“Y de repente lo miré y sentí… cosas / Como pena / Recordé todo lo que habíamos vivido juntos, tantas tardes jugando, tantos momentos mientras crecíamos”
La realidad, El
perdón y Nosotros, Vida mía
Katia Belem Benítez
Bueno
La realidad
Cuando estás con alguien siempre hay un momento en el
camino que se divide, cada uno toma una dirección pensando que al final los
caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más
pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final del camino
estará ahí; pero al final sólo ocurre una cosa, llega el puto invierno. Y de
repente te das cuenta que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes
y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que
todo empezó antes de lo que pensabas... Mucho antes... y es ahí justo en ese
momento cuando te das cuenta de que las cosas sólo ocurren una vez y por mucho
que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la
misma sensación.
El perdón
Si uno supiera que, en el mundo de los dolores, el
extrañar es el más terrible, uno miraría más allá. Abrazaríamos más. Escucharíamos
más. Tocaríamos más. Nos arriesgaríamos más por aquellas cosas que nos da miedo
hacer y que, por no intentarlo, nos quedamos con el qué pudiese haber sido.
Uno no lo sabe hasta que choca con ese agujero en el
pecho y tiene que salir a buscar, en los recuerdos, en el cajón de fotos
viejas, los momentos que ahí quedaron quietos, guardados y eternos.
Los extraño. Duele no recordar cómo olían, su voz.
Perdón. Perdóneme por no poder recordar su risa, esas carcajadas. Se me
complica. Perdóneme, pero no me acuerdo de todo.
No sabía que estas cosas pasaban, si no las habría
guardado conmigo más tiempo. Sólo un poco más. Se me dificulta poder recordar
su figura cuando caminaban, por un momento lo recuerdo, pero después se va. Los
extraño. Te extraño.
En el mundo de los dolores, extrañar te consume, te aniquila. Te parte. No hay remedio. Es como que algo muere dentro de tu corazón y es ahí cuando uno se arrepiente de no haber amado más. Pero ya es tarde. El que extraña aprende a aguantar. Aguantando como puede. Uno aguanta. Otra cosa ya no se puede.
Nosotros
Y de repente lo miré y sentí… cosas.
Como pena. Recordé todo lo que habíamos vivido juntos,
tantas tardes jugando, tantos momentos mientras crecíamos.
¿A ti no te parece triste que a veces dejamos de tener
contacto con personas que en algún instante de tu vida llegaron a marcarlo
todo? Es extraño. Ya sé eso que se dice de que “la vida da muchas vueltas”,
“las personas van y vienen”; pero quizá no deberíamos de verlo con tanta
normalidad. Porque a mí me asusta que el ser humano sea capaz de olvidar tan
rápido.
El caso es que mis ojos se llenaron de agua, como dos
lagunas, como si intentase evitarlo al principio, pero al final no pudiese
contenerlo más, me levanté de la mesa y me fui al baño. Es raro ver como las
cosas cambian de la noche a la mañana o en un sólo un instante.
Vida mía
El tiempo no cura,
tu ausencia no se olvida,
dime tú, vida mía,
cuando has de volver,
que por más que tú no vivas,
yo siempre te esperaré…
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