Primer Concurso de Cuento Universitario 


“—¡Espere, no puede irse, tiene que cumplir con la obligación que ha dejado su hermana Zarya! —Exclamó el sabio tomándolo del brazo— ¡Tienes que ser el líder ahora!”







¡NO SOY, NI SERÉ EL LÍDER!

 

Paulina Meza Ordóñez

 

A las afueras del territorio Aguas Celestiales se encontraba Sondre, sublíder del territorio, luchando con las malicias residuales con el fin de que no se entrometan a la aldea. La líder, Zarya, se encargaba de la malicia mayor junto con los dos principales protectores. Sondre esperaba que ningún rezagado estuviera vagando por el lugar y lastimara a una persona.

—¡Me encargaré de buscar alrededor si hay malicias residuales! —gritó Sondre a Eolo y Vesta.

—¡Mantente centrado!

Vesta rio—Me pregunto si estará bien.

Sondre empezó a vagar por el lugar, se escuchó el cuerno anunciando la derrota de la malicia mayor. Sondre se alegró y siguió su camino. Explorar le hacía sentir libre, cómodo y feliz, al ser su magia asociada a la tierra, caminar y correr por el territorio, y a veces, más allá, lograba un mejor control con él mismo. El problema de las malicias parecía ser aplacado, un poco preocupado aumentó el paso, los ataques de malicias se tornaron frecuentes. Es posible que hubiera una reunión con el territorio aliado. Fue a la aldea a buscar si las personas no resultaron heridas, siempre había una persona que no respetaba el toque de queda y solía toparse con las malicias.

La aldea lo saludó, Sondre decidió preguntar por heridos y que vinieran a él sin importar que tan pequeña era la herida. Por suerte, esta vez no había y solo los niños se acercaron buscando consuelo. Suponía que su exploración se pospondría y jugaría con los niños.

Eolo, considerado el tercer protector del territorio le informaba de los daños y las previsiones de la situación, Sondre escuchaba y se preguntaba dónde estaba Vesta, que también debería escuchar lo dicho.

—Harland partirá para informar al territorio Dragón de los continuos ataques y saber también de la situación que padecen —informó Eolo observando las acciones de Sondre—. ¿Qué haces?

—¿Harland irá solo, no es peligroso?, ¿también están sufriendo ataques continuos de malicia nuestros aliados? Estoy preparado ungüentos y materiales de primeros auxilios, han estado escaseando.

—Sí, irá solo, no es lejos. No tantos como nosotros, pero si fuera de la normatividad, y oh, ¿quieres que informe a la líder Zarya de eso? —Respondió Eolo acostumbrado a varias preguntas en una sola oración.

—Nah, puedo encargarme de eso.

—Bien, entonces te dejo, iré a informar a Vesta.

Eolo se dio la vuelta, pero un estadillo lo hizo tambalear, Sondre lo sostuvo del brazo.

—¡¿Estás bien?! —Sondre lo estabilizó.

—¡Sí, creo, sí! Me agarró de improvisto, ¿qué fue eso?

Los sonidos de alarma se hicieron presentes por el lugar.

—¡Maldición, solo han pasado unas tres horas del ataque! —se quejó Sondre soltando a Eolo— ¡Ve hacia el norte y despeja la zona, iré a la aldea!

Eolo asintió, Sondre se apresuró a evacuar a los aldeanos al lugar seguro. Tomando a los mayores y niños con el mejor cuidado posible.

—¡Sondre! —Volteó al llamado encontrando al segundo protector.

—¡Ermir!

—¡Yo me encargo de la aldea! Zarya y Harland están con una Malicia mayor, Vesta y Eolo necesitan ayuda al norte con una malicia mediana.

—¡Bien, protege la aldea, iré con la malicia mediana, y a erradicar a los residuales!

