“No sé, pero voy aprendiendo en el proceso, es parte de mi formación hacerlo, aunque en ocasiones se me olvide”



 



¡QUÉ VOY A SABER YO DE LEYES DE EDUCACIÓN!

 

María Fernanda Villarreal Domínguez

 

Hablar sobre las leyes y reglamentos que rigen a la educación es adentrarnos en un tema que, para gran parte de los estudiantes, parece complejo y tedioso, cuando no hay interés o no se comprenda de lo que se esté hablando; en lo personal, sé muy poco sobre ellas, incluso, dudo que sepa explicarlas con claridad si me llegan a preguntar.

Estas normas se crean para mejorar el sistema educativo en cada uno de sus elementos, en un intento por incrementar la calidad y los niveles de aprovechamiento en las instituciones, permitir una convivencia pacífica y amena dentro de todos los sistemas y los que conviven dentro de ellos, y es que, ¿Cómo podríamos tener un sistema educativo que no tuviera bases en las cuales apoyarse?

Es importante que se sepa que para que estas Leyes sean la base para los sistemas educativos pasaron por un sinfín de “manos”, quienes discutieron durante un tiempo lo que debían contener. Toda Ley General de Educación que vaya a proponerse debe ser evaluada por el H. Congreso de la Unión, donde los diputados discuten arduamente sobre cuales elementos debían modificarse y cuales eliminar, para el bien de la nación, de su sociedad, y de la educación de las futuras generaciones. Por otro lado, los estados de la república cuentan con leyes relacionadas con temas educativos, establecidas, discutidas y evaluadas por las cámaras de diputados a nivel estado.

El fin de la Ley General de Educación es regular la educación que se impartirá por la Federación, Estados, Ciudad de México y municipios, así como sus organismos descentralizados y particulares con autorización oficial, bajo la rectoría del Estado y de las leyes estatales.

Yo soy una estudiante de pedagogía y, como estudiante, es posible que mis argumentos y conocimientos sobre la Ley General de Educación en nuestro país sean insignificantes, ni hablar de los reglamentos de mi institución o de la Ley de Educación en mi estado, muchos dirán, ¡Qué va a saber sobre eso! Y es cierto, no sé, pero voy aprendiendo en el proceso, es parte de mi formación hacerlo, aunque en ocasiones se me olvide.

A lo largo de nuestra vida académica hemos tenido pequeños acercamientos a algunos artículos que nos hablan de la educación, recuerdo que desde primaria se nos ha dicho que en el Artículo 3° de nuestra Constitución se nos garantiza nuestro derecho a ella, pero ha sido hasta que estamos en nuestra vida universitaria, que realmente nos volvemos conscientes que existen leyes y normas que van más allá que sólo decirnos que es un derecho, hay elementos más a fondo que nos explican en qué consiste y qué debe de hacer el Estado junto a las instituciones, para garantizarlo.

Es importante que dentro de toda ley o reforma que se cree en favor de la educación, se tome en cuenta a todos y cada uno de los involucrados en ella, madres y padres de familia, tutores, maestras y maestros, así como directivos y administrativos, pues son ellos los que hacen que el sistema educativo sea lo que es. Si se deja de lado a alguno, es posible que los resultados no se desarrollen como se esperen, que surjan los problemas de intereses y se cree un caos en el proceso.

A través de estas leyes se establecen lineamientos de lo que la educación debe ser, tanto en términos de contenidos académicos, experiencias, instituciones y los elementos necesarios para que sea pública, gratuita, laica, universal e inclusiva, tal como se establece en el Artículo 3° de nuestra Constitución, siendo estos últimos, algunas temáticas muy resonadas en los últimos años.

Se busca que la sociedad, empezando por aquellos que se empiezan a educar, se desarrollen como personas democráticas, libres, empáticas y que promuevan el respeto de la diversidad, siendo las aulas un medio fundamental para alcanzar un país más equitativo y solidario, así como regido por valores como la honestidad y la justicia, importantes para una sociedad democrática.  Lo que nos muestra un intento por adaptar el sistema educativo a lo que el mundo necesita.

A su vez, se establece que todas las personas, al tener derecho a la educación, deben ser aceptados en cualquier institución educativa que deseen, pues es un deber de éstas ofrecer las mismas oportunidades de acceso, aprendizaje y desarrollo escolar, sin importar las características o limitaciones de los estudiantes.

