“¡Aaahh, pero de todos modos estoy muy chiquito pa´ usted! Cuando yo sea más grande usted va a estar viejita”

 

MUY CHIQUITO PA´ USTED

 

María Luisa Álvarez Piña

No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

Eduardo Galeano

 

En la clase. Los alumnos en cercanía a la preadolescencia cumplieron con la tarea. Poemas impresos y otros de su autoría. A temprana hora la maestra indicó que leyeran los poemas. Expresar el lenguaje escrito al cultivar las relaciones humanas, la amistad y el amor aún más el 14 de febrero Día de San Valentín, quien fue un sacerdote católico que sirvió en Roma, que también fue médico y vivió en Italia durante el siglo III d.C. San Valentín se hizo famoso porque celebraba matrimonios a escondidas, pues muchas parejas estaban enamoradas y no podían casarse legalmente en Roma porque el Emperador Claudio II  lo prohibía. Al enterarse de que San Valentín celebraba bodas a escondidas, ordenó que fuera detenido y lo sentenció a muerte.

La maestra tenía que conocer un poco sobre dicho personaje que, año con año, se festeja para expresar el eterno amor por la otra persona, obsequiar regalos, besos, abrazos, promesas y demás acciones bonitas… aunque sólo sea ese día, contento estamos. Entonces pensó: no vaya a ser que pregunten quién fue San Valentín, con eso de que “hay se los dejo de tarea” Eso ya es cuento viejo. Los niños de hoy no son inocentes, tienen la mente muy abierta. Entonces terminaría explicándoles que San Valentín, antes de que se cumpliera el castigo, el Santo escribió una última nota a Julia, alentando a permanecer cerca de Jesús y también para agradecerle por haber sido su amiga. Al final de la nota firmó: “De tu Valentín”. Esto fue lo que inspiró a las personas para que comenzaran a escribir cartas de amor. 

Ya terminada esta breve historia para niños, pidió que de manera voluntaria dieran lectura a los poemas. De pronto se quedaron sordos y mudos. Un silencio total. Pensó que no habían escuchado así que, de nuevo repitió ¿quién desea leer el poema? Nadie dijo un ¡Yoooo! Efusivos o emocionados por leer poemas de amor o desamor. Las miradas fijas hacia el pizarrón, a la pared, al techo u otro lugar, pero no hacia la maestra. ¿Por qué no quieren leer? Hasta que algunos se animaron, con voz baja y entre dientes.

Grey: ¡Ahhh! Maestra, es que nos da pena.

Felipe: Es que leer poemas es reírse de nosotros, echarnos burla los compañeros y luego el ¡uyuyuy! ¡¡eaeaaa! Qué si quien me gusta del salón o de otro grupo, a quien se lo escribí o me dirán que soy cursi.

Cierto. Algunos se rieron.

Pero son textos impresos que escribió otra persona, no ustedes. No son escritos por ti ¿o sí? ¿Por qué les da pena? Si los poemas enamoran, es lindo ¿qué no? Mientras tanto, seguía un silencio angustiado, tímido, inseguro, apretado, ahogado. Entonces, para relajar el ambiente grupal, (la maestra señala con el dedo índice hacia la parte de atrás donde está sentado el alumno Gabriel) para leer un poema de Alfonsina Storni. Escuchen, vamos a suponer que yo estoy enamorada de Gabriel, que Gaby es mi novio. Pero él, de inmediato, interrumpe a la maestra con sus ojos desorbitados: ¡ahhh profe estoy muy chiquito para usted! ¡Gaby lo sé! te dije que vamos a suponer, de mentiritas. Bueno cambio la explicación, vamos a suponer que Gaby es mi amigo, compañero de clase, es más olvídense de Gaby diré un poema para todos, sin pensar que va para alguien en especial o que me echarán burla. Es decir, que tú leas el poema así nomás.

Cuando nos damos la oportunidad de leer y escuchar un poema bonito este puede enamorar, a mí me gusta. Qué importa si eres cursi o no. Ser cursi no es malo, al contrario. Puedes estar enamorada de la naturaleza, sentir admiración por su belleza o de lo que te trasmiten las palabras con sentido de amor. No me parece cursi leer poemas, mucho menos sentirlo. Es ser una persona integral y holista que sabe apreciar lo bonito que le presenta la vida, los momentos existenciales ¿no lo crees así? Gabriel le pide a la maestra que lea el poema de Alfonsina Storni:

“Mas no lo maté con

arma, le di una muerte

peor: lo besé tan

dulcemente que le partí

el corazón”.

 Él, con palabras juguetonas, aclara de nuevo: ¡Aaahh, pero de todos modos estoy muy chiquito Pa´ usted! Cuando yo sea más grande usted va a estar viejita. Algunos se atrevieron a leer los poemas, entre risas y burlas que afloraron en el salón de clase.

 

Para todos los niños del mundo que juegan con sus sueños y

van por la vida con su alma olorosa a caramelos.