“Quiero volver a asumir riesgos en mi vida. ¿Y qué tengo que llevar en un viaje así?”







LA MALETA DE LOS SUEÑOS

 


Octavio Aristeo Angulo Romo

 

“Emprende y haz tus sueños realidad. La vida es una y debes aprovecharla”
Aristeo Angulo

He recibido muchos NO´s a lo largo de toda mi vida. Mi primer amor platónico me dijo NO, la entrevista de trabajo que había soñado y por la cual había luchado gran parte de mi vida se fue a la basura, el permiso para irme de viaje con mis amigos me fue negado, esa hipoteca denegada, esa cena romántica que nunca se realizó, el “Te quiero” que nunca pude decir… Muchos NO´s que me han hecho desistir de volver a intentar sueños que tenía y tengo.

Pero esta vez es diferente. Esta vez siento que SI. Nada de excusas, ni pretextos para lanzarme hacia este sueño, a esta meta…

¡LO QUIERO!

El día tiene 24 horas para todos. ¿Y qué distingue a la gente triunfadora de la que no?, Es como emplean su energía, si están enfocados o no, en lo que quieren. Y es lo que voy a hacer, enfocarme en lo que quiero. Todas las horas van a estar enfocadas en la consecuencia de mi meta.

Los rechazos que he vivido a lo largo de mi vida, me han ayudado a darme cuenta de los errores que he cometido y lo que he aprendido de ellos. No me centraba en por qué me habían pasado, sino en para qué me habían pasado.

¡GRACIAS ERRORES!

Para ir por esta meta, tengo que dar un paso, ACTUAR. Una acción valdrá más que la mayor de las intenciones que hubiese tenido hasta el día de hoy. Pero soy yo quien lo tengo que dar, no puedo dejar que nadie lo haga por mí.

Soy lo que hago, no lo que pienso.

Quiero volver a asumir riesgos en mi vida. ¿Y qué tengo que llevar en un viaje así?

Toda buena madre, nos diría que metiéramos cosas por si el tiempo cambia o nos ensuciamos. Pero este viaje no trata de eso.

¿Qué no tendría que llevarme a un viaje así?

·       Desesperanza. Si empiezo sin la esperanza de conseguir un sueño, sin la esperanza de conseguirlo… mejor no intentarlo, si no es todo, mejor que no sea nada…

·       Dudas. Si empezaba a dudar de mí, de lo que podría conseguir, de que sería posible, mal empezaba.

·       Intensión de retirarse a la primera caída. Siempre había querido las cosas para antes de ayer, pero si a la primera caída, ya actuaba como un niño, porque no había salido como yo había querido al primer intento. Mejor quedarme en casa.

·       Que el ego fuera el dueño de mis pensamientos. Al hacer cosas nuevas, el ego y tus pensamientos te van a decir que lo dejes, que no lo intentes, que la vida es mejor como está, te preguntarán para qué quieres cambiarla. Intentarán quitarte la idea de la cabeza. ¿Y ya antes de empezar, quieres abandonar? Me parece que NO.

Vale, ya sé qué no tengo que meter. ¿Pero qué meter para un viaje así?

El plan de vuelo, lo conozco. Sé el qué quiero. ¿El cómo? Luego veremos cómo lo conoceré.

Sigo viendo mi maleta, y te confieso algo, sigo sin saber que meter, no sé qué meter en ella. Tengo delante de mi mí maleta, y aún está vacía.

Ya sé… meteré en ella:

·       Confianza. Confianza en conseguirlo, confianza en que lo sentiré, confianza en que llevo dentro de mí todas las herramientas que necesito para conseguirlo.

·       Entusiasmo. Si comienzas algo que no te entusiasma, no creo que lo acabes consiguiendo, mejor no pierdas el tiempo. Pero si confías en ti, te entusiasmas día a día y crees en tus capacidades y en lo grande que eres y puedes llegar a ser, ten por seguro que lo conseguirás.

·       Pasión. Los resultados no aparecerán cuando tú quieras, sino cuando tengan que aparecer. El éxito no llega cuando tú quieres. Necesitas prepararte y tener pasión por lo que haces.

