“Tengo la fortuna de desempeñar un oficio en el que no hay jubilación, nos jubilan los lectores, ni siquiera nuestros editores”
THE ONE WHO RETREATS SPIRAL
María
Luisa Álvarez Piña
No pienso que haya
alguien tan loco como yo. Si Dios me ha dado la salud y la fortaleza, para
haberlo hecho durante tantos años, el mérito sería entonces de él, no mío.
Porque no hay muchos méritos en hacer lo que a uno le gusta; y escribir me
gusta tanto que ojalá tampoco lo oigan mis editores, aunque no me pagaran, yo
seguiría escribiendo.
Empecé con eso, yendo a
las delegaciones, a las comisarias a entrevistar a los ladrones, a los asesinos
fue mi primer empleo; reportero de nota roja, después de ser reportero a
escribir una columna, la escribía para mí, y luego empecé a llevársela al
director del periódico y el cometario más expresivo fue: mmmm ese fue su
comentario. Pero yo, lo desesperaba y le seguía llevando una y otra columna y
al día siguiente otra, y otra, y otra.
Un día en el café donde
nos reuníamos los reporteros, de repente llega uno de ellos y dice: ¿ya vieron
una columna que sale en el Sol del Norte? ¡esta buenísima! Y le dije, ¿quién
firma esa columna? La firma un tal Catón. Pedí el periódico y era una de mis
columnas. Me fui corriendo al periódico, todavía no tenía mi cochecito; ¡oiga
Don Carlos y esto! Esa es tu columna, ya va a salir todos los días. Oiga ¿y eso
de Catón? Me dijo: así te vas a llamar. Vale decir que él me escogió el nombre,
no lo escogí yo. No me gusta el seudónimo aquí lo confieso.
Son cuatro columnas,
cuatro artículos que hago cotidianamente y que escribo los 365 días del año,
pienso que soy entre todos mis colegas el único loco que escribe todos los
días, como digo 365 días del año, con una excepción cuando es año bisiesto que
son 366 días al año. Hay quienes se sorprenden de que el mismo escritor haga
las dos columnas, y cuando todavía era las épocas de las cartas, algunos de mis
editores me hicieron llegar, sobre todo de señoras que se quejaban de los
chistes de Catón y decían: “debía ese señor aprender de su colega vecino de
página Don Armado Fuentes Aguirre”. No sabían que Catón y Armando Fuentes
Aguirre eran el mismo.
Tengo la fortuna de
desempeñar un oficio en el que no hay jubilación, nos jubilan los lectores, ni
siquiera nuestros editores. Quienes nos retiran son nuestros lectores, lo míos
no me han retirado todavía, sigo escribiendo para ellos y ellos siguen leyendo
lo que escribo.
Si me es permitido una
cita usaré una que usan los pragmáticos norteamericanos y ellos dicen: The one who retreats spiral; el
que se retira expira y como yo no quiero expirar todavía, no me retiro y sigo
como la mosca bordoneando veraz y empecinadamente.
https://www.elnorte.com/libre/players/mmplayer.aspx?idm=103603&te=100&ap=
Cuando llega a mis ojos,
mente, emoción algunas notas interesantes en contenido de entrevista por
alguien que ha desempeñado su laboral u oficio con tanta pasión y entrega
durante toda la vida me parece digno de traerlo textualmente, para compartirlo con
quien gusta de la lectura y, quizás desconoce la información. El escritor y columnista “Catón”, lo empecé a
leer hace un buen tiempo en un periódico local, al principio me dirigía a sus
chistes, y al igual que las señoras que él menciona, desconocía que Catón era
Armando Fuentes Aguirre. Por razones de la vida, del transitar y la atención a
otros tiempos dejé de leer sus columnas. Pero hoy, estimado lector, lo traigo
en este breve texto recopilado mediante una video entrevista. Su manera de
escribir me parece muy amigable, sus narraciones al mezclar el sentido
humorístico, sarcástico; su estilo propio que va de la picardía al análisis
político, la historia y reflexión de vida con sus populares columnas De Política y Cosas Peores y Mirador; siendo el editorialista más
leído en México. Al escucharlo, me atrapa lo que describe, el sentido de vida
de lo que ha experimentado, narra con alegría, sus ojos, su voz, su expresión
facial lo dice todo; su pasión escribir. Conecta al lector de tal manera, que
permanece y como bien dice: Sigo escribiendo para ellos y ellos siguen
leyendo lo que escribo. Desde luego, que en gusto se rompen géneros. Lo que
puede ser bueno para mí o digno de compartir en literatura, quizás para el otro
no lo es tanto. Pero ahí, está.
Sólo he adquirido un
libro de Armando Fuentes Aguirre (de tantos que ha escrito) Cuentos de todos
(y de otros también) picaría, reflexiones, pillerías y meditaciones. Prólogo:
en la vida hay de todo, lo sabemos. Tiempos de reír y tiempos de llorar; días
de felicidad y días de pena. Por eso, este libro se llama “Cuentos de todos”.
