que no, puede
ser un gran descubrimiento para el otro.
Los ladrillos de ese
edifico viejo duramos años y años preparándonos, para un día conseguir un
título universitario y empezar a trabajar en algo que a lo mejor soñamos
siempre ejercer, o en algún trabajo que conseguimos por la falta de dinero en
casa. Pero, entonces, ¿Sólo estudiamos por estudiar? ¿Sólo estudiamos para conseguir
un título?
Esas preguntas rondan
mucho por mi cabeza, no me siento obligada al momento de asistir a la escuela,
mi etapa universitaria es la que más me ha gustado en todos mis años como
estudiante, me siento libre, confiada y por primera vez en tantos años me
siento capaz e inteligente; no considero que esté estudiando por estudiar, pero
tampoco creo tener una respuesta certera para la segunda pregunta, estudio
porque la pedagogía me gusta. La educación es compleja, contiene mucha
historia, conceptos importantes y un gran contenido a debatir, platicar y
compartir; todo ello me interesa, sin embargo, el grado en que lo hace puede
ser juzgable y es ahí donde nacen las dos preguntas anteriores de nuevo, se
crea un bucle interminable en mi cabeza y no consigo respuesta.
Soy uno de esos ladrillos
que conforman ese edificio viejo, pero soy uno de esos que tienen mezcla
arriba, que si alguien intenta empujarlo para que se derrumbe no podría, está
bien cimentado en esa pared; es por ello que me lastima ver otros ladrillos que
está a nada el albañil de ponerle mezcla para que no se suelten, pero duda, no
porque él no considere que no merezcan formar parte de esa pared, sino porque
nota que son esos ladrillos los que constantemente se alinean más hacia una
orilla, como si ellos quisieran no estar ahí; aunque tienen muchas capacidades,
oportunidades y el conocimiento para estar mejor cimentados que muchos de los
ladrillos que ya tenemos mezcla, todo está en el valor y la confianza que se
tengan a sí mismos, hacia donde dirijan su mirada y a qué cuestiones le presten
el enfoque suficiente; por desgracia, el ámbito educativo es uno de los
enfoques que menos tiene prioridad, aunque los alumnos sean más que capaces y
se encuentren llenos de conocimiento, éstos ponen primero aspectos a lo mejor
más sociales y preferimos decir: “X, somos chavos” antes que enfocarnos en lo
que nos ayudará a cumplir con éxito todas las metas que nos propusimos.
Ese edificio se
derrumbará algún día. La mentalidad de los ladrillos no cambia, por más que los
albañiles o arquitectos les den consejos y más consejos o implementen didácticas
nuevas para que les llame la atención los contenidos de la materia, no
consiguen que les presten más de diez minutos de atención; para ellos existen
muchas cuestiones que merecen más atención que la educación. Algunos ladrillos
prefieren sólo cumplir con la función que según les corresponde y no buscan
aportar más allá de lo que se establece, no tienen en cuenta que cualquier acción
que ejerzan no es para darle más beneficio al centro educativo, a los
directivos o maestros; es para que ellos logren cosas mejores, aquellas que
jamás hubieran imaginado. Sobresalir del resto no es malo, siempre y cuando sea
de forma positiva y por méritos propios, bien merecidos, pero prefieren sólo
ser ladrillos que conforman un edificio tan viejo que se derrumbará cuando
menos lo esperen, aunque la advertencia ronda día con día en su entorno.
Nuestra generación tiene
tantas herramientas para lograr una revolución educativa, pero nosotros no lo
vemos posible; preguntémosle a cualquier estudiante que se dedique a la
educación, ¿Qué es la educación? Y entonces nos daremos cuenta de lo poco que
nos importa lo que se supone será nuestro futuro, nuestra vivencia diaria
durante muchos años que prestaremos servicio. No conocemos muchas cosas que son
básicas en educación primaria. Es preocupante y más cuando se le culpa sólo al
sistema, porque “eso no nos lo enseñaron”, “nosotros no lo vimos así”, “es que
la educación en México es mediocre”.
Desde hace muchos años
que se sabe del gran estanque en el que se encuentra la Educación, que cada vez
intenta salir de él y sé que algún día logrará avanzar, sólo justificamos
nuestra ignorancia culpando al sistema deficiente; con eso no llegaremos a
nada. Si no te lo enseñaron en la escuela debería ser ese motivo suficiente
para entonces aprender por tu cuenta.
Nuestros maestros no nos
enseñaron a usar un teléfono, laptop o computadora, ni como ver videos en YouTube
o perder horas y horas en TikTok; sin embargo, lo sabemos hacer y el sistema no
tuvo nada que ver en que lográramos ese aprendizaje. Debemos conocer más,
buscar nuestros puntos de interés para empezar a aprender de verdad, mostrar
interés en el quehacer educativo si buscamos llegar en un futuro formar parte
de él.
Los arquitectos y
albañiles están cansados de buscar nuevas formas innovadoras de seguir
manteniendo en pie el edificio; y nosotros, los Ladrillos, ni siquiera nos
damos cuenta del esfuerzo tan gran qué hacen ellos, junto con las bases de ese
edificio; todos buscan un mejor futuro para nosotros, procuran que nuestras
habilidades las desarrollemos para obtener la mezcla que nos mantendrá sólidos
y formar, oficialmente, parte de esa pared, Nosotros, los Ladrillos seguimos
sin darnos cuenta de todo eso, es como si tuviéramos un espectacular tapando la
pared en la que deberíamos formar parte y este espectacular no nos permite ver
el retroceso tan grande que hacemos día con día.
Cambiemos eso desde ya, seamos
ladrillos que tengan mezcla arriba, pero que tengan mucha mezcla, tanta que,
aunque un terremoto intente tumbarnos, no lo consiga; salgamos de sólo ser esos
ladrillos que un niño de preescolar alguna vez apiló; salgamos de ese edificio
viejo y empecemos a rellenarlo, pintémoslo para se vea rebosante de
conocimiento, moderno como el aprendizaje que buscamos implementar y fuerte
como lo son esos ladrillos que conforman lo que alguna vez fue un Edificio Viejo.
Comentarios
Danna, has escrito una interesante y bonita alegoría de la Educación, de sus escenarios, de sus actores y de la importancia y consecuencias de construir bien o mal tan importante edificio educativo. Cada vez más, con cada texto lateral, me convenzo de la necesidad de abrir y de mantener estos canales de reflexión y de divulgación del Pensamiento Pedagógico de los alumnos universitarios.
Ojalá y quienes tienen capacidad para decidir, un día se atrevan a dejar volar las ideas, sin las restricciones burocráticas que limitan el conocimiento y la creatividad educativa.
Felicitaciones, José Manuel Frías Sarmiento
Siempre será la Educación en mejor pilar dentro de la sociedad....
Alma Beltran
Luego haces una transición muy importante que va enfocado en el alumno y tocas dos puntos muy importantes: 1) Como aprenden otras cosas fuera del programa educativo (TikTok) y 2) Los esfuerzos que hacen los directivos por prepararlos y de plano no se dejan.
Parte de el éxito, para que sea un edificio que brille, es que los alumnos tengan "hambre".
Me da gusto que seas un EXCELENTE "ladrillo" y también me da muchísimo gusto que te sientas feliz y confiada por tus estudios que elegiste.
Te mando saludos.