"Mire qué belleza, maneja Moodle, Classroom, Hangouts, Zoom y como cinco plataformas más."

EL SHOCK DEL FUTURO: VERSIÓN PERSONAL
                                                                                                
Adán Lorenzo Apodaca Félix 
Han sido meses muy duros estos primeros cinco del año 2020. Hemos estado bajo la amenaza permanente de los contagios de ese virus azote mundial. Hemos evitado salir de nuestras casas. Cancelamos las visitas de familiares y amigos. Hemos extremado las precauciones en las compras que hacemos. Damos los billetes como si quemaran. Casi tiramos las monedas en un acto que parece irrespetuoso cuando pagamos algún producto. Vemos con infinita tristeza que los vecinos no trabajan y, por lo tanto, no tienen ingresos ni siquiera para comer. Y lo más lamentable, dicen los economistas que los tiempos que vienen van a ser de recesión económica. No entiendo mucho de eso, pero intuyo que va a estar peor la situación. Mal asunto ese.
De pronto, han llegado ordenamientos y conceptos que, por reiterados, se van solidificando en la mentalidad de quien los internaliza: Quédate en casa, confinamiento, sana distancia, aplanamiento de la curva, pandemia, respiradores, intubar (siempre creí que era entubar), nueva normalidad; todos los citados y otros, han generado un pavor colectivo que a los que sí creemos que los muertos son reales, nos han obligado a buscar ocupaciones que en la prisa del tiempo normal no lo hubiéramos hecho, por irrisorias o faltas de fundamentos o provechos: la pandemia  me ha obligado a conocer a fondo las trágicas  historias de Manolete y Paquirri, dos toreros españoles de mitad del siglo pasado, resolver crucigramas, leer y escribir un poco han sido las actividades que desarrollo durante el día, y como en aquella canción de Manuel Alejandro, “procuro cansarme y llegar a la noche apenas sin vida”. Temo que llegue la noche porque batallo para dormirme, y cuando logro dormirme, sueño, sueño, sueño mucho, y no cosas agradables, como las que les detallaré en las líneas que siguen en este escrito.


Como les decía, en el día estoy dentro de lo explicable, bien, particularmente no la he pasado bien; por la noche, seguido, tengo un sueño horrible, sueño que la universidad en la cual he laborado por más de treinta años, se mudó totalmente al trabajo en plataformas y nos despidió a muchos maestros, la causal del despido, es que se iba a trabajar en una modalidad más tecnologizada y los saberes acumulados como capital cultural no servían de mucho en ese nuevo esquema institucional. En el sueño, esto no solamente me sucede a mí, también están en la fila de rescindidos los profesores y profesoras más añosos y añosas de la universidad (así dice Hugo Aboites para no decir profesores viejos). Nuestra incapacidad tecnológica fue determinante para la toma de esa decisión institucional.
En una especie de complicidad onírica el sueño tiene episodios. Ya despedido, me veo tocando puertas en escuelas e instituciones de educación superior donde hay o había conocidos y amigos, explico infinidad de veces a donde voy en busca de empleo magisterial que he leído la Didáctica Magna de Comenio, que leí El Emilio de Rousseau, que entiendo las tesis educativas de María Montessori, que he leído a Claparede, que comprendo las tesis educativas y sociológicas de Durkheim, que entiendo los planteamientos de Dewey, que no me es ajena la obra en su vertiente educativa de Bourdieu, que he leído a Freire, Giroux, Apple y McLaren con sus postulados de la teoría crítica, que actualmente estoy leyendo a Boaventura de Sousa Santos, que la cuestión escolar de Jesús Palacios, las historias de las ideas pedagógicas de Moacir Gadotti y la historia de la educación de Larroyo también las he consultado muchas veces,  me deshago en explicaciones  no pedidas diciendo que sé de Suiza y su ideario educativo, que comprendo lo que se hizo en Finlandia, que me he documentado sobre el enorme esfuerzo de Singapur en materia educacional, que he estudiado con detenimiento los sistemas educativos de Corea, Japón y hasta el de Portugal.
Sueño también que mis interlocutores, después de escuchar mis explicaciones, no pedidas, reitero, provocan el diálogo siguiente:
  • Pues sí, está muy interesante lo que usted ha realizado en su transitar académico, pero mire Apodaca, usted es listo, debe saber que los tiempos a partir de esta nueva normalidad han cambiado, sus saberes son invaluables, sin embargo, debe entender que esto ya no es lo mismo...
  • Sí, comprendo licenciado, pues estamos dispuestos a hacer esfuerzos para adaptarnos a esa nueva normalidad. A la que usted hace alusión.
  • Hoy, usted debe estar enterado que todo en las escuelas funciona a partir de la tecnología, no se puede hacer nada sin el empleo de ésta, usted debe entender que el mundo funciona de otra manera.
  • Sí, como ya le dije hace un momento, yo entiendo lo que usted me está diciendo, sin embargo, deje probarnos en esa nueva normalidad, es un reto del que estoy seguro vamos a superar.
  • Mire, vea este curriculum, este muchacho es muy joven, veintisiete años, le faltan pocos días para cumplirlos, pero mire, que belleza, maneja Moodle, Classroom, Hangouts, Zoom y como cinco plataformas más, que riqueza tecnológica; de esa gente estamos ocupando en las universidades doctor Apodaca, gente que sepa manejar máquinas, plataformas, esa es la que marca la diferencia, podrán no saber mucho como usted pero son expertos para el trabajo tecnológico, poseen competencias mediales como dicen los españoles, de esos queremos…déjenos sus  documentos, en la primera oportunidad lo voy a llamar.
  • Muchas gracias.
Camino hacia mi casa porque de lo que me liquidaron en el antiguo trabajo ya no me queda para la gasolina, cruzando calles voy, mi pensamiento está muy categórico, pienso cómo han cambiado los tiempos, ahora se prefiere a un mozalbete que domine las tecnologías y no a un profesor que sepa, aquella primera condición de los profesores exitosos que deben saber de la materia que enseñan: a nadie la importa.
Como en La Náusea, de Jean Paul Sartre, ese sueño a los días vuelva a aparecer, se repite el onírico formato, empiezo dando la explicación no pedida, el diálogo es el mismo pero con otro interlocutor, otro licenciado o licenciada, y la misma argumentación de las preferencias institucionales por los jóvenes profesores tecnologizados.
Me despierto, me aseo y desayuno, me pongo la ropa con la que habitualmente acudo a mi centro de trabajo, me instalo en el escritorio, abro y enciendo la computadora, estoy a punto de empezar la reunión con el grupo 401 de la licenciatura en pedagogía, lo voy a hacer por zoom, una plataforma muy fácil y efectiva para su manejo, hasta alguien con mediana capacidad tecnológica como yo puede hacerlo, mientras voy esperando a que los alumnos se agreguen, pienso en Calderón de la Barca y aquel poema que dice que los sueños sueños son. Uff, que bueno que los sueños son eso, sueños, si no, quién sabe qué pasaría.