Contiene relatos de risa loca, como antes se decía, y hay también historias que
mueven la reflexión o que proponen un pensamiento acerca de la existencia
humana. He de confesar con pena lo digo, no he terminado de leer dicho libro
desde el 2016 adquirido en Sanborns, no porque tenga 347 páginas sino porque…
¡no! No hay escusas mujer. Tengo la mala costumbre de acumular algunos libros
sin terminar de leer, por completo. Entonces, me taladra la conciencia y me
digo: en algún tiempo no lejano lo terminaré, eso espero.
El desempeño del otro
visto con gran fervor, entusiasmo, gratitud, es de admiración e inspiración.
Escuchar a través de un corto video no más 5 minutos 47 segundos, dotado de hermosura
al observar a un apasionado de su oficio con 80 años de edad, con tantas ganas
de seguir haciendo: “Escribir me gusta tanto… y no quiero expirar
todavía”. Quien se retira está muerto.
Vete leyendo… Nació en Saltillo, Coahuila. (generoso, admite: “Nueva York es un poco más grande, Roma un poco más antigua y París un poco más conocida. Pero Saltillo es otra cosa”). Cursó la carrera de abogado, tiene maestrías en Lengua y Literatura Españolas y en Ciencias de la Educación, fundador de la Facultad Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila… Junto con su esposa María de la Luz, sostiene desde hace más de 30 años un comedor para niños campesinos. Autor de numerosos libros, todos ellos éxitos editoriales, escribe diariamente para más de un centenar de publicaciones.
Comentarios
Gracias por atraer las miradas hacia la escritura de Armando Fuentes Aguirre, el APA o el Catón, como también firma sus otras columnas.
Felicitaciones y gracias por tu presencia y comentario en la Presentación de ayer.
Tu amigo, José Manuel Frías Sarmiento
También, en sus textos siempre nos trae referencias literarias dignas de regresarnos a volver a leer. Y en esta ocasión me da gusto que haya traído a relucir a Catón. Famoso por particular estilo de escribir. Yo también lo leía hace tiempo. Sin duda alguna digno de leerse.
Le mando un saludo , y me dio gusto verla en la presentación del libro "El Pescador y La Sirena" de ni mas ni menos, el único e incomparable, El Master Frías, con sus atinados comentarios.
Saludos.
Ing. Tolosa como bien dijo el Mater Frías, ayer en la presentación del libro: escriban, no suelten la idea. Así que, desarrolle su idea. Estaré esperando.
Catón un escritor y columnista digno de ser compartido. Su sentido del humor lo transpira, (la escritura debe estar conjugada con buen sentido de humor y disfrute) una vida literaria con tanta trayectoria me es un placer traerlo, y que bueno que Usted al igual que el Maestro Frías lo conocen más que yo.
Saludos cordiales.
Adán Apodaca
Sé que hay muchas referencias interesantes, a formas de sudar la mano para escribir: Catón, Germán Dehesa, Jorge Ibargüengoitia,... Conviene recordarles, así como lo hace usted.
Reconozco su talento y agradezco su esfuerzo por estructurarlo en esta forma. Salud y vida.
A la orden...
Ing. Tolosa, Dr. Enrique, Dr. Adán por sus comentarios. En la presentación del libro el Pescador y la sirena, me fue un placer conocerlos. Figuras conocedoras de pedagogía, de trayectoria en la educación. Me es un honor que ustedes se tomen el tiempo para leer lo que expreso, es decir, intentar sacudirme un poco esa cabeza bien hecha que hay desenredar la ideas como mencionó el Maestro Frías en el evento para seguir aprendiendo.
Ustedes que conocen más que yo de literatura, motivan para seguir creyendo fervientemente que escribir es una manera de liberar el pensamiento, de apreciar las historias con sentido humano de otros como Catón y de los que hacen mención. Desde luego, que es bueno traerlo porque ellos son inspiración que en la educación tenemos que seguir tocando piedra, abriendo surcos. Espacios libres de creación, tertulias literarias y puedan darse citas los estudiantes formadores de docentes y en servicios. Parte del sentido de escribir.
El crecimiento humano, no solo se mide a través del conocimiento adquirido en las aulas escolares; si no también en las experiencias compartidas, en los encuentros, en los diálogos que no acerca a las opiniones diversas por quienes conocen de libros y del amor por ellos. Es un crecimiento interno que vale más para mí, porque escribir entrelaza la simplicidad de la vida misma, intentando desarrollar ¿Qué hago aquí? La escritura es un encuentro con uno mismo...
Saludos a los comentaristas y a los que quizás lean lo que escribo los más de 420 agregados a este Blog
Bonito domingo.