“Viéndolo por donde les dé la gana mirarlo, es un hito editorial en medio de una pandemia y en un contexto cultural en el que poco se lee y menos se escribe todavía”

HACE UN AÑO QUE HOY SE CUMPLE EN ESTE DÍA…

 

José Manuel Frías Sarmiento

 

Hace un año, como dice la canción, se nos ocurrió, sin ningún FODA de por medio, y sin ninguna Reunión Académica para analizar los pros y los contras de tan fútil ocurrencia, empezar un Blog con relatos escritos al puro y más libre de los pensamientos, como siempre lo hemos hecho, a despecho de muchos puristas del lenguaje y de los cánones APAistas para redactar hasta un comentario construido al alimón. Así nomás, parado al pie de la escalera de una muy pequeña casa, su casa, mi casa, nuestra casa, lo pensé en voz alta, no tan alta, pues, porque la casa, esa que les digo en la que vivo con mi familia, es en verdad muy pequeña, casi casi de interés social, aunque sea más interesante por las tertulias, charlas y discusiones que en ella surgen de repente y sin pensarlo; ahí, en ese contexto, surgió esa quimérica idea, sin un profundo análisis previo y sin una agenda con ruta crítica, sin guiones didácticos ni rúbrica para corroborarlos. Ah, pos ahí mero, pensando de pie, le dije a mi hija Miriam Lizbeth, casi en el mero inicio de esta méndiga pandemia que nos agobia con tanto dolor y pérdidas humanas irreparables, le dije que por qué no enriquecíamos el Pensamiento Universal con el pensar de quienes, a fuerzas, estábamos acuartelados en casas tan pequeñas como la de nosotros, que también es la de Ustedes, como decimos los que venimos de rancho y fuimos bien educados por nuestros padres, campesinos sin doctorados pero con un enorme caudal de cultura verdadera, de la buena, pues. Ella, mi hija, se detuvo en el 15° escalón de los 17 que tiene la escalera que comunica con los cuartitos de arriba, me respondió con regocijo, emocionada por tener una actividad más de las cuatrocientas que realiza, que Sí, que con mucho gusto empezaríamos a escribir lo que miramos, lo que sentimos, lo que pensamos y lo que se nos ocurra con esta imaginación tan disparatada que ambos tenemos.

Ande, pues, ya picó el bagre, me dije para mis adentros, y luego le pregunté: ¿oye y si invitamos a Renato para que los relatos sean mejores? Ya ves que él es un narrador nato, y no por lo de Renato, sino porque le gusta platicar de las cosas que recuerda, en acato a la máxima del Gabo de que ‘la vida no es la que vivimos sino la que recordamos para contarla’. Y, dicho y hecho, que le marco a Renato que ahora, por la pandemia, reside y vive en Aguaruto, para retarlo a escribir un relato cada semana; así dije, porque pensé: con siete locos que amarre para esta idea escritural, ya tenemos un texto para cada uno de los siete días de la semana. Así creí que alimentaríamos un Blog que apenas se gestaba en los meandros del pensamiento disparatado de este cerebro, que siempre da cabida a las más absurdas pero divertidas empresas que cobija, para dar paso a la expresión escrita de gente a la que los que saben no les dan chanza de publicar en sus libros y revistas. Y con esta bronca de la pandemia, pos menos, ya que el presupuesto se agota y los requerimientos institucionales ahorcan las pocas palabras que los chamacos y los incipientes escritores, ya de un poco más edad, se atreven a pergeñar.

Ámomos recio, le dije a Lizbeth, ya tenemos a Renato, y con él ya somos tres; así que búscale cómo, con tus amigas que saben de computación y de comunicación digital, para que nos apoyen con la creación de un Blog, que, hace un año, yo jamás ni conocía alguno de ningún bloguero de ninguna parte; pero sí había escuchado de una muy famosa en Cuba y de otra por allá en países muy lejanos, que hasta por la ONU la invitaron a compartir lo que ella escribía y publicaba en su Blog. Ah, pos me dije, entonces, nosotros hagamos el nuestro y contémoslo al Mundo las geniales tonteras que se nos ocurren, encerrados en los reducidos metros cuadrados de nuestra, suya también, casita en la que vivimos, Rosina, Lizbeth, yo y, cuando viene de Guadalajara, Sergio. Hay ocasiones en las que la población aumenta en esta casa, y es cuando están Pau y Rigo. Y entonces el ambiente mejora y la diversión aumenta. Eso en tiempos de pandemia, porque sin ella, los jueves hacíamos una buena chorcha con Renato, Gaby, Carlos y Clarisa y, a veces, Laura y Sandra, que se agregaban a convivir, mientras degustábamos unas sabrosas enchiladas del suelo, un rico pozole de espinazo de puerco con harto chile colorado, una codornices bien asadas traídas de El Batallón, o unos sabrosos tacos de carne asada con su guacamole y salsa de varios tipos; acompañadas con aguas frescas de temporada, café, refrescos, cerveza o vino tinto, y, en ocasiones, un trago de Woodford Reserve o un caballito de Reserva de la Familia, del compa José Cuervo, para aclarar un poco las palabras en la charla.