Sondre se fue rápidamente a auxiliar a los dos últimos protectores. Zarya y Harland eran suficiente para la mayor, pero necesitaban solo centrarse en ella. Elevó montones de tierra para acabar con las residuales que se hallaban en su camino, Ermir se encargaría de los que se le escaparan. Al encontrarse con la malicia mediana, tomó su mandoble y empezó a atacar.

La mayoría del ataque había sido aplacado, Sondre estaba curando a los aldeanos afectados por el ataque sorpresa. Se encontraba a la espera de Zarya y Harland, que al parecer se les había complicado lo que mantenía inquieto a Sondre. No había ido porque debía encargarse de velar por la aldea mientras la líder regresaba.

Se escucharon gritos, los protectores voltearon y corrieron hacia allá, Sondre terminó de curar al aldeano y esperó que vinieran a él.

—¡Sondre, Zarya está grave!

—¡Llévenla a la habitación de inmediato!

Tenía que tranquilizarse, necesitaba ver a su hermana ahora y estar sereno para tratarla.

La situación no era buena. Zarya estaba viva, pero no despertaba. Harland le contó la situación, habían acabado con la malicia mayor pero justo en ese momento llegó otra igual tomándolos por sorpresa. Zarya acabó con la otra, pero fue golpeada al final y justo había usado mucha magia, eran tres malicias mayores en un día.

—Entonces, Zarya está en estado vegetal en el que no despertará. El degaste de magia es la mayor muerte entre los…

—¡No está muerta! —gritó furioso Sondre al que fungía como sabio de la aldea. Hubo un ligero temblor en el lugar que asustó al mayor.

—Pero sublíder…

—¡No lo está, se necesita una medicina especial para que recupere la conciencia, pero no está muerta! —Sondre empezó a buscar entre los gabinetes claramente disgustado.

—Que necesita de materiales que no tenemos al alcance.

—Lo sé, lo sé, iré a buscarlos yo —aseguró Sondre saliendo de la habitación seguido del sabio.

—¡Espere, no puede irse, tiene que cumplir con la obligación que ha dejado su hermana Zarya! —Exclamó el sabio tomándolo del brazo— ¡Tienes que ser el líder ahora!

Sondre volteó al verlo, haciendo una mueca al notar a la mayoría de la aldea junto con los protectores observando.

—Yo no soy el líder —formulo Sondre sombrío.

—Cuando el líder falla, el sublíder asciende.

—Mi hermana no falló —Aclaró Sondre a los presentes y reprimiendo su frustración.

—A lo que se refiere, es que necesitamos a un líder. Los ataques son continuos, defender el territorio, ver la alianza, Zarya se encuentra indispuesta, por lo que recae en ti, Sondre como sublíder —apareció Harland tomándolo por los hombros—. Necesitamos una guía en este momento.

—Si no recibe el medicamento será demasiado tarde, no podemos darnos el lujo de perderla, habrá una inestabilidad. Aquí y en los demás.

—Bien, no estamos renunciando a ella —enfatizó Harland—. Entonces, ¿qué ocupas? ¿qué necesitas qué hagamos?

Sondre hace una mueca, pero entiende la preocupación que Harland expresa.

—Estoy calificado para elaborar el medicamento, sé dónde conseguir y cómo tratarlos, al final de cuentas soy un curandero. Soy el sublíder, no ascenderé a líder porque aun mi hermana, Zarya, es la líder y sigue viva—suspiró alejándose de Harland y fijando su vista a los aldeanos—. Estamos en una crisis, hemos perdido fuerza, mi hermana es un pilar en el territorio. Lo otros territorios le tienen respeto a ella, algunos le temen, por eso necesito hacer la medicina. No tardaran en querer aprovechar esta apertura los territorios enemigos. Harland, como se tenía previsto irás al territorio Dragón, pero ahora vamos a pedir su ayuda para la protección de nuestro territorio. Puede venir uno de los protectores conmigo, pero necesito la mayor fuerza aquí. ¿Alguien tiene una disconformidad o un dato que se me esté pasando?

—¿Se irá de inmediato? —preguntó alguien de la aldea.