·       Enfoque y Compromiso. Comprométete con tu meta y enfócate solo en ella. Enfócate en tu sueño, y no dejes que nada ni nadie te desvíe de tu camino. No dejes de soñar, no dejes de luchar y ten por seguro que pronto lo lograrás.

·       Constancia. Subir a la meta, requiere constancia, esfuerzo, disciplina. Por mucho que queramos, no habrá escalera mecánica que nos lleve a ella, si no somos constantes.

¡Uff, cuánto dolor de cabeza para llenar la maleta! ¿Pero por qué la maleta aun así no cierra?

Dudo si es porque ya está llena o porque yo no quiero cerrarla. Es el MIEDO quien me impide hacerlo. Me dice que “no lo intente, que no sufra, que en el sofá se está mejor, que me dará miedo volar, que no seré capaz.”

Pero algo o alguien me dijo “Ya es hora, ya basta de esperar, es la hora de elegirte tú, no de esperar que te elijan”. Es mi INTUICIÓN que me dice que cierre ya la maleta. Es lo que hago, ya basta de hacerle caso al miedo. Ya sé, lo he hecho durante muchos años. No quiero pensar más en el “Qué hubiera pasado si…”

Embarcaré hacia mi sueño. Pero a todos nos gustaría que nos llevaran directamente hacia él. Sentarnos en primera clase, disfrutar del viaje, dormirnos y cuando por fin estuviéramos a punto de llegar, que nos despertaran y ver lo que se ha conseguido.

¡PUES DESPIERTA!

El avión hacia tu sueño lo tienes que conducir TÚ. Te parecerá una locura, ¿a qué si?, pero así son las cosas. La aerolínea hacia tus sueños es la que te pide que seas tú el piloto.

Pero sabiendo el QUÉ quieres, el CÓMO, sale, ve, dale con todo. ¿Cómo? Dando pasos, tocando una tecla, y poco a poco tu avión se irá poniendo en marcha.

Nervios, ilusión, entusiasmo, miedo, es una mezcla de muchas cosas, pero sobre todo de confianza y de ilusión por una visión y eso sí, con ganas, muchas ganas de aprender.

Pero el viaje sé que no será dulce, tranquilo, y nada fácil, sí, para nada fácil, como a todos nos gustaría. Y luego llega la interrogante ¿A qué me enfrentaré?

·       Miedo a lo que estás consiguiendo. Miedo a ver que tus sueños se pueden hacer realidad. Que has superado esos miedos primeros, y que estás haciendo cosas que jamás pensabas que podrías hacer.

·       Comodidad. Viendo lo que estás consiguiendo, no querrás conseguir más, en comparación al inicio. Te sientes cómodo con lo conseguido. ¿Pero quién dice que no puedes alcanzar mayores metas?.

·       Opiniones de la gente que quiere que no lo consigas. Querrán quitarte la idea, que ese no es tu trabajo, tu lugar, tu espacio, que tú no puedes, que es imposible, que hay mucha gente como tú. ¿Quién es esa persona para decir qué puedo o no puedo hacer o conseguir en mi vida?.

Sé que serán momentos de dudas, de querer dejarlo todo. Pero tengo que tener siempre en mente, el compromiso que me hice a mí mismo, antes de comenzar el viaje. Nada de tirar la toalla otra vez. Y si piensas hacerlo que sea en la playa.

Las turbulencias te harán tener un viaje con subidas y bajadas. Con motivación y desaliento. Lo vivirás entre tinieblas, pero la confianza, el coraje y la acción harán que esas brumas se vayan disipando y cada vez se vea más cercana la meta.

Tendré que hacer lo que haga falta. Tendré que ser flexible. A lo mejor tendré que desviarme un poco de la trayectoria, aunque siempre tenga el foco en mi meta.

Estas turbulencias sé que me enseñarán cosas de mí que no conocía. En los momentos críticos de uno, es cuando descubrimos talentos y de que pasta estamos hechos. Pero sobre todo sé que me ayudará a que sí creo, en ello me convertiré. Lo que me hará ganar es querer ganar, y ten por seguro que haré todo lo que esté en mis manos para hacerlo, para conseguirlo.

