Taller de Redacción Libre y Creativa
“Muchas cosas pasaban por mi mente, actos dudosos y confusos, hacían que mi pensamiento, pensara en que lo mejor para mí, era no seguir existiendo en este bendito mundo”
EL SUR CONQUISTADO, AL NORTE ILUMINADO
Manuel Alejandro Hernández Cruz
Hace 19 años,
nació un pequeñín ser humano, en el vientre de su madre, el cual lo engendró
por casi 9 meses. Al nacer tuvo que ser traslado al hospital por presentar
enfermedades que podrían poner en peligro su vida, pero lo que no contaban es
que él era súper fuerte, cualquier obstáculo que la vida se lo pusiera, él
podría vencerlo con facilidad.
Los años
pasaron en chinga, como si fueran una rebanada de pastel, que estuvieran
comiendo. El tiempo y diferentes circunstancias, fueron entropezado su vida,
pero con lo que no contaban, es que él era todo un poderoso que podría combatir
cualquier tipo de problemas que se lo pusieran, desde una recaída, hasta un
desamor. Pero, por coincidencias de la vida, su nombre es Alejandro, que
significa el defensor de todo, es decir es un ser súper especial, que tiene la
facilidad y la facultad de superarse así mismo, sin necesidad de otros.
Hay veces que,
en la vida, hay tropiezos, con los cuales tienes que ser fuerte para
sobresalir, muchos débiles, no tienen la fuerza y la facultad para salir de estos
casos que resultan fácil, se los digo porque pasé por muchos altibajos, de los
cuales hay veces que lo único que anhelas es poder desconectarte por un momento
de la vida para no escuchar de las críticas y burlas que la sociedad, hacen
para sentirte como una basura.
¡Claro! me
sentía como una basura, que todos desechaban, que lo único que anhelaba era no
salir de mi zona confidencial, donde nadie sabía dónde me encontraba, puede ser
raro, no lo sé, lo único que les puedo asegurar, es que, ¡sí! era un lugar
cómodo, para sentir por lo menos un segundo de paz, que ninguna persona, podía
transmitirme. Muchas cosas pasaban por mi mente, actos dudosos y confusos,
hacían que mi pensamiento, pensara en que lo mejor para mí, era no seguir
existiendo en este bendito mundo. Mis pensamientos se apoderaban de mi
impotencia, lo único que pensaba era en suicidarme, fueron días de tristeza, de
soledades, donde sentía que el día no existía, sino que sólo las noches. El sol
no brillaba, porque la luz que la hacía resplandecer, estaba apagada, sentía
miedo e impotencia, en mis días de mierda, lo único que deseaba era estar en mi
zona de resguardo, por mucho tiempo más, ahí la marea de lágrimas se derramaba en
mis tristes ojos. Me sentía solo e indefenso, contra un mundo de zombis, que lo
único que anhelaban, era consumirme poco a poco, como un plato delicioso que
preparan en la comida.
¡¡Amá, Apá!!
ustedes nunca supieron de lo que su pequeño hijo, planeaba hacer, para ustedes
era un ejemplo de vida, que le daban de todo para que nada nos faltara, a mí y
a mis hermanos, pero eso no lo era todo, el dinero y las regañadas de atención
no son todo para formar a buenos hijos, ustedes no tienen la culpa de todas mis
tonteras que pasaban por mi mente, el suicidio o mi muerte no lo vivieron en
carne propia, ¡claro! porque nunca tuve el valor para hacerlo, fui un maldito
cobarde, pero sobre todo un tonto, dejé que los estereotipos de la sociedad
invadieran mi débil pensamiento, fui un moneda de dos caras, porque por fuera
me veían alegre, disfrutando de la vida, cuando en realidad por dentro el fuego
me consumía poco a poco, lo único bueno y rescatable de todo, fue que nunca mis
padres se enteraron, de semejante
tontera que pasaba por mi mente, porque nomás imaginaba cómo iban a reaccionar
ante semejante barbaridad, detrás de todo este extenso laberinto de
pensamientos, encontré una luz en mi ventana que me hizo brillar y salir de
todas estas adversidades; aunque mi amiga que aún me acompaña, es mi triste
soledad, pero ante todo esto, por fin logré dominarla. Como un vaquero que
domina a su bestia.
Créanme, en
toda oscuridad, encuentras una luz que te hace iluminar tu camino, llenándote
de esperanza y de brillo, sé que es difícil poder salir de semejante laberinto,
porque yo lo pasé por carne propia, es feo poder lidiar ante todos estos actos,
pero ahí es donde tú pones la resistencia necesaria, para luchar y ser vencedor
de todas estas tristezas y bajones emocionales, o bien puedes morir en el
intento, como un animal débil que luchaba, por su resistencia.
Ante todo, esto logré conquistar el sur, a duras penas, con tristezas y lágrimas en los ojos, logré salir de mi zona confidencial, que me atormentaba cada segundo de mi vida. Por ahora y de momento, anhelo conquistar el norte, no será camino fácil, pero de que lo voy a lograr estoy seguro. Ya que tengo una gran compañera de vida, que ilumina mis días y mis noches con amor y alegría.
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