“Mientras recuerdo eso, siento un poco de calor en mis patas en este momento, pero el calor es tan relajante que prefiero no moverme para no disipar está comodidad”


 


UNA MUERTE ANUNCIADA

 

Itzel Karyme Rubio Espitia

 

Nunca me imaginé salir de mi cómodo hogar, es increíble como la vida puede cambiar de un momento a otro. Horas atrás recién salía de la casa de Creep mi amigo el grillo, y aunque es raro para una rana tener un amigo como insecto, la verdad es que yo le había aclarado mi tema con el veganismo. Frogi que es una vieja rana amiga, constantemente me reprochaba mi incapacidad de soportar siquiera dos horas siendo vegano, pero si hay algo que odie más que me reproche cosas, es que me retén. Así que si, lo tome como un reto personal y después de dos duros y largos años sin probar ningún insecto, mi dieta se basa en pequeñas plantas. Debo admitir que al principio fue duro, pero no podría desistir de este nuevo estilo de vida.

Es raro, justo dentro de esta agua relajante, empiezo a divagar en todos aquellos recuerdos que cruzan por mi mente. Estoy muy lejos de casa, y nada luce familia aquí, sin embargo, prefiero concentrarme en aquel día donde Frogi nuevamente me cuestiona. Después de un horrible día lluviosos y en donde más de una vez intentaron aplastarnos diversos depredadores, le advertí sobre la importancia de crear un refugio seguro.

-        Ted, no somos hormigas, no necesitamos una cueva donde escondernos- me respondió de forma irónica.

Tiene razón pensé, las ranas estamos echas para esto, saben, somos muy escurridizas y mas aún tenemos una increíble habilidad para saltar. Sin embargo, ese pensamiento no me abandono por un buen rato.

-Oye frog, y si fuera algo no tan subterráneo- le volví a insistir con el tema.

-Ted, somos ranas R-A-N-A-S. ¿Qué? ¿Pretendes hacer un nido? Por favor amigo, no somos pájaros.

Sin duda no lo somos, tal vez estaba exagerando con ese tema, o solo tal vez mi sentido de supervivencia siempre iba más allá, pero siendo honestos, no estaba listo para morir, necesitaba asegurarme de que eso no iba a pasar.

Mientras sigo acomodándome en esta obscuridad desconocida, me recordó aquella vez donde nuevamente con frogi nos encontramos atrapados en una especie de hoyo, el día estaba lluvioso y nuestras patas vanamente trataban de aderirce a las paredes para escapar. Los saltos eran insensatez, pero aún cuando lo hacía con todas mis fuerzas, resultaba insuficiente.

-Ted, basta ya. No lo vas a conseguir- me decía el en un tono tranquilo.

-        No, no puedo frog, no po-podemos, no aquí, no podemos m-morir aquí- la desesperación apenas y me dejaba hablar.

Poco a poco el hoyo se fue llevando de agua, y agradezco la naturalidad con la que mi cuerpo empezó a flotar. El saber que había nacido en el agua, me tranquilizo para saber que hoy no sería el día de mi muerte. Al salir de lo que podría haber sido mi tumba, frogi insistió con que todos tenemos un día y una hora, y que al llegar ese momento, nada de lo que hagamos podra salvarnos. ¿Realmente será así? No lo sé, pero incesantemente el miedo deambulaba por mi cabeza como un recordatorio de siempre estar alerta.

El sol se ponía en su máximo esplendor y la vida parecía menos peligrosa, pero cuAndo esté se ocultaba en alguna parte del pantano y la luna aprecia en su lugar. Mi sentido de supervivencia se ponía a flor de piel. Una simple hoja que me servía como techo para lo que le podía llamar hogar.

A veces miraba hacia donde se encontraba la luna y pequeños destellos de luz la rodeaban todas las noches. Sé que si yo, al igual que ella tuviera siquiera una luz de esa, me sentiría menos preocupado por las oscuras noches y podría sobrellevar un poco mejor estos momentos. Pero ¿Cómo consigo una? A la mañana siguiente, le comenté a frogi mi idea, y aunque no muy convencido me dijo que me ayudaría, que él sabía dónde podía encontrar una. Eso me tranquilizo mucho. No sabía exactamente que era esas tintineantes luces, sabía que si tuviera una, todos estos sentimientos de alerta me dejarían en paz por un momento. Frogi fue firme y claro me dijo que tenía que estar preparado para tomarla que no era muy fácil pero que no me arrepentiría del proceso.

Mientras recuerdo eso, siento un poco de calor en mis patas en este momento, pero el calor es tan relajante que prefiero no moverme para no disipar está comodidad.

