“Hoy tengo la bendición de aprender de personas con experiencia y largas trayectorias y de compartir con jóvenes de mi edad”



 



¿CÓMO LLENAS EL ALMA?

 

María Rubí Correa Quintero

 

Nunca me había detenido a pensar en aquellas cosas que hacemos día con día y nos van formando como personas, en esas decisiones que tomamos y determinan nuestra forma de vivir. No lo había hecho, hasta esta noche que me cautivó una película de Disney llamada “Soul” que, traducido al español, significa “Alma”. Es de esas películas nuevas y poco promocionadas, de verdad me atrapó tanto que, por las casi dos horas que dura, ni siquiera toqué mi celular. Y eso que por un buen tiempo estaba sonando como loco, por tatos mensajes que me llegaban.

Pero, bueno, para no desviarme tanto del tema, les digo que de verdad me hizo reflexionar sobre si todas las cosas que hago, día a día, realmente me llenan el alma. Creo estar en un momento decisivo en mi vida, donde estoy definiendo mi rumbo y eso me causa mucho miedo. Tengo 23 años y todos me dicen que soy muy joven, que tengo una vida por delante, pero qué clase de vida tendré, me pregunto todas las noches.

En este momento de mi vida estoy dedicando mi tiempo y mis energías en cumplir mi propósito principal a corto plazo, que es graduarme en la Universidad con buenas notas, porque he escuchado tanto que la Universidad te ofrece un mejor futuro que no he faltado a una sola clase desde que inicié en 2020, he entregado todas las tareas, leo y reflexiono las lecturas de la clase para participar atinadamente y, con todo eso, obtener el 10 que me diga que mi desempeño es excelente.

Lo que me causa temor es lo que viene después de la Universidad y no hablo del tiempo que pueda durar en conseguir mi tan añorada plaza, quizás sea rápido, tal vez no, pero no me preocupa eso, sino qué hacer cuando lo haya logrado, ¿Acaso seré feliz? ¿Será que estoy luchando por las cosas correctas? ¿Valdrá la pena los sacrificios que estoy haciendo hoy?

El personaje principal de la película espera una oportunidad para tocar música en un lugar grande y famoso para sentirse feliz, pleno y realizado, tiene ese pensamiento tan dentro que no disfruta lo que hay a su alrededor. Y creo que eso nos pasa a muchas personas. Creemos que la felicidad estará en un hecho determinado que nos olvidamos de vivir el momento por la obsesión de planear el futuro.

La película hablaba también sobre encontrar nuestra chispa, eso que nos completa y nos hace únicos pero que muchos de nosotros minimizamos para encajar en el molde de la sociedad, nos centramos tanto en encontrar un trabajo seguro que nos permita un sueldo digno para vivir un poco cómodos, que nos olvidamos de buscar nuestras pasiones y priorizarlas, nos olvidamos de disfrutar los detalles pequeños que nos ofrece la vida y, en consecuencia, nos frustramos cuando, después de un tiempo, haciendo lo que todos dicen deberíamos hacer, no nos sentimos felices.

El día de ayer todavía pensaba en echarle ganas a la vida con el propósito de tener un mejor futuro, hoy creo que debemos echarle ganas en vivir un día a la vez, disfrutar lo que la vida nos ofrece, hacerle más caso al corazón y aquello que nos apasiona. No importa que opinen los demás. La vida es difícil, dura y, en ocasiones, no logramos lo que nos proponemos, pero podemos aprender de la adversidad o quejarnos todo el tiempo por aquello que no se nos ha dado.

No me gustaría morir sin haber disfrutado mi vida por la distracción de planearla a la perfección, tampoco me gustaría vivir desgastándome en aquello que no me hace feliz, ya sea un trabajo, una compañía, un amor, prefiero arrepentirme por hacer cosas locas y apasionadas a sentir arrepentimiento por aquello que no me anime a hacer o decir.

En ocasiones, confundimos el disfrutar la vida con desperdiciarla. Yo no digo que estudiar la universidad está mal y no vale la pena desgastarse en ella, digo que ya no esperaré la graduación o una plaza docente para sentirme feliz.

Hoy tengo la bendición de ser una universitaria, de aprender de personas con experiencia y largas trayectorias, de compartir con jóvenes de mi edad que buscan cosas similares a lo que yo busco. No sé qué pase con mi vida, pero la quiero disfrutar y vivirla con pasión. Aprender del dolor, de las derrotas, de los triunfos y de las alegrías. Con dedicación y un poco de suerte, tal vez, todo resultará a mi favor.

 

Comentarios

María Rubí, muy buena tu pregunta ¿Cómo llenas qué? Porque muchos aún no distinguimos el Alma de lo Corpóreo y sufrimos por no tener al alcance del cuerpo, lo que sólo en el Alma se puede disfrutar. Y por eso nos angustiamos, por la perspectiva de no conseguir lo que nos haga felices, pero constreñimos la Felicidad a la simple satisfacción de las pulsiones y deseos.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento

Entradas más populares de este blog