“Déjame despedirte con la aurora / Permíteme un último adiós…. Un último beso”




 

UN ÚLTIMO BESO

 

Gilberto Moreno Félix

 

Es tan cruel tu ausencia

Tu recuerdo me lacera el corazón

Tu fantasma ronda los rincones de mi habitación

El silencio llena mi rutina.

Te extraño desde ayer

Siento un frío que me desgarra por dentro

Mi sangre fluye en intervalos que a veces se detienen.

Mi respiración se corta entre suspiros y sollozos.

Duele tu partida.

Pesa como lápida que me hunde en el fango pantanoso de la muerte.

Tu sepulcro me abraza y me aprisiona, quiero irme contigo.

Déjame encender tu luz amor, abre tus ojos… Vuélveme a mirar.

Tómame de la mano por última vez. Y dime que todo va a estar bien.

Demos un último viaje a contemplar las gaviotas en el puerto.

Dime otra vez que me amas con la intensidad de la ola que violenta rompe en el risco.

Déjame despedirte con la aurora.

Permíteme un último adiós…. Un último beso.

Comentarios


Estimado Gilberto, a veces, en la vida, no calibramos la importancia de los detalles, de los gestos y de las acciones que luego anhelamos hasta con desespero… como el último beso que quisiéramos dar… o que nos dieran.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
María Porcella dijo…
Cuando leí el título me reí porque me acordé que en la casa de doña Mariana cuando vivía don Cayó tenían una cantina, en la pared de ese espacio había varios carteles con cosas chistosas. En uno de ellos decía 'los besos nunca resuelven mis problemas, siempre los empiezan'. Cuando estaba leyendo tu poema me pasó una película por la mente, pensé en el último beso de una madre, de un padre, de un ser querido, y concluí con un nido en la garganta y un deseo de besar y besar... Me parece que sería el deporte en el que podría ser constante. Saludos.
Apreciado Gilberto: Las pérdidas son sin duda dolorosas cuando lo que se ha ido es algo que amamos. Vienen a nuestra mente tantas cosas y nos preguntamos por qué no hice esto , eso o aquello cuando pude hacerlo. A veces la vida se arranca tan repentinamente que cuando nos percatamos que se le ha ido a un ser querido, quisiéramos haber hecho o dicho tantas cosas en su momento. Pero así es la vida, tan cercana a la muerte, aunque quisiéramos que se alejara lo más posible de quienes amamos. Muy sentidas palabras y creeme que te entiendo porque tus palabras reflejan en mucho mi historia de vida y a mi amada esposa, a quien perdí repentinamente en la muerte. Un abrazo.
GILBERTO MORENO dijo…
Gracias a este blog he vuelto a leer cosas que a veces no se ni donde dejo.
Al leer este intento de poema he vuelto a sentir la necesidad de vivir, de soñar, de volver el tiempo, de tener de nuevo 18 años.
SALUDOS.
SU AMIGO QUE SE CREE POETA...a veces. pero su amigo siempre
GILBERTO MORENO.

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