“Esa casa llena de locos, tal vez no es la mejor familia del mundo, pero sí mi mejor familia del mundo”



 



UNA CHIHUAHUA EN BARRANCOS CITY

 

Perla Nallely Rocha González

 

Mi nombre es Chanel Brillith, sí, así como lo escuchan, fue el nombre que decidió ponerme la loca de mi mamá. Y cuando me refiero a la “loca de mi mamá” no me refiero a mi madre biológica, sino a la madre que me adoptó y la cual ha cuidado de mi durante casi 8 años. Soy una chihuahua que nació el 14 de enero del 2012, mi casa está hecha de madera la cual construyeron mi abuelo y mi madre con mucho amor, es color verde, lleva mi nombre grabado y pintado por mi propia madre y mide un metro por un metro, creo yo. No es tan grande pero me puedo cobijar en ella por las noches, ya que, durante el día estoy dentro de la casa de mis abuelos, disfrutando de su aire acondicionado y su comida, porque eso sí como de todo lo que me den, incluso, lo disfruto tanto que levanto mis patitas delanteras para pararme a cachar mi alimento, pero… no me den camarones porque ésos me caen mal, prefiero papitas con carne, mole, bistec, tacos de carne asada, pollo asado, hamburguesas, sólo no me des camarones, ah y tampoco harina porque se me inflama mi pancita. Retomando la otra parte, les decía que durante el día me la paso en casa de mis abuelos, ya tengo bien ubicados sus horarios, por las mañanas se levantan a las cinco de la mañana y abren esa puerta corrediza para que la reina pueda entrar, o sea yo; en las tardes puedo pasar todo el día recostada en el sillón con las patas para arriba y mi hocico de lado babeando y, obviamente, dormida, nadie me puede molestar ya que ni hasta el más alto ruido me despierta; ah, pero eso sí, no lleguen a vender o tocar la puerta de casa de mis abuelos porque salgo con mi ladrido de pito y con mi cara de perro Pitbull como si fuera a comérmelos vivos, que por cierto cuando salgo a hacer esa escena la gente se burla de mí y no se aun por qué. Pero, bueno, mi vida está rodeada de amor, de luchas incomparables a base de gritos y aventadas de chancla de mi abuela hacia mis tíos, es una batalla constante de esquivar la chancla voladora que en un abrir y cerrar de ojos pasa rozándome, mientras yo estoy desparramada en mi sillón, peleas constantes a la hora de la comida, cuando mi abuela grita un sin fín de veces para que bajen a comer y mis tíos sólo parecen ignorarla, peleas entre ellos por el control de la tele, cuando yo solamente quiero seguir durmiendo y que no me interrumpan mi sueño. A las doce y media del día, llega mi tormento disfrazado de niña de seis años con un uniforme el cual trae una marca que dice Puro Sinaloa, esa niña es mi hermana Valentina, inmediatamente corro a esconderme donde pueda, mientras ella lo primero que hace al llegar es buscarme por toda la casa, y sí, siempre logra encontrarme, me toma en sus brazos y comienza a abrazarme y besarme demasiado fuerte, a hacerme unos cariños extraños que sólo ella sabe hacer, me tapa con una cobija y me mantiene ahí con ella por unas cuantas horas, mientras yo busco cualquier oportunidad para deshacerme de ella, pero es casi imposible, por si esto les parece poco, en ocasiones me toma como su muñeca, como si no tuviera ya suficiente con los juguetes de ella por todos los lados de la casa, teniendo unas 25 muñecas para jugar, me sube a una carriola y me pasea por toda la casa, mientras en mi mente pienso: “hasta cuando más tendré que soportar estas atrocidades” Y mi cara de preocupación lo puede reflejar, esa criatura tan extraña y empalagosa de la cual reniego tanto sé que me ama, al igual que yo a ella, pero sus cariños son muy bruscos y no los puedo soportar. Mientras tanto mi madre sale temprano a su jardín, sí, esa loca de la cual les hablaba al principio de esta historia, y cuando llega empiezo a mover intensamente mi cola y a dar vueltas para que me acaricie y me dé su amor, y puedo decirles que es una de las sensaciones más hermosas que puedan existir, me habla y se refiere a mí como si fuera lo mejor del mundo, con un tono de voz un poco extraño, pero me gusta demasiado y me siento amado por ella. Por la noche, aproximadamente a las ocho llega mi abuelo, el mejor abuelo del mundo, él es el encargado de cambiarme el agua cada cierto día, y me encanta sentarme de lado de él cuándo llega de su trabajo, soy como su guardián durante unos minutos, pero, en fin, esta familia me hace sentir protegida y amada. Esa casa llena de locos, tal vez no es la mejor familia del mundo, pero, sí mi mejor familia del mundo.


Comentarios


Los mejores amigos del mundo, se ha dicho por siglos, son los peluditos de cuatro patitas que alegran nuestros hogares y nos reciben siempre con cariño y felicidad de volvernos a ver.
Gracias por esta mirada al mundo desde una inquieta y agradecida Chihuahuita de Barrancos City.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Muy agradble lectura Perla... dicen las palabra que son los animales más fieles, de entrega total sin condiciones y ¡siiii!

Saludos.
Marcelo Tolosa dijo…
Que relatazo nos cuenta la estrella Chanel desde su perspectiva divertida. Excelente.

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