“Hoy admiro a ese hombre que me formó para que yo fuera una persona fuerte y que no me dejara derrumbar por nada ni nadie”





 

“LA PRINCESA DE PAPÁ”

 

Xochitl Patricia Ortiz Borboa

 

Desde pequeña he sido criada de una forma distinta a las demás niñas con las que siempre he convivido. Mi padre me crio de una manera diferente. Siempre me ha enseñado a valerme por mí misma y a no depender de un hombre ni de nadie, que si necesito mover algo pesado, que si necesito cambiar una llanta de un carro, cambiar el tanque de gas, etcétera, son tantas cosas a las que mi padre me ha enseñado y que yo, en mi momento, pensaba que esa forma era la correcta. Nunca pensaba que mi padre me estaba formando como una niña que fuera capaz de no depender de nadie y no como una niña delicada y frágil como las demás.

Todos los fines de semana yo no esperaba los domingos para levantarme tarde como todos los demás, para mí era un día común y corriente ya que mi padre nos levantaba desde las cinco de la mañana para regar todas las plantas de la casa, regar el patio y barrerlo, mientras mi madre preparaba el desayuno, para que a las 7 de la mañana ya estuviéramos sentados en la mesa y disfrutar esa deliciosa comida. Eso era todos los domingos, sin excepciones.

A como fui creciendo escuchaba que mis amigas decían que su papá les compraba tal cosa, o las llevaba a pasear, que ellas eran las princesitas de papá y no las dejaban hacer nada que no fuera para mujeres, se levantaban tarde los fines de semana, jugaban a las muñecas, salían al parque y hacían infinidad de cosas. Yo me quedaba pensando en qué era lo que a mi papá le pasaba, ¿Por qué él no hacia eso con nosotros, por qué a mi hermana y a mí nos trataba cómo a mi hermano, que él pues sí era hombre y nosotros deberíamos de ser sus princesas y no sus ayudantes en sus necesidades?

Siempre fui una niña que no la veías jugar con muñecas, siempre le robaba los carritos a mi hermano y creaba carreteras, casas, jugaba fútbol, me llamaba más la atención los juegos bruscos que las cosas frágiles, tal vez por la crianza que recibía. No les niego que crecí con un poco de rencor hacia mi padre por la forma en que me crio, había veces que deseaba que me tratara como a mis amigas las trataban sus papás, que me preguntará qué quiere mi princesa, qué necesita. Que me comprara cosas de niñas, en fin, que él se diera cuenta que mi hermana y yo éramos niñas y no unos niños que necesitaran ser formados estrictamente.

Hoy en día miro atrás, tengo recuerdos bonitos y desagradables, pero hoy agradezco tanto a la vida que mi padre me haya formado de la manera en qué lo hizo, porque estoy segura que puedo ser una persona independiente, que no necesito de alguien para hacer cosas pesadas. Hoy admiro a ese hombre que me formó para que yo fuera una persona fuerte y que no me dejara derrumbar por nada ni nadie. Es aquí donde entiendo que él me formó racionalmente, es decir por la razón de que él quería tener unas hijas fuertes que supieran trabajar y que no anduvieran sólo viendo quién las saca adelante. No nos formó de una forma técnica, porque parece que a la mayoría de las mujeres las forman de la misma manera, parece que existe un papel, como un currículum, que de tal forma se debe de formar a las mujeres y de tal forma a los hombres. Mi papá nos formó desde su experiencia, quería que nosotras como mujeres pudiéramos salir adelante sobre cualquier circunstancia que se nos presentara, que fuéramos capaces de buscar soluciones y no quedarnos estancadas en un hoyo. Nos formó para saber enfrentarnos al mundo al que hoy vivimos. Y creo que esto es lo que el Maestro Frías quiere con nosotras, al hablar siempre de esa esquinita. Él quiere que nos animemos a salir de ahí para que veamos lo que hay fuera de ella, que hay un mundo muy diferente al que nosotros creemos, pero nos cuesta tanto entenderlo como a mí me costó entender que sí era una princesita de papá, pero el formó una princesa guerrera y no una frágil.

Eso es en base a como yo fui criada para enfrentarme al mundo en mi forma personal, pero yo no le veo mucho el cambio a la forma en la que los maestros nos forman profesionalmente, ya que en ello también encontramos a los maestros técnicos que se basan en su currículum para formarnos; que saben que debemos ser formados de tal forma que todos seamos iguales, y es así porque así lo mandan las autoridades y no deben de cambiarlo porque eso sería un problema, sin darse cuenta que lo diferente es mejor, que si buscan romper esa liga de enseñanza tendrán alumnos con mejor superación. Existen también maestros que se animan a romper esas reglas y tratar de formar personas más críticas, que tengan un pensamiento más propio y que se basen por sus experiencias y no por lo que un méndigo papel diga. Y creo que son pocos los docentes que se atreven a hacerlo, es por eso que los cambios en la educación no son muy notables.

Sé que algún día me animaré a salir de esa esquina porque sé que puedo, pero, tal vez, en estos momentos siento un poco de temor, me cuesta mucho expresarme y sacar lo que siento, pero sé que lo voy a lograr, quizá estoy como cuando era niña que estoy esperando ahora que me formen no como una princesa de papá, sino ahora como una docente que sea buena en lo que hace; pero para eso tengo que tratar de ser una maestra racional y creativa que piense en lo que le va a ayudar a formar personas para enfrentar una realidad. Y no sólo a una docente técnica que se basa en papeleos que, muchas veces, en estos tiempos ya ni sirven. 


Comentarios

Xochitl, las princesas no son siempre como las pintan en las películas de Disney. Las verdaderas princesas tienen aspiraciones y metas personales y profesionales, No están sólo como Fiona, en espera de que llegue su Príncipe, les dé un beso y las rescaten del sufrimiento que padecen. Las princesas reales son como tú cuentas que tú Papá te formó. Guerreras dispuestas a luchar para vivir en una vida real y no divagar y divagar en quimeras que nunca serán realidad.

Felicitaciones por esa formación familiar y por tu decisión de salir adelante. José Manuel Frías Sarmiento
Marcelo Tolosa dijo…
Muy bien estimada Xochitl. Me gustó leer tu historia sobre la educación que tu Padre te dió. Me gusta esa forma. De crear personas autosuficientes. Muchas veces no entendemos porque lo hacen de ciertas forma y en el proceso nos frustramos por no ser iguales a los demás . Pero estoy muy seguro que lo hacía por algo y ahora entiendes todo. Te mando un gran saludo.
Yael R dijo…
Cada palabra y cada frase que somos capaces de articular para compartir algo tan personal como nuestros miedos y hasta rencores, nos permite también ver en retrospectiva de una forma más madura quizá, cuando logramos ver la intension detrás de la acción, como bien dices, la intención de formarte emocionalmente fuerte e independiente ha sido lograda, tu papá desde su trinchera y su entendimiento y seguramente con todo su amor.
Asi es como puedes seguir siendo princesa en el corazón de tu papá muy seguramente y un modelo a seguir por tu ejemplo a tu familia y próximamente podrás también influenciar a tus alumnos.
Muchas felicidades por tu valentía de expresarte y por todos tus logros!!!
De Disney me gustan Mérida y Tiana 😉

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