—No. Marcharé una vez nuestro aliado acepte nuestra petición, lamento mi impulsividad de hace un momento. En caso, de que no tengamos la protección del territorio aliado, buscaré otra solución.

Eolo fue quien decidió acompañarlo, el territorio Dragón había accedido, además concordaba con él que Zarya era necesaria para la estabilidad de los territorios. Sondre se puso en marcha, buscando los materiales necesarios en el extenso bosque. Se pusieron de acuerdo, Sondre se encargaría de recolectar y Eolo de acabar con las malicias que fueran por ellos, al ser una minoría las malicias que iban tras ellos eran pequeñas. Mantenía mensajería con los protectores mediante un ave entrenada para conocer la situación en su territorio. No le disgustaba el hecho de ser líder, odiaba lo que hacía que fuera líder, Zarya es la líder, pero también es su hermana. Se niega a perderla si hay una manera de salvarla.

Ser un curandero no suele ser fácil y tiende a ser hereditario, se conjugan la magia elemental con la aprendida magia curativa, solo se les da a pocos esa habilidad. En su territorio, eran él y Zarya los curanderos. Algunos territorios no solían contar con uno, lo que generaba alianzas o ataques entre territorios.

Había cenizas en el lugar que acaban de llegar, Eolo miraba aterrado. Habían acabado con un ecosistema, había ardido en llamas.

—¿Sondre?

Sondre suspiró, sacó cuidadosamente un papel y escribió en él, se la entregó encubierto a Eolo que seguía mirando con preocupación a su sublíder.

—Aquí se encontraba el último material, tipo de planta que solo crece aquí, pero alguien decidió acabar con el lugar —explicó Sondre, se dio la vuelta—. Hola, ¿sabes la razón de este sacrilegio?

Eolo se puso a la defensiva interponiéndose entre Sondre y el intruso que apareció entre las sombras.

—Puede ser —dijo con burla—. Mi líder desea hablar con usted, sublíder del territorio Aguas Celestiales.

—¿Razones? —cuestionó Eolo elevando su lanza.

—Un trato beneficioso para ambos territorios —el extraño sonríe con diversión.

—¿Cuál es el nombre de su territorio? —Eolo preguntó sin sentirse en confianza negándose a bajar el arma.

—Fuego Infernal.

Eolo se tensó lo que provocó una satisfacción en el contrario. Sondre puso una mano en la lanza de Eolo bajándola.

—Eolo regresa al territorio, iré a hablar con el líder del territorio Fuego Infernal.

—¡Pero!

—Eolo —Sondre le dedicó una mirada para que dejará de replicar.

Eolo asintió, hizo una reverencia, Sondre odiaba profundamente cuando hacían eso a su persona, pero entendía la situación dejándolo pasar. Eolo le dio una mirada de advertencia al intruso y se marchó.

—Ten cuidado —se despidió Sondre, centró su mirada en el contrario—. Bien, ¿nos vamos?

Sondre podría decir que se encentra en territorio enemigo. Conoció al líder, Flint, en una reunión y después de esa reunión, su hermana le dijo que era mejor no involucrarse con él. Ni como aliado, ni como enemigo. Le ponía de nervios, nunca quitó la mirada de ellos en la reunión, Flint siempre que podía posaba la mirada en él. Zarya decidió no aliarse con él y le prohibió a Sondre acercarse a él. Y aquí estaba, en su territorio esperándolo para saber el trato. No era tan difícil de saber, Flint era un usuario de magia elemental de fuego, lo único que le faltaba para la medicina estaba en llamas. Es decir, Flint tiene la planta y se encargó de que solo él la tuviera. Ahora necesitaba saber qué quería Flint de él, siente que no le va a gustar. Está seguro que Flint sabe de la situación de su hermana y le preocupa que intente hacer algo. Las puertas se abrieron detrás de él bruscamente, Sondre mantuvo su postura, no podía mostrar más vulnerabilidad.