Sé que será un viaje en el que tendré que sufrir, pero jamás abandonarme.

Quiero reescribir mi vida. Cada minuto del viaje definirá lo que será mi vida al llegar a la meta.

El sueño sé qué hará mucho más por mí que yo por él.

No había hecho mucho caso a un refrán que me decía mi abuelita: “Si quieres, puedes”. Pero lo llevo impreso en mi alma desde el principio del viaje. Es un sueño que me hace palpitar, es mi pasión, es lo que quiero hacer y lo voy a lograr, lo estoy logrando.

Por fin se han unido en mí el alma y mi corazón. Lo que siento que tengo que hacer, lo haré antes, durante y después del viaje.

Siempre he pensado que los sueños no se hacen realidad, pero si luchas muy duro día con día podrás conseguirlo, ahora sé que así será, que se hará realidad.

Para los escépticos que no creen en los sueños, les dejo lo que he metido en mi maleta: confianza, pasión, entusiasmo, compromiso y mucho amor. La tienes a tu disposición si quieres. Los sueños se hacen realidad, las metas que te propongas se pueden alcanzar, lo digo así tal cual como lo siento.

Ah, pero sobre todo, punto muy importante, no te olvides de tomar algo para el mareo, porque el viaje siempre estará lleno de curvas.

Ah, ya para despedirme, un último mensaje pasa los pasajeros de la “Aerolínea hacia tus sueños”, la felicidad no está en la meta, estará en el camino, en lo que estés viviendo, aprendiendo, conociendo. La felicidad es y será siempre el proceso.

Ya empezó mi sueño, un nuevo viaje… 

Te escribo desde Puerto Vallarta cumpliendo uno más de mis sueños y luchando fuertemente por alcanzar mi meta; hoy después del viaje, abrí mi maleta y me doy cuenta que en ella traigo lo necesario para triunfar, sé y confío en que podré hacerlo, confío en mí, sé que lo lograré…

Tú también confía en ti y podrás lograr todo lo que te propongas.

Y tú, ¿Qué viaje quieres emprender?, ¿Qué te acompaña en tú maleta?, ¿Qué tienes metido dentro de ella?, ¿´Por qué no cierras tú maleta?...

Comentarios

Estimado Aristeo, has vuelto a caminar por el sendero de los sueños y en el trayecto harás y desharás muchas maletas, de las cuales sacarás lo que ya no te sea útil para cargarla con nuevos aprendizajes que te ayudarán a ser una persona como lo anhelas ser.
Quienes te conocemos, sabemos que aprovecharás esta nueva oportunidad que la vida te ofrece, y que regresarás del viaje cargado con renovadas ilusiones y mucho más conocimiento para servir a la sociedad, a tu familia y a ti mismo.

Felicitaciones. José Manuel Frías Sarmiento
Muy buen texto compañero Angulo, seguramente muchos de los que leemos su prosa vamos a seguir su ejemplo de llenar la maleta con las cosas necesarias para realizar ese gran viaje de la vida. Celebro leer este día un texto tan estimulante como el suyo. Felicitaciones.
Un abrazo desde Los Mochis
Adán Apodaca
"Sé que será un viaje en el que tendré que sufrir, pero jamás abandonarme... Y mucho amor"

Gracias Aristeo, buen texto reflexivo.

¿Por qué no cierro la maleta? Muy buena pregunta, como respuesta se trabaja en ello.


Saludos cordiales.
Feliz estancia en Puerto Vallarta
Carlos dijo…
Excelente texto como a los que nos tienes acostumbrado Aristeo, muy motivador y plasmando realidades contadas con una claridad excepcional. Saludos.
Marcelo Tolosa dijo…
Muy buen texto desarrollado. Desde la examinación de nuestras barreras hasta el descubrimiento de nuestras capacidades. Espero y este viaje le siga ayudando a romper mas metas. Te mando un abrazo.

Entradas más populares de este blog