“MEA CULPA C-19”
Miguel Ángel Castelo Vega

El anuncio estaba dado, llegaba la pandemia y, como mitote en el rancho, se desplazó rápido por todos los hogares. Hubo que quedarse en casa, encerrado con quien más amas, sólo que no estás acostumbrado a vivir con ellos por tantas horas; convivir con tu familia, por más tiempo del usualmente convenido, fue por algunos momentos complicado. Los roles se empezaron a cruzar: querías, por ejemplo, pedir un favor (mandando) como lo haces en la oficina, y nada… que te topas con pared. Como que aún no te cae el veinte de que ahora estás en tu casa, con tu familia… y ahí nadie manda a nadie; porque cada quien, en teoría, tiene establecido su rol y si puedes apoyar adelante, hay que colaborar.
¡Vaya susto que nos ha metido ese microscópico bicho! Hasta logra que veamos cosas que antes, por las prisas y carreras, no veíamos. Empezamos a reconocer a quienes viven con nosotros. Yo, hasta le hallé un nuevo lunar a mi esposa y me acordé de su segundo nombre, en el preciso instante en el que surgió un momento de fricción.

Y así han pasado los días. He visto salir ropa y zapatos que tenía mucho sin encontrar por ninguna parte. Sin duda, este virus ha traído muchas cosas interesantes a nuestras vidas; como el encontrarte a solas con esos momentos que por las prisas dejamos en el olvido; como el mencionar y regocijarnos con palabras que hace mucho no las pronunciábamos, incluidas algunas maldiciones que le dan color a nuestro vocabulario.
Volvimos a desempolvar algunos libros y desintoxicarnos por momentos del grillete de ser co-dependientes del celular, aprendimos a escuchar el distintivo sonido de un mensaje sin sentir la urgencia de responderlo de inmediato, y dejarlo, incluso, sonar como apagado.

Comentarios
Toca mirar desde adentro, aunque habrá quienes huyan a ello... porque duele. Bueno, eso me parece.
Saludos.
UN TEXTO MUY EVOCATIVO QUE NOS PERMITE REDESCUBRIR ESE MUNDO QUE AHÍ ESTABA PERO QUE NO REPARAMOS EN ÉL PORQUE "ANDAMOS APURADOS" COMO DICE AQUEL POEMA "CUANDO LA TORMENTA PASE".
UN ABRAZO DESDE LOS MOCHIS.
CON AFECTO.
ADÁN APODACA
Soy Sarahí Aguilar, ex alumna de UPES y admiradora (no secreta) de este hombre cuasi perfecto. Le mando un abrazo psicológico.
Rafael hernandez601
Un abrazo para usted.
Ma. Teresa V. Tafoya