“A diario, en cada rincón de la Universidad, encontramos oportunidades para conectar y aprender unos de otros”
¡AQUÍ
TODOS HABLAMOS!
Yaritza
Icela Quintero Valles
¡Hola público! ¿Se
han dado cuenta de cómo la comunicación está en cada rincón de nuestra Universidad?
Desde la cafetería hasta los jardines, cada rincón de la Universidad está lleno
de chismes, de risas y aprendizaje. La Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa
(UPES) es más que un lugar de estudio; es un entorno dinámico donde la
interacción y el intercambio de ideas son fundamentales para nuestra
experiencia universitaria. Acompáñenme en este recorrido por algunos de los
lugares clave de la Universidad donde aprovechamos al máximo la comunicación.
¿Quién
no ha pasado horas en la Cafetería? ¡Es el lugar donde todo pasa! Aquí es donde
nos juntamos para hablar de las clases, compartir nuestras penas y alegrías, y,
por supuesto, planear esos proyectos que nos traen de cabeza. La cafetería no
sólo es un punto de encuentro, es también el centro de nuestra vida social en
la Universidad. Siempre hay alguien dispuesto a ayudar con una tarea difícil o
a echarnos una mano con alguna tarea. Además, es el lugar perfecto para conocer
a más estudiantes de diferentes semestres y licenciaturas, lo que enriquece
nuestras perspectivas y nos permite hacer amigos de todos los rincones de la Universidad.
Por ejemplo, una vez, mientras disfrutábamos de un café, una amiga de la
Licenciatura en Educación nos explicó un concepto complicado que necesitábamos
entender para un proyecto en común. En otro rincón, un grupo de estudiantes de
otra licenciatura discutían apasionadamente sobre una novela que estaban
leyendo para su clase y nos invitaron a unirnos a la conversación. Estas
interacciones espontáneas hacen que la cafetería sea un espacio invaluable para
el aprendizaje colaborativo.
Y
no olvidemos las reuniones que organizamos aquí, que es donde planeamos
nuestras locuras y nos aseguramos de que todo salga bien con nuestros trabajos.
Desde las juntas de debate hasta los ensayos, la cafetería se transforma en un
hervidero de ideas y creatividad. Además, siempre hay algo que celebrar. Algún
cumpleaños, los logros académicos y los simples encuentros casuales se
convierten en ocasiones especiales en este lugar. Las tardes en la cafetería
son especialmente vibrantes. Cuando ya salieron todos de clase, el ambiente es
relajado, los grupos de estudio de los que se quedan se transforman en charlas
animadas donde discutimos desde temas académicos hasta nuestros planes para el
fin de semana.
Por
otra parte, el Auditorio es otro lugar emblemático donde la comunicación juega
un papel crucial. Aquí hemos tenido la oportunidad de asistir a conferencias,
presentaciones y debates que nos han dejado con la boca abierta y el cerebro a
mil por hora. ¿Recuerdan esa vez que tuvimos una conferencia sobre educación? ¡Estuvo
súper padre! Escuchamos un montón de cosas que nos dejaron con nuevas
perspectivas y una energía renovada para aplicar lo aprendido en nuestras
propias prácticas educativas. Después de las charlas, siempre hay tiempo para
preguntar lo que sea. Estas sesiones de preguntas y respuestas nos permiten
interactuar directamente con los expertos, aclarar dudas y profundizar en los
temas tratados. Pero lo mejor de todo son las discusiones que surgen después.
Nos ponemos a debatir como si no hubiera un mañana, analizando cada punto desde
diferentes ángulos y aprendiendo unos de otros. Estas conversaciones no sólo
enriquecen nuestro conocimiento, sino que también nos ayudan a desarrollar
habilidades críticas y argumentativas esenciales para nuestro futuro
profesional.