Justo cuando la noche vuelve a caer y los sentimientos vuelven aparecer. Justo después de salir de la casa de Creep, voy en busca de frog para que me ayude y deshacerme de este asunto de una vez por todas. ¿Qué tan difícil será? No lo sé. Pero sé que valdrá la pena. Él muy convencido me dirige hacia donde un día le pareció ver una. Mientras nos dirigíamos al lugar, mi cuerpo se sentía como si una corriente eléctrica lo recorriera por completo, algo emociónate. Frogi avanzaba con pasos seguro y yo detrás de él. Avanzamos tanto que está parte del pantano ya no me parecía familiar, y mucha de las plantas que me gustaba degustar se habían escaseado dentro de mi visión, pero me convencía a mí mismo que pronto estaría en mi hogar.

Finalmente, a lo lejos veo algo parecido a un caparazón de tortuga, una especie de caja la cual tenía una entrada.

-Justo ahí ted, ahí vi la pequeña luz, ve por ella, yo te esperaré justo aquí- frog apunto hacia la caja.

-Gracias amigo- no pude evitar darle un abrazo.

Si cara no mostró ninguna expresión, eso hasta ahorita me parece raro, pero para ser honestos, su hora de dormir se había visto interrumpida por mi búsqueda, asi que de cierto modo lo entiendo.

El corazón me latía a mil por hora, y sentía como si se quisiera salir de mi garganta, me acercaba cada vez más y la caja se veía más grande de cercas, era rara, pero solo tenía que entrar por mi luz para que todo esto terminara de una vez por todas.

Justo antes de entrar en ella, di un vistazo hacía atrás para asegurar que Frogi no se hubiera quedado dormido, por el contrario lo vi de lejos observándome directamente, le hize un gesto de saludo con mi pata de que todo estaba bien, y el insistió con otra seña de que entrará ya. La emoción había pasado, di un paso y todo parecía seguro, justo cuando mi cuerpo estaba completamente dentro. Un azotón fuerte me hizo girarme, la entrada ya no estaba y en cambio una pared tapaba ese espacio.

-FROGI- gritaba desde dentro- ¿FROG?- no hubo ninguna respuesta del otro lado.

Estaba seguro de que fue a buscar ayuda, pero no tardo mucho tiempo es que la caja empezará a levitar, no tardó mucho en mi visón de las cosas tornará un giro inesperado. ¿La luz? ¿Será la luz? Estaba confiando en el proceso. Probablemente todo esto era para conseguirla. El trayecto que estaba recorriendo no duró mucho. Una ráfaga de luces se miraba a mi alrededor y finalmente la caja deja de moverse, pero estoy seguro que no estoy en el suelo, todo se ve grande desde aquí, un espacio gigante todo lleno de luz, pero el sol se veía muy distinto a lo que yo miraba en el pantano, casa cierto tiempo tintineaba y ahora se miraba más pequeño de lo normal y también menos caliente. Hay demasiadas cosas para ver, una vez en el pantano, me tocó ver una hoja entre el lodo, y juraría que tenía pintado un rectángulo gigante que decía en letras grandes refrigerador, no sabía lo que era, pero justo en ese momento frente de mí tenía uno. Pase mi vista por todo el lugar, pero una luz peculiar llamo completamente mi atención, está era más similar aquellas acompañantes de la luna. Era de un color azul precioso. Y tenía un tenue y suave movimiento con el viento.

Finalmente, la una pared de la caja se abre y algo me arrastra hacia afuera, no puedo moverme, es simplemente impresionante todo esto. ¿Es la luz? ¿Ya casi estoy por obtener una? Estoy seguro de que si, tan seguro por la forma en la que me depósito dentro de un cuenco que se encontraba encima de esta bella luz azul. Este cuenco está lleno de agua, y todo se volvió oscuro de repente, pero justo en este momento el agua es tan cómoda y relajante, que no estoy seguro si quiero una luz. Es de noche y el sentimiento de supervivencia me ha abandonado por completo. Justo ahora siento una plena paz. Me preguntó dónde estará Frogi, seguro se encuentra orgulloso de que este por cumplir mi mayor sueño. Aunque estoy un poco preocupado, espero que no se llevara un gran susto al verme flotar por los aires dentro de esa caja. El sueño me empieza a invadir, y empiezo a ver la vida de una forma menos caótica y agresiva, Creep, mi amigo el grillo, siempre ha sido bueno conmigo. Pero Frog ha estado en mis peores momentos y sinceramente estoy agradecido con el. Inevitablemente mis ojos se comienzan a cerrar, y a lo lejos puedo observar un pequeño círculo lleno de luz blanca que se acerca a mí.

-        Es ésa- sonrío finalmente.


Comentarios

GILBERTO MORENO dijo…
Que ingeniosa narrativa, muy divertida. Me gustó, de verdad la disfruté..
Saludos. Su amigo Gilberto Moreno

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