"Al paso del tiempo generamos nuevas y distintas maneras de comunicarnos."

HABLAR SIEMPRE SERÁ MEJOR

Ilze Daniela Luna Urrea

¿Alguna vez han pensado cómo sería estar en la escuela y no poder comunicarnos?  Pues yo sí. Me imagino que todo sería muy aburrido, hasta podría decir que es como si no existiéramos, como que nuestro cuerpo estaría ahí pero nuestra esencia no, ni lo que somos de verdad. 

¿En dónde quedaría la clase aburrida de la maestra que, con su hablar y hablar, hace que los minutos sean una eternidad? Esa maestra que no se calla por horas y horas; aunque, en realidad, creo que si no hablara tanto su clase fuera más triste y moriríamos de aburrimiento, sin nada de qué hablar y sin nadie a quien escuchar.

¡Hey, esperen un momento…. si no habla nadie en el salón, en dónde quedarían aquellos cerebritos que siempre responden a todo! ¿Qué harían los que siempre sacan diez en todas las materias, los que luchan a toda costa por responder rápidamente a todo lo que la maestra pregunta? 

Y claro que no pueden faltar los tímidos, los que se sientan aislados en aquellas esquinas del salón donde no podemos saber cuándo vienen ni cuando no, porque son demasiados tímidos para notar que están ahí. 

¿Cómo sería la clase si no escucháramos las carcajadas escandalosas de las chicas que no parecen estresarse por nada, las que hacen ver que las materias no les preocupan para nada, ésas a las que si las aprueban bien y si no también? Al menos eso nos comunican con su desinterés. Para mí sería difícil no poder comunicarme ni expresarme de alguna forma, me doy cuenta que todo el tiempo estamos en comunicación, que esto es una necesidad de todas las personas, sin duda alguna. 

Somos humanos por hablar, por sentir y expresar todo el tiempo lo que pensamos; un  ejemplo claro es que al estar en clase nos sentamos con aquellas compañeras que nos simpatizan, que si hacemos equipo es porque algo nos gusta de ellas; y otro ejemplo es que cuando sentimos que alguien no nos agrada se puede notar en nuestro rostro, en nuestros gestos o, incluso, en las actitudes que tomamos; también cuando estamos tristes lloramos o nos aislamos y dejamos todo de lado, eso también se puede dar a notar sin hablar.

Hay tantas formas, y tantas maneras de expresarse que, hasta ahora, creo que yo no podría asistir o estar en un aula conviviendo con personas si poder expresarme, sin poder comunicarme con los demás. El maestro no podría identificarnos o saber cómo somos, si somos participativos, si cumplimos con lo que se nos pide, si hablamos mucho o si no hablamos nada; la comunicación es de suma importancia en la educación, sólo por el simple hecho de que si no estuviéramos en comunicación la clase de todos los días no sería una clase de verdad, con todo y lo aburrida o interesante que ésta pueda ser.

Ahora, después de todo lo que he dicho, ¿te puedes imaginar cómo sería la educación sin la comunicación? Te lo pregunto porque yo no lo sé. Como lo dije antes y lo digo ahora, somos humanos porque la facultad de hablar nos caracteriza, porque la comunicación racional nos hace únicos y seres extraordinarios, y porque al paso del tiempo generamos nuevas y distintas maneras de comunicarnos para aprender a convivir con los demás. Por eso, hablar siempre será mejor.

Ilze Daniela Luna Urrea                                  

Estudiante de Cuarto Semestre                                                                                                            de la Licenciatura en Pedagogía                                                                                                                de la Unidad Culiacán de la UPES