Recuerdo
una ocasión en particular, cuando el Maestro Frías nos invitó a la presentación
de la Edición N° 19 de la revista El Redactor. Los comentaristas fueron los
propios escritores de las diversas ediciones de esta revista que ya tiene 19
años siendo el Medio de Divulgación de los textos escritos en el Taller de
Redacción Libre y Creativa, coordinado por el maestro José Manuel Frías
Sarmiento. Su presentación fue tan interesante que, al salir del auditorio, los
pasillos se llenaron de grupos de estudiantes discutiendo apasionadamente sobre
cómo podríamos implementar esas ideas en nuestros futuros textos. Nos dividimos
en pequeños grupos para seguir debatiendo y las conversaciones continuaron
hasta la tarde. Fue una experiencia que no sólo amplió nuestra comprensión del
tema, sino que también fortaleció nuestras conexiones y nos hizo sentir parte
de una comunidad intelectual vibrante.
El
área de la Explanada también es el escenario de eventos culturales, como obras
de teatro, bailables, la fiesta del Día del Niño, y altares del Día de Muertos
y muchos eventos más, que nos permiten expresar nuestra creatividad y apreciar
el talento de nuestros compañeros. Estos eventos son una excelente oportunidad
para relajarnos y disfrutar, pero también para comunicarnos a través del arte y
la cultura. La magia de realizar estas obras de arte en equipo nos une de una
manera especial, creando recuerdos compartidos que perduran mucho después de
que todo termina.
¡Pero
aquí no termina todo! ¿Quién diría que la Biblioteca es más que sólo libros y
silencio? Aquí es donde a veces nos juntamos en grupos de estudio para
rompernos el coco con esos proyectos que nos ponen a sudar. La biblioteca de la
UPES es un lugar lleno de recursos y oportunidades para el aprendizaje
colaborativo. Nos encontramos en las mesas grandes, rodeados con libros,
laptops y montones de apuntes, listos para enfrentarnos a los desafíos
académicos. Los círculos de lectura son un éxito. ¡Es la excusa perfecta para
hablar de libros y hacer amigos al mismo tiempo! Nos reunimos para discutir
nuestras lecturas favoritas, compartir interpretaciones y, a menudo, aprender
de las perspectivas únicas de nuestros compañeros. Estas sesiones nos ayudan a
entender mejor el material y fomentan un sentido de comunidad y aprecio por la
literatura.
Además,
en esta Universidad, también brindan talleres y seminarios súper variados.
desde sensibilización en igualdad de género hasta desarrollo de aplicación de
tecnologías para la educación a distancia, hay de todo. ¡Y lo mejor es que son
súper útiles! Estos talleres son una excelente manera de mejorar nuestras
habilidades y adquirir conocimientos que complementan lo que aprendemos en las
clases regulares. Estos eventos nos ayudan a crecer como estudiantes y nos
brindan una sensación de comunidad y pertenencia en la UPES. ¡Definitivamente,
son una parte invaluable de nuestra experiencia universitaria!
La
Biblioteca también es un espacio donde podemos encontrar un poco de tranquilidad
en medio del ajetreo de la Universidad. A veces, simplemente necesitamos un lugar
tranquilo para concentrarnos y reflexionar. En esos momentos, me gusta
encontrar un rincón acogedor junto a una ventana y perderme en mis estudios.
Pero, incluso, en estos momentos de soledad, la sensación de estar rodeado por
otros estudiantes dedicados a sus propias tareas, crea una atmósfera de
compañerismo y propósito compartido.
Claro
que también los Jardines de la UPES son un verdadero oasis donde podemos
escapar del estrés y la presión académica. ¿Necesitan un break de tanto
estudio? ¡Los jardines son la solución! Nos sentamos bajo los árboles y
hablamos de todo un poco. Desde nuestras vidas hasta nuestras metas más locas,
aquí todo se dice. Es un lugar donde la comunicación fluye naturalmente y donde
podemos relajarnos y ser nosotros mismos. ¡Claro, sólo que no haya tanto sol,
porque entonces sí nos deshidratamos y no será nada relajante! Las
conversaciones en los jardines son siempre variadas y enriquecedoras. A veces,
hablamos de nuestros planes para el futuro, compartiendo sueños y aspiraciones.