Comentarios

Dr. Adán Apodaca, recibimos con gusto su texto, en un momento decisivo para los cambios en la educación escolarizada; quizás por ser intempestivos, sean más efectivos, porque no les dieron tiempo de perderlo en reuniones de comisiones, ni en crear teams de expertos en todo y efectivos en casi nada.
Ahora todos nos metimos (o no hicieron meternos) en una vorágine tecnológica de la que, estoy seguro, ya no saldremos nunca. Para bien o para enredarnos más las TAC y las TIC, junto con las TEP ya forman parte de la Universidad que conocimos y que ahora se nos muestra novedosa de verdad.
Saludos
LEA-V dijo…
Excelente trabajo narrativo Dr. Adán; que juega y articula con Saberes Pedagógicos de antaño, los cuales no fueron procesados por las TIC (menos por la Tik Tock). Comparto esa versión del Shock del Futuro, no tofleriana; sino apodacaiana. Quizás, así como entró el móvil a las Escuelas (sin pedir permiso, sin cursos, sin manuales), hoy aquella lejana cantaleta de la educación on line/necesariamente A Distancia, ya gana terreno y presencia.

Aguas con su proyección onírica. Por lo pronto mire, estoy migrando a Jitsi and Classroom, al ritmo de la Calesa que describe Milán Kundera, en su novela La Lentitud.

Mi reconocimiento y admiración.

Dr. LEA-V
Norma Campos dijo…
Me encantó el articulo, con una narrativa que refleja una gran profundidad, por lo que provoca en el mundo del magisterio la vivencia actual de esta circunstancia que vivimos. Realidades narradas con simpática pero al mismo tiempo seria actitud; sobre todo, completamente real a mi parecer.
Felicidades! Aprecio enormemente a quienes, como usted, logran narrar con tanta claridad y en un estilo que denota su cultura, un relato que atrapa la atención y anima al buen gusto por la lectura.
Unknown dijo…
DR. APODACA NO SOLO USTED HA TENIDO ESA ESCALOFRIANTE SITUACIÓN ONIRICA, SU SERVIDOR TAMBIÉN LA HA EXPERIMENTADO EN MIS SUEÑOS Y LA SIGUE TENIENDO, PORQUE EN MI CALIDAD DE MAESTRO PENSIONADO O JUBILADO, DEPENDIENDO FRECUENTEMENTE DE LOS DIFERENTES ROLES QUE JUGUÉ COMO: MAESTRO DE GRUPO, DIRECTOR DE ESCUELA, ASESOR TÉCNICO,SUPERVISOR ESCOLAR, Y LO MÁS SATISFACTORIO ASESOR ACADÉMICO DE UPES; ESPACIOS AULÍCOS DONDE PARTICIPÉ EN LA FORMACIÓN DE VARIAS GENERACIONES PRIMERO DE NIÑOS Y JOVENES DESPUÉS DE PROFESORES Y PROFESORAS, ME SUEÑO EN LAS AULAS, TRABAJANDO CON ALUMNOS O CON PROFESORES QUE OPONEN RESISTENCIA AL MANEJO DE CLASES PRESENCIALES, PORQUE QUIEREN UTILIZAR LOS ÚLTIMOS AVANCES DE LA TECNOLOGÍA ELECTRÓNICA. PERO EL PROBLEMA SE ENRREDA Y ME PROBLEMATIZAN CUANDO QUIEREN ATERRIZAR ESOS APRENDIZAJES COPIANDO Y PEGANDO TEXTOS DE PÁGUINAS DE INTERNET.

