HAY DIFUNTOS Y DIFUNTAS
José Manuel Frías Sarmiento
A un montón de Profesores
Que eran muy sabios y serios,
La Calaca los llevó
Derechito al Cementerio.
Hizo un rápido recuento,
Más bien parecía un sumario,
Pa’ decir lo que encontró,
Mientras rezaba un Rosario:
“Entré a este Santo Recinto,
Llamado Universidad,
Y hallé un montón de Difuntos
Que no hacían mucho en verdad.
Hay Muertos de todo tipo,
Y de muchas variedades,
Hay Esqueletos muy cultos
Y otros que son especiales.
Hay Funcionarios prudentes
Que les dan brillo a sus puestos
Y hay muchos que en el Panteón
A todos los quieren Muertos.
Hay Calacas Escritoras
Que luchan por la Cultura,
Pero hay también otros Muertos
Que temen a la Escritura.
Hay alumnos y hay alumnas
que Yacen en el Panteón
Porque jamás comprendieron
las reglas de acentuación.
Al terminar su carrera
Hicieron su Graduación,
Todas con toga y birrete
Festejando en el Panteón.
Había Difuntas muy doctas
Que decían que eran Maestras,
Pero a la hora de sus clases
Todas quedaban bien Muertas.
Otros cultos profesores
Presumían de su posgrado,
Sin darse cuenta los pobres
Que ya estaban Enterrados
La Parca se lamentaba
De lo que aquí se miraba,
Pues no parecía una Escuela
El Panteón en que ella estaba.
Halló Muertas Diplomadas,
Sin terminar su Proyecto,
Y en aquel Panteón bailaban
Todas Muertas de contento.
La Muerte no asimilaba
Tamaña felicidad,
Pues ninguna comprendía
Tan infausta Mortandad
Y es que en aquel Diplomado
Se inscribían los Esqueletos
Que no pudieron, de plano,
elaborar su Proyecto.
Todas oraban de hinojos,
Agradeciendo al Eterno,
el no haber ido al Examen
Que les parecía el Infierno.
Las preguntas del Jurado
Les llenaban de impaciencia:
¿De dónde fue que sacaste
Tus brillantes Estrategias?
Y andando por la explanada
Se topó con un Mural
Que narraba la Cultura
De nuestra bella Entidad.
Lo que más le sorprendió
Fue que nadie se fijara
Que al Pintor de aquel Mural
En vida pocos le honraran.
Y así miró pa’ su izquierda,
Y vio parado un Jaguar
Que vigila Eternamente
Este valioso Mural.
¡Ah, chingao, dijo La Muerte,
Onde anda toda la gente,
Pa’ onde quiera que yo veo,
Miro puros Intendentes!
Esta Raza se la rifa,
Limpiando toda la Escuela,
Y en un Ambiente tan Limpio,
El Conocimiento vuela.
A estos Hombres y Mujeres
No tiene caso Matarlos,
Ya los Petateó el Sistema
Con su Mísero Salario.
Ellos ven que los demás
Ganan tanto, tanto y tanto,
Para comprar muchas Tumbas
Por allá en el Camposanto.
Ellos miran que otros Muertos
Con un más alto salario,
Ganan mucho más que ellos
Y no trabajan a diario.
Pero, en fin, dijo La Muerte,
Ya que nada puedo hacer,
Me voy a la Biblioteca
Para ponerme a leer.
Y que llega y mira aquello
Más desierto que un Panteón,
¡Ah Chingao, dijo de nuevo,
No hay ni un Difunto Lector!
No te agüites, le dijeron,
Así pasa en las Escuelas,
Todos presumen que leen
De los dientotes pa’ fuera.
Sí Señor, mas yo pensaba,
Respondió La Calavera,
Que habiendo tantos Maestros,
Al menos uno leyera.
Y toda decepcionada,
Tomó un libro La Calaca,
Para leerlo con gusto,
Acostadita en su Caja.
Y entre libros y revistas
La Pelona recordaba
Los montones de Esqueletos
Que antes por aquí miraba.
Alguien le ganó a la Flaca
Los Muertos que aquí estudiaban,
Al quitar licenciaturas
De Preescolar y Primaria.
Ahora las Pobres Difuntas
Que las quieran estudiar,
Tendrán que ponerse en Línea
Y dos años trabajar.
A las dos Licenciaturas
Muertas en muy mala hora
Las suplen con dos carreras
Que parecen una sola.
Da lo mismo una que la otra,
Al Panteón todos irán,
Por no estudiar pa’ Maestras
Solitas se Enterrarán.
Y si acaso tienen dudas
De lo que La Muerte dice,
Les pido vayan a verla
A ver quién la contradice.
No es fácil en estos tiempos
Decir las cosas de frente,
Pues Calaveras con Power
Te pelan filosos Dientes.
Por eso es que se inventaron,
En los tiempos de Posada,
Estas lindas Calaveras
Que Matan a carcajadas.
Así que nadie se enoje
Ni se haga el disimulado,
La Muerte nos tiene a todos
Un lugarcito apartado.
Da lo mismo si eres plebe,
Rico, viejo, sabio o tonto,
En la Fosa del Sepulcro
Te Enterrarán hasta el Fondo.
Unos dirán que eras Bueno,
Otros dirán que eras Malo,
Pero en cuanto des la Vuelta
Tu rostro será borrado”.
Así terminó La Muerte
Su profunda reflexión
Y con un libro en la mano
Se refugió en el Panteón.
RIP
Comentarios
La Muerte, mis estimados compañeros, es una verdad que nadie puede esconder, ni eludir, ni posponer; a todos nos llega, nos llegó y nos llegará, el cómo la enfrentemos y la asumamos ya es cuestión de cultura individual y colectiva; y los mexicanos, muchos porque no todos, optamos por acogernos a las tradiciones populares que surgieron en contextos socio-culturales-políticos particulares y propios de cierta época y región, para luego extenderse por otros lares y a través de los años y de las interpretaciones multiculturales; pero a todos, de una u otra manera, la Muerte siempre nos llamará.
Entonces, mientras eso acontece, divirtámonos un poco con estos versos que mal que bien alcancé a pergeñar.
Saludos y un abrazo huesudo y cariñoso para todos.
Su amigo, José Manuel
Pero volviendo al tema principal de estos festejos. Sin duda la muerte, es algo que ignoramos y/o abrazamos a lo largo de la vida. Pero que tarde o temprano tenemos que aprender a aceptarla.
Tambien vuelvo a senialar la muy bonita ilustracion que acompania estos versos.
Bueno, lo saludo nuevamente estimado amigo Jose Manuel, y gracias por estas muestras de magistrales de escritura que nos enriquece como lectores.
Sacar una o varias sonrisas ¡Que me ha encantado!¡vale tío! parafraseando a los españoles.
"... pelan sus filosos diente" (jajajaja) y vaya que sí!
Saludos