Otras veces, simplemente disfrutamos del momento, riendo y bromeando con
nuestro grupo de amigos. Estos momentos de relajación son esenciales para
nuestro bienestar, ya que nos permiten recargar energías y enfrentar los
desafíos con una actitud renovada. Además, los jardines son el escenario
perfecto para actividades recreativas y eventos al aire libre. Un día, después
de una semana particularmente estresante, mis amigos y yo decidimos organizar
un picnic en los jardines. Trajimos comida, mantas y juegos de mesa y pasamos
la tarde charlando y riendo. Fue una experiencia que nos ayudó a fortalecer
nuestros lazos y a recordar la importancia de tomarse un tiempo para disfrutar
de la vida. Los jardines nos ofrecen ese espacio de respiro necesario para
mantener un equilibrio saludable entre el estudio y la diversión.
¿Pero
por qué no hablar de la gran explanada que tenemos? ¡Ya que ésta es el núcleo
de la vida creativa en la UPES! Las actividades aquí son lo máximo. Desde
eventos de fechas conmemorativas hasta presentaciones artísticas, ¡todo es una
maravilla! Esta área es donde la creatividad cobra vida. Es un espacio donde
podemos expresarnos y compartir nuestras pasiones. La explanada es un lugar
vibrante y dinámico donde siempre hay algo emocionante sucediendo.
Los
Talleres y Cursos que se ofrecen en el centro de actividades culturales también
son una parte fundamental de nuestra vida en la Universidad. Estos talleres nos
permiten explorar nuevas habilidades y hobbies, desde poesía recitada hasta la
danza. Participar en estos cursos enriquece nuestra experiencia educativa y nos
ayuda a desarrollar talentos que no sabíamos que teníamos. La comunicación en
estos eventos es esencial. Interactuamos con compañeros con diferentes ideas y
opiniones, compartimos nuestras experiencias y aprendemos unos de otros. Esta
mezcla de interacciones y aprendizajes nos permite crecer no sólo
académicamente, sino también como individuos. En el centro de actividades
culturales (explanada), la comunicación no se limita a las palabras; se
extiende a través del arte, la música y la danza. Aquí, cada estudiante tiene
la oportunidad de expresarse de maneras que no siempre son posibles en el aula.
En
realidad, la UPES es como una gran familia donde todos nos conocemos y nos
apoyamos. La comunicación está en el centro de todo lo que hacemos, y gracias a
ella, crecemos juntos como estudiantes y como personas. Desde la cafetería,
pasando por el auditorio y la biblioteca, hasta los jardines y la explanada,
cada espacio en la universidad nos brinda la oportunidad de conectar, aprender
y apoyarnos mutuamente. La comunicación aquí no se limita solo a los eventos
grandes y formales. A diario, en cada rincón de la universidad, encontramos
oportunidades para conectar y aprender unos de otros. Los pasillos de nuestros
edificios académicos están llenos de vida y conversaciones. A menudo, después
de clase, nos quedamos discutiendo los temas del día, tratando de entender
mejor los conceptos y cómo se aplican en la vida real. Estos intercambios
espontáneos son tan valiosos como cualquier lección formal, ya que nos permiten
ver las cosas desde diferentes perspectivas y profundizar nuestro conocimiento.