—¡Oh, por fin estás aquí! —exclamó Flint extasiado caminando por el lugar empezando a dar vueltas alrededor del sillón del que se encontraba Sondre—. Has crecido, cada vez de mejor ver. Maravilloso, esplendido, hermo-

—Flint, ¿cuál es el trato? —Sondre cortó todos los halagos, jamás se había sentido tan incómodo en su vida.

Flint carcajeó animadamente y se sentó frente a él mostrando una gran sonrisa.

—Por supuesto. Como desees —adornó sus palabras—. ¿Quieres esto no es así? —mostró la planta de colores azules y rojizos.

—Sí.

—Tan hablador, está bien, está bien, te lo daré, pero a cambio de algo —habló Flint jugando con las hojas de la planta.

—¿De qué?

—Es muy sencillo, fácil de hacer —Sondre apretó los labios ante la mirada atenta de Flint—Simplemente quedarte aquí, en mi territorio. ¡No te preocupes! Puedes tener lo que quieras, tomar la posición que desees. Incluso puedo consentirse con lo que sea que necesites.

Sondre tuvo la necesidad de salir de ahí, había sido tonto. El territorio Fuego Infernal no poseía curanderos, y quienes estuvieron en él, murieron poco después. Tenía que fingir demencia y conseguir la planta de otra manera en la que no estuviera en desventaja.

—Eso es muy sencillo, ¿qué me garantiza que no es una trampa, Flint? —cuestionó cruzando las piernas y recargándose en un brazo.

—Oh, no tienes que preocuparte, no lo es. Dije que sería beneficioso. El territorio Aguas Celestiales recupera a su líder Zarya que es curandera, y mi territorio Fuego Infernal consigue un curandero —explica Flint ampliando su sonrisa—. Oh, pero si no quieres cumplir con las obligaciones de un curandero, no te obligaré, soy feliz con que estés aquí, sentado frente a mí. ¿Deseas comer?

—No te desvíes.

—Es imposible contigo. ¿Qué dices, sublíder Sondre? Es una buena oferta.

No, no lo era para él. Si accedía, su hermana, estaría furiosa pero no podría hacer nada a menos que le declarara la guerra, y quién sabe que desea Flint que haga en este lugar. No quería una guerra solo por su culpa.

—Sondre.

Debía actuar y ser egoísta. Se acercó a Flint que lo miró extasiado de nuevo, los ventanales se veían tan llamativos detrás de Flint.

—Supongo que así son las cosas —suspiró Sondre extendiendo sus manos.

Flint tomó sus manos junto con la planta— Oh, me alegro mucho.

Sondre le sonrió y empezó a danzar moviendo fácilmente a Flint que no quitaba la vista de él. Flint era fuerte mágicamente, su inteligencia rivaliza con la de su hermana, pero físicamente era como ramita de arbusto. Sondre aplicó fuerza en un giro y los tiró por el ventanal a ambos. Se soltó de Flint tomándola planta, en el aire libre elevó la tierra para no caer de lleno. Tenía que correr, salir de este lugar. Si Eolo había llegado bien al territorio, Ermir y Harland estarían en camino.

—¿Quieres jugar? Jugaremos querido —exclamó Flit desde el suelo con veneno en su voz.

Estaba a simple vista en lo alto, debía bajar, guardó la planta en su bolso, agarró su mandoble. No acostumbraba a pelear con la gente, pero tendría que hacerlo. Empezó a bajar en escaleras de tierra. La aldea estaba en su contra buscándolo rodearlo.

—¡Tómenlo, no me importa si mueren en el proceso! —gritó a la lejanía Flint, su voz furiosa y tenebrosa.

No sabe que le preocupa más a Sondre, que no le importe la vida de las personas o que lo trate como objeto, o peor, que la aldea siga la orden. Golpeó a un puñado de aldeanos dejándolos inconscientes, le preocupaba que llegaran los protectores y siguiera en la base del territorio. Elevó paredes de tierra y las empujó a los aldeanos y corrió, tenía que salir a como dé lugar. Se encontró con un protector de viento, lo encerró en tierra para ganar tiempo. Ya a las afueras de territorio fue aplastado por Flint, hubo llamas a su alrededor.