MI MENTE SE VUELVE UN CAOS Y DESPIERTO A VECES GRITANDO ENOJADO, ESPANTADO O FRUSTRADO PORQUE NO LOGRO QUE MIS INTERVENCIONES DIDÁCTICAS (MATIZADAS CON TRABAJOS EN POWERPOINT,EXCEL, MAPAS MENTALES, UNO QUE OTRO VIDEO O PELÍCULA) SEAN AMENAS COMO ME LO HACÍAN SABER MIS ALUMNOS Y ALUMNAS.

FELICICIDADES AL MAESTRO FRIAS PORQUE SIGUE HACIENDO DE LAS SUYAS
HACER QUE ESCRIBAN EN LOS ESPACIOS DE UPES PERSONAS DE LA TALLA DEL DR. APODACA
Maestro Frías, Estimado Luis Enrique, compañera Campos, les agradezco sus comentarios al texto publicado, me costó mucho trabajo darlo a la luz lectora, el escrito en alguna parte del mismo se presta a autopresunción, eso no me gusta, no es mi estilo hablar de mi persona. Pesa mucho el regaño-consejo de la abuela Tola, "deja que los otros hablen de ti, no seas aprontado".
Motivantes sus palabras para seguir escribiendo.
Un abrazo desde Los Mochis.
Adán Apodaca
DAGP dijo…
Maestro Apodaca, la verdad no he tenido la oportunidad de ser su alumno en UPES pero comparto su reflexión en torno a los cambios tecnológicos, sin duda la nueva normalidad de trabajo los ha orillado a los docentes a tener que experimentar nuevas plataformas jamas empleadas por ustedes, por ello todo mi respeto pues como hijo de la tecnología se que esto no es una tarea sencilla ni mucho menos para ustedes que jamas la habían usado como un instrumento de trabajo, pese a ello reitero mi admiración al trabajo que están realizando con el fin de cumplir a plenitud su profesión docente... Saludos cordiales
David Arnoldo García
NORIS dijo…
Dr: Adán, primero que nada lo felicito por su publicación y comparto su sentir al igual que los comentarios que le hacen con anterioridad sus compañeros y amigos, creo que estos sucesos han hecho cambiar al mundo y a las personas, vivimos en la incertidumbre y con miedos, sin embargo esto también nos viene a traer cosas positivas para todos aquellos que hasta el día de hoy seguimos con vida. Primero estar con la familia, valorar lo que tenemos, valorar el trabajo y porque no decirlo, medir los estados de tolerancia ante ciertas y tales situaciones, como a la que hace mención en su escrito sobre las tecnologías. Este confinamiento nos ha permitido otras oportunidades de aprender y desarrollar habilidades que no sabíamos que contábamos con ellas o que fuéramos capaz de realizar. Es por eso Dr. Adán que valoro su constancia y voluntad ante estas nuevas practicas magisteriales.

Saludos afectuosos.
Armando Tello Valdez dijo…
Estimado Dr Adán: Me es grato leer sobre sus pensamientos y sueños y en la idea del lenguaje olvidado de los sueños que explicará Erich fromm, los sueños a través de imágenes, situaciones buscan dar sentido a nuestras emociones , pensamientos. Algunos miedos que sueña también pueden ser los miedos de otros y soñarlos quizás mas aterradores como es el el ostracismo , despedirlo y mandarlo a la nada. a la soledad. Sin embargo los sueños son explicativos y ahora com mas dificultad tendré que vencer mis miedos preguntandole a los que si saben de eso. Algo bueno tendrán los millennials. creo que tendré que vencer mi miedo de preguntar, dejar de ser maestro y volver aprender. Soñar es bueno, tener pesadillas no lo se. Pero si he de terminar despedido por no saber usar eso creo que debo actualizarme, juntarme con jóvenes a aprender, con expertos porque no me voy a dar por vencido ni aun vencido.

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