Ahora
hablaremos un poco de cómo se relaciona y conecta la sociedad posindustrial en
esta Universidad. ¿A poco no, mi vida como estudiante está súper influenciada
por la sociedad posindustrial en la que vivimos? ¡Claro que sí! Este mundo
moderno está lleno de tecnología y servicios, dejando atrás las viejas fábricas
y la producción en masa. Para mí, esto significa que no sólo aprendo lo de
siempre, sino también cómo usar tecnología y habilidades que son súper
importantes hoy en día. En mis clases, usamos plataformas de aprendizaje en
línea, software educativo y dispositivos digitales que nos preparan para ser
maestros en la era digital. Estas herramientas hacen que el aprendizaje sea más
divertido y accesible. Además, la sociedad posindustrial está muy conectada
globalmente y tiene una comunicación rápida, algo que también veo en mi vida
universitaria. Gracias a internet, tengo acceso a un montón de información y
recursos en línea, lo que me permite aprender por mi cuenta y estar al tanto de
las últimas investigaciones y métodos educativos. Trabajar con mis compañeros
es genial gracias a la tecnología. Usamos redes sociales, aplicaciones de
mensajería y plataformas colaborativas para coordinar proyectos, compartir
información y mantenernos en contacto. Además, la UPES ha aprovechado al máximo
las oportunidades que ofrece la sociedad posindustrial en cada rincón del
campus. Los laboratorios de informática están llenos de la última tecnología,
permitiéndonos hacer investigaciones avanzadas y aprender cosas como programación.
Las bibliotecas no sólo tienen libros físicos, sino también montones de
recursos digitales accesibles desde cualquier dispositivo conectado a internet.
Las áreas comunes, como las cafeterías y salas de estudio, están diseñadas para
fomentar la colaboración y el intercambio de ideas. Incluso, en estos espacios
informales, la tecnología está presente con Wi-Fi de alta velocidad y
estaciones de carga para dispositivos, lo que nos permite trabajar y estudiar
de manera eficiente en cualquier momento y lugar del campus.
Es
muy notorio que la sociedad posindustrial ha cambiado no sólo la economía y el
trabajo, sino también la educación y la vida estudiantil. Como alumna de la
Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa, vivo estos cambios de manera directa
y veo cómo mi formación se adapta a las demandas de un mundo cada vez más
tecnológico y conectado. Esta experiencia me prepara para enfrentar los
desafíos del futuro con confianza y creatividad, aprovechando al máximo las
oportunidades que ofrece la sociedad posindustrial. ¡Es una época emocionante
para ser estudiante y formar parte de esta revolución educativa!
Por
otro lado, quiero destacar especialmente al Maestro Frías Sarmiento, cuyas
clases son excepcionales y están llenas de aprendizaje. Siempre nos invita a
leer más para alimentar nuestra mente, a participar activamente en las
discusiones y a dar lo mejor de nosotros en cada tarea. Su pasión por la
enseñanza y su dedicación a nuestros estudios son muy inspiradoras. Nos motiva
a ser capaces y a esforzarnos por alcanzar nuestras metas y mejorar como
personas, demostrando que, con trabajo y dedicación, podemos lograr grandes
cosas. Es por eso que, últimamente, me he estado esforzando más en cada texto
que nos deja de tarea, tratando de aplicar sus enseñanzas y mejorar continuamente.
Las clases del Maestro Frías, nos brindan los conocimientos, la confianza y el
impulso para ser mejores estudiantes y, en el futuro, mejores profesionales. La
manera en que fomenta la curiosidad y el pensamiento crítico en nosotros es
algo que aprecio y que estoy segura nos beneficiará a lo largo de nuestras
vidas. Así que, en la UPES, cada día es
una oportunidad para aprender y crecer, especialmente con maestros tan
dedicados como el Maestro Frías Sarmiento. Nos anima constantemente a leer más,
a participar activamente y a dar lo mejor de nosotros en cada tarea. Gracias a
él, he aprendido a valorar el esfuerzo y la dedicación en todo lo que hago.
En
fin, mi tiempo en la UPES ha sido una mezcla de aprendizajes, desafíos y
conexiones humanas. Cada espacio, desde la cafetería hasta los jardines, ha
contribuido a mi crecimiento. La comunicación, en todas sus formas, ha sido el
hilo conductor de esta experiencia, permitiéndome no sólo aprender, sino
también conectar y crecer junto a mis compañeros y profesores.
Comentarios
Saludos, Esbeidy Ruiz.