Ánene, cue, las ideas se corporizaban y Paulina organizaba, junto con Lizbeth, la estructura de un Blog a la que ellas llamaron: relatosfrias.blogspot.com. Y lo subtitularon como Cuentos y Relatos. Y ya nomás quedaba que nos pusiéramos a escribir. Renato se comprometió con un texto sobre su vida campirana en Campo Romero; Lizbeth con algo de la Pandemia y el enérgico reclamo del Universo; y yo, con reflexiones sobre la llegada del Covid y el arte de la pedagogía. Pero, entonces me acordé de mis amigos del Colectivo de Académicos Escritores que siempre escriben para las revistas y los libros que coordinamos para la UPES y para la UAS; y me dije, ¿Pos qué tal y los invito a esta disparatada idea de publicar sin que nadie nos patrocine, ni mucho menos nos respalde ni nos haga más valiosos, con el ISBN y las Siglas Institucionales, tan preciadas para muchos escribidores intelectuales? Y ándale que todos respondieron al unísono, con un montón de textos que en poco tiempo acabalamos los Cien Primeros de este Blog. A todos ellos les agradezco el gesto y la bondad para escribir con alguien que no les brinda prestigio ni pedigrí cultural para sus currículos. Hubo algunos fortuitos, que siempre los hay; otros, fueron y volvieron; una, por ahí dijo este texto les presto y ni uno más, aunque a la fecha tenga 742 lecturas. Pero, por fortuna, hubo quienes se mantuvieron al pie de la escritura y publicaron cientos de páginas hasta completar, entre todos, casi las 700, Setecientas páginas, escritas y publicadas en apenas un año de vida de un inopinado Blog que surgió de una idea, imaginada al pie de una anticuada escalera en una pequeña casa, desde la cual, encerrados con nuestros pensamientos, escribimos y coordinamos un espacio virtual por el cual circulan, de un lector a otro, más de 300’000 palabras, 326,996 para ser exactos, en 672 páginas escritas por un abigarrado y variopinto conjunto de escritores que no temen al ridículo de escribir lo que se les antoje y venga en gana publicar.

¿Si se dan cuenta de la, para nosotros, proeza intelectual presente y manifestada en este Blog? Iren, de fijo somos ocho los que mandamos textos de manera constante, a veces con interludios de espera casi desesperantes; y entre ellos, hay uno de muy buena pluma que hace meses no publica nada con nosotros, sabemos que afronta situaciones difíciles y, por eso, sigue en el ánimo de sus amigos, los escritores de este espacio digital, al que esperamos, de verdad, se reincorpore pronto, por él, por nosotros y por ustedes, los lectores que a veces nos dejan un comentario por ahí. Hay, también, cómo no mencionarlo, un gran escritor que sólo nos ha prestado tres o cuatro de sus textos, pero, en cambio, ha comentado el 90 por ciento de los más de 200 publicados. Y hay que decirlo con palabras claras y profundas: es nuestro amigo, el Ing. Marcelo Tolosa, quien se autonombró con mucho acierto, por cierto, el “Comentarista Oficial del Blog”. Y, también, un poco después, casi en el primer tercio del Blog, empezó a leernos y a honrarnos con sus comentarios, la maestra Maira Lorena Corrales Zazueta, que se distrae de sus actividades académicas y administrativas para brindarnos su tiempo y leer y comentar lo que publicamos, no sólo en este Blog, sino también en otro, escrito por puros estudiantes, bajo la denominación oficial relatosfriascolectivo estudiantil.blogspot.com. Y, para rematar la cosa, el Ing. Marcelo nombró a cuatro de los ochos escritores de planta como “Las Plumas Pesadas de Sinaloa”, una de las cuales es el escritor que les digo hace meses no publica nada con nosotros. Y esa denominación nos comprometió a escribir más, pero siempre con la mente liviana y el verbo claro y coloquial.

