“Me dije, dale un pequeño giro ¿por qué no hablar de las cosas buenas de la vida?”
“IDEALISTA, ME DIJO”
María Luisa Álvarez Piña
Borré:
descomposición social, revolución de consciencias y el otro lado de la moneda que
llevó por nombre al principio este pequeño texto; porque de nuevo me vi al
cuestionar ¿otra vez, María? intentando escribir sobre lo que no está bien, lo
mal hecho en la sociedad. Ver o, más bien, leer las imágenes de la prensa local
ante los acontecimientos tristes en calles que no me es ajeno, como tampoco del
mundo como mujer y maestra de grupo. Entonces, decidí no seguir por esa ocasión,
pues me resultó más de lo mismo y, lo peor, desolador, sin solución, ante las
injusticias sociales que van y viene. Me dije, dale un pequeño giro ¿por qué no
hablar de las cosas buenas de la vida? Pero esto me resultó todavía más enredo.
Cuesta trabajo enumerar cuáles. Y es ahí, donde las palabras en letras del psicólogo,
terapeuta, humanista llegó al repetir en mis noches de insomnio: el ser humano
es cruel hasta consigo mismo, pues le cuesta trabajo decir las cualidades,
fortalezas, bondades que se tiene porque no las conoce, quizás por el temor de
entrar a profundidad. Le parece más fácil decir y enumerar una gran lista de
todo lo malo de sí, del otro y lo que sucede alrededor. A cambiar el chip metal,
es decir, ver el otro lado de la moneda, las bondades de la vida en toda su
magnitud.
A decir verdad, se
es castigador hasta de lo que no es propio. Cuando debería ser lo contrario
tenderle la mano al afligido, el hombro al que sin saber a bien no tuvo un día
agradable o sencillamente silenciarse por momentos para encontrar tranquilidad
y armonía ante lo que agobia. El otro lado de la moneda es apreciar un día como
hoy, que estamos respirando y ¿Por qué no? tararear la melodía que interpreta
Mercedes Sosa: gracias a la vida que me
ha dado tanto…Y en el alto cielo su fondo estrellado, y en las multitudes al
hombre que amo… El lenguaje artístico es alentador,
quizás no para todos, pero aligera las ansiedades y el gusto de la nada.
Es una lucha constante, dejar
de lado las injusticias sociales, desigualdades. Pero de lo bueno hay legados,
es decir, discursos escritos que arrullan por instantes a la mente y al sentir.
El accionar al formar parte de la historia: la hermandad entre los humanos,
el cultivar la compasión nos hará felices. Filosofía que tiene sentido por George
Washington, quien trató de crear una
nación capaz de sostener la paz con sus países vecinos. Las intenciones
del otro pueden tener un poder que abren la mente con sentido de revolución de
consciencias.
¿Por qué no escribir de lo
bueno de la vida? ¿Y que puede ser? El ciclo
de vida, lo pequeños que somos como planeta tierra ante el majestuoso Universo,
todo aquello que asombre al humano para bien. Conectar con los grandes
pensantes, quienes apostaron a la hermandad, la compasión por el otro para ser
feliz. Intento llevar en mis alumnos lo que inspira, hay que creérnosla que
tenemos un gran trabajo ante la mente del infante y del estudiante. Unas de las
profesiones más importantes por los grandes cambios que puede generar la
consciencia humana para transformar a un país en desigualdades…idealista no lo
sé. Él me dijo que sí.
Es de madrugada, el sol
se avecina. Empieza una jornada más, un día para anteponer la querencia hacia
una misma, es prioridad. No es fácil, desaprender.
¿Qué otras cosas buenas
tienen la vida? El sol, la luna, las estrellas, el majestuoso Universo, ante lo
diminuta que soy. Lo que me sorprende con alegría. Las ocurrencias e
ingenuidades de los infantes. Un lago, aunque a veces sólo sea imaginario o,
bien, tumbada sobre la hierba, nomás por ver el alto cielo… la neblina. Observar
el río, mientras el viento juega o baila haciendo ondas en el agua medio
verdosa. Tomar una taza de café, mientras llueve sin relámpagos y esperar el
olor a tierra mojada. Un pájaro que recolecta en su pico ramitas secas para
construir su nido. Un grillo cantor que me acompaña. Observar a las hormigas en
hileritas acarreando cosas para su escondite en el bultito de tierra. A la
Estrellita sacudiendo su cola al verme entrar a casa. Un buen libro que me
refugia de las miserias humanas. Sólo
esto puedo describir como unas de las tantas cosas buenas de la vida. Él
repitió: “Eres idealista y rara”.
Comentarios
Estimada María Luisa, ser idealista es una hermosa actitud en la vida y también es muy criticada por los que sólo aspiran a las satisfacciones materiales, inmediatas, volátiles y presuntuosas. Pero quienes se afanan por hacer de este mundo un espacio mejor para la vida y la convivencia humana, jamás dejaremos de pensar que todo puede ser mejor; y aunque sea con nuestros escritos en un desbalagado Blog, contaremos que sí, de verdad, las cosas pueden ir mejor.
Saludos, un abrazo, tu amigo, José Manuel Frías Sarmiento
Estimado Maestro José Manuel, copio y pego: jamás dejaremos de pensar que todo puede ser mejor; y aunque sea con nuestros escritos en un desbalagado Blog, contaremos que sí, de verdad, las cosas pueden ir mejor. Cierto es, que educar la mente y más lo socioemocional es complejo pero satisfactorio. Creérnosla se encamina a un logro personal y profesional.
Me parece que leer nos hace más humanos, sensibles... Y que a través de la escritura El Blog da la oportunidad de expresar lo que aprieta el pecho.
Estimado amigo Ing. Tolosa, ¡muchas gracias! por darse el tiempo de leer y comentar. Me es grado sus palabras, y pues acá de nuevo incorporándome con pequeños textos que el Maestro Frías me hace el honor de compartir. Le envío también un saludo.
Gracias a ambos comentaristas.
Bonito domingo, que estén bien todos los agregados de este desventurado Blog.