—No estás cumpliendo el trato —murmuró Flint con enojo.

—No era beneficioso para nadie —explicó Sondre, tomó el mandoble dando un golpe a la cabeza de su captor.

Flint lo soltó desorientado, Sondre se posicionó en ataque. Ahora tenía que ganar tiempo, no estaba en sus principios matar, lo había prometido y Flint no lo dejaría ir fácilmente. El mandoble tocó el suelo haciendo temblar el lugar, utilizó el arma como soporte y aprovechó la inestabilidad de Flint lanzando una patada con la mayoría de su cuerpo. El lugar ardía, pero ignoraba para seguir luchando contra Flint. Sondre era el sublíder, debajo de Zarya, sabía pelar con su arma y su magia, la subestimación de Flint a su persona le jugaría su derrota.

—¡Sondre! —Harland lo tomó por sus brazos posicionándolo por detrás de él, Ermir llegó a su lado manipulando el fuego de su alrededor.

—Estoy bien, sigue vivo. Me preocupa su existencia. —murmuró Sondre apagado.

Ermir y Harland asintieron a él dando una reverencia, Sondre rodó los ojos— Vesta te está esperando.

Sondre se marchó dando una mirada de lastima a Flint que lo miraba con frustración. Harland levantó una pared de tierra quitando de vista a Sondre—. No necesitas verlo.

—Ahora, Flint, has sobrepasado el límite —Ermir provocó sus llamas—. Nos vemos en el infierno.

El proceso del medicamento consistía en un jarabe de diferentes materiales y magia curativa. Al llegar al territorio no perdió tiempo, bajándose de la espalda de Vesta que lo cargó por su cansancio físico y mental, yendo directo a trabajar. Nadie lo molestó, no supo si Ermir y Harland llegaron, debía mantener una concentración en el procedimiento. Una vez terminado solo quedaba esperar. Sondre se quedó ahí, reposando la mitad de su cuerpo en la cama de su hermana tomando su mano, se sentía exhausto, pero valdría la pena si Zarya volvía. La extrañaba fuertemente.

—Sabes, siempre logras sorprenderme.

Sondre se impulsó de inmediato de la cama— ¡Hermana!

—Te ves desgastado, ¿qué hiciste? —exigió Zarya mirándolo con sospecha y preocupación.

—¡Qué más da, estás desierta! ¿Qué importa qué pasa conmigo?  —se abalanzó abrazándola—. Por favor no vuelvas a hacer eso, entré en crisis emocionales, no estoy para ser el líder jamás.

—A mí me parece que lo hiciste bien —Zarya acarició la cabellera de su hermano.

—No, sé la líder por la eternidad.

—Imposible, qué tal si te delego el cargo —propuso Zarya con burla.

—Ni en tus sueños, delego de inmediato, a Harland, pero me niego a ser el líder. Es horrible, por favor, por favor, no —Sondre reclamó sonriendo.

—Bueno, no podemos dejar desamparado a nuestros protectores y dejarle tal carga al pobre Harland —Zarya lo abrazó—. Ahora, cuenta lo que hiciste, sé muy bien que, aunque lo niegues fuiste un buen líder en mi ausencia y pido disculpas, ya estoy aquí, puedes ser el niño caprichoso y dejarme la carga.

—Oh, vamos, soy responsable.

—Cuando te conviene.

—Gracias por estar aquí —murmuró Sondre empezando a sollozar.

Oh, había estado tan asustado de que todo saliera mal. Definitivamente ser el líder del territorio era horrible, no sabía cuánto tiempo iba a poder manejarlo. Todo estaba bien, su hermana volvía a ser la líder, ella si estaba preparada, a Sondre todavía le faltaba para serlo.

Fin.


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