Ah, pos, les decía, que hace un año que hoy se cumple en este día, empezamos a escribir, un día sí y el otro también, hasta que de un de repente llegamos a las dos centenas de textos asentados en el espacio virtual relatosfrias.blogspot.com. Un pequeño bonche de cuentos y relatos escritos en menos de lo que canta un gallo tartamudo. Eso, viéndolo por donde les dé la gana mirarlo, es un hito editorial en medio, no sólo de una pandemia atroz y aniquilante de vidas y de sentimientos, sino, lo que es también importante, en un contexto en el que poco se lee y menos se escribe todavía. Ándele, pues, en ese escenario un tanto mostrenco y un mucho iconoclasta, es en el que un grupo de locos escriben y escriben para sostener la lectura presente en las líneas de este Blog que hoy, 15 de abril del año corriente de 2021, cumple su primer año de vida. ¡Qué bonito, verdad! Pero qué malo que no podamos, en colectivo y frente a frente, descorchar unas botellas y brindar por este esfuerzo y logro colectivo, del Colectivo de Académicos Escritores.

La pandemia nos orilló a buscar nuevos espacios editoriales que embonaron a la perfección para resarcir la pérdida de un espacio institucional que siempre nos arropó y que, hoy, bajo nuevos y más rigurosos reglamentos editoriales, será casi punto menos que imposible que publiquen las locuras que nosotros escribimos. Ni moños, dicen que dijo La Pelona, la red virtual es más generosa y nos brinda espacio para la expresión sin cortapisas de citas, sin abstrac en inglés, sin comités editoriales y sin árbitros a ciegas que santifican a los escritores que son merecedores de publicar. Aquí, en este primerizo Blog, la única regla es pensar y escribir. Nomás eso. Y ya. Pero vieran cuán difícil es, a veces, conseguir que se escriba de esa manera. Unas ocasiones, porque la pantalla no acepta lo que escribimos y se mira muy feo y lo borramos; en otras, porque andamos hechos la mocha del tingo al tango, para cumplir con los guiones didácticos establecidos y subir actividades a Moodle y calificar al ritmo del SIICE; mientras damos conferencias a rostros inamovibles y mudos a través de Zoom y de Google Meet. Y también, porque algunos académicos se resisten a dejar la teta escolar que les nutre de lo que ellos deben escribir y de cómo es que lo tienen que expresar, porque si no lo escriben así, pos no cuenta pal SNI, y menos para que se los publiquen en espacios editoriales de prestigio reconocido y avalados por certificaciones institucionales. Y, nosotros, unos pobres venaditos que habitan en la serranía, pos damos gracias a Diosito que nos permite, por el Blooger, publicar lo que la vida cotidiana nos susurra y, a veces, nos restriega por toditita la cara; ¡ah, y ni modos que no la miremos y no nos dé por escribirla! Aunque en muchas reuniones, de esas serias e intelectuales, a nadie parezca perturbarles esa terca e insidiosa realidad. Y ellos sí hablan bonito, no como nosotros que escribimos puras tarugadas. Sí, ellos hablan muy bien y muy bonito, pero escriben casi casi muy poquito. Y publican más poquito todavía. Por eso, en este Primer Año de este primer Blog, el gusto nos llena el pecho y le pone más alas a los pensamientos y a las ganas de seguir escribiendo, aunque sea nomás por pasar el rato. Y digo “este primer blog”, porque acuérdense que tenemos otro para los escritores estudiantes que publican los textos que escriben en sus cursos escolares, pero matizados con la escritura y las miradas cotidianas y vitales de sus propias experiencias y reflexiones personales. Algunos de esos escritores estudiantiles, colaboran, también, en este cumpleañero Blogspot.

Por eso es que, en este jueves 15 de abril del año 2021, estamos de plácemes, porque, como reza el segundo verso de la primera estrofa de la hermosa canción compuesta por Felipe Valdés, hoy, precisamente, Hace un año que hoy se cumple en este día, nosotros, los de este Blog de Escritores Laterales, tuvimos una gran ilusión: la de ser escribidores de muchas cosas que pasaban y pensábamos en la cuarentena a la que una malhadada pandemia nos confinó, para contar desde el encierro preventivo y el aislamiento sanitario, las historias que a todos juntos se nos vinieron por montones al pensamiento creativo de una bola de chúntaros intelectuales ansiosos por comunicar sus ideas al exterior, que más bien era nuestro interior, el de nuestra propia identidad, traslapada en muchos de los personajes de los relatos que publicamos.

Y todo esto empezó con una idea imaginada al pie de una vetusta escalera de esta pequeña casa, con un grito a mi hija Miriam Lizbeth, un grito leve, porque recuerden que la casa es casi de interés social, para decirle que si nos atrevíamos a enriquecer el pensamiento Universal con las tontadas que se nos ocurrieran. Luego fue cosa de llamar a Renato y al Colectivo de Académicos Escritores… y la mecha se prendió.