Dejándonos una prueba de que ya no debe existir la discriminación, dando acceso para todas las personas, con barreras de aprendizaje, mujeres, indígenas y extranjeros, recalcando la búsqueda de una educación humanista, donde se fomenta el respeto a la dignidad de las personas, igualdad de derechos para todos, erradicando cualquier privilegio de razas, religión, grupos, sexo.

Considero que, si bien las instituciones y el Estado suponen buscar estrategias para la educación de los alumnos, está en los padres la obligación de influir en la asistencia de sus hijos a las aulas, ¿Qué sentido tiene que se hagan malabares para obtener mejores prácticas, si los padres no llevan a los alumnos a la escuela? Es decir, viene desde la Constitución el hecho de ser obligatoria hasta los dieciocho años y, como padres, es obvio que se tiene que participar en los procesos académicos de los estudiantes, ser presentes en las necesidades y desempeño que tengan en sus actividades, participando en que su aprendizaje sea el mejor.

Por otro lado, es verdad que gracias a la pandemia nos vimos obligados a trasladar la educación de las aulas a las pantallas, maestros y alumnos intentado adaptarse a la vida virtual, averiguando a prueba y error la forma de llevar una clase por videollamada, cada uno con sus limitaciones o ventajas, terminando, algunos, después de la pandemia siendo expertos en tecnología.

Incluso, antes de esto, en la Ley General de Educación ya venía manejando, en algunos de sus apartados, la necesidad de que las escuelas tanto de nivel básico hasta superior, manejaran la posibilidad de una educación abierta y a distancia, donde se usaran plataformas en línea, internet como sus miles de herramientas, porque, aunque no lo viéramos así, nuestra sociedad requería, y requiere, de una educación donde se manejen comunicación, conocimiento y aprendizaje digital.

Lo que me parece increíble dentro de estas normas y leyes que está estableciendo nuestro país, es el hecho de incluir a las humanidades, la ciencia y las artes dentro de los planes de estudio, ni hablar de la tecnología e innovación, pero realmente siendo impartidas y no simulaciones, yo recuerdo que mis años de educación básica, materias como artes y computación eran muy mal manejadas, no digo que no sirvieran pero no estaban lo suficientemente coordinadas y parecía que sólo improvisaban en los contenidos.

Me parece importante que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de tener acceso a estas temáticas, pues el arte puede ayudarles a expresarse por sí mismos a la vez que aprenden mucho más de cultura. Dentro de cada expresión artística está inmersa una enseñanza, ni hablar de lo importante que es la filosofía y la ciencia dentro de los programas de estudio. Reflexionar sobre lo que pasa en su mundo y ver que hay mucho más allá, es nutrir sus conocimientos con grandes elementos.

Todos estos temas de leyes y normas siempre formarán parte de nuestra formación como ciudadanos, mucho más si ya hemos decidido integrarnos a este mundo de la educación, donde debemos estarnos actualizando en pro de dejar en las nuevas generaciones mejores prácticas, puede que la mayoría, de los futuros pedagogos no estemos pensando en estar dentro de las aulas o estar en instituciones educativas, pero, aun con ello, es importante que sepas de esto, porque queramos o no afectará a nuestros hijos o seres queridos del mañana.

No intento argumentar que yo, después de leerlas y analizarlas, me volveré una experta, pero tal vez sea más consciente de lo que la educación necesita y de lo que se está haciendo para cubrir estas necesidades; al final del día es parte de lo que una futura “experta” en educación debería hacer, conocer todas las temáticas que se relacionen con ella y como aplicarlas para hacer de ella una mejor opción para la sociedad.


Comentarios


Fernanda, conocer de Leyes es difícil y, a veces, hasta engorroso. Pocos nos interesamos por conocer, aunque fuere por encimita los postulados básicos contemplados en la Constitución. A pesar de que en las escuelas se supone y se alardea de que se imparte Educación Cívica, es claro que no es verdad o que se imparte de manera tal que pasa desapercibida. Lo bueno es que Ustedes, próximas pedagogas, ya empiezan a pensar, a leer, a platicar y a escribir sobre las Leyes que rigen a la Educación Nacional, Estatal y particular de la Universidad que les competa. A lo mejor y no la entenderemos, pero, al menos, sabremos en dónde buscar para defender nuestro derecho a recibir y propiciar una mejor educación.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Marcelo Tolosa dijo…
Estimada María Fernanda, así es, Conocemos la ley por encimita y nos "obligaron" porque no debía serlo, mas bien debería ser un compromiso como ciudadanos. Al final de cuentas las Leyes nos orientan y nos brindan una guía y ya como ciudadanos estar atentos en lo que podamos participar y mejorar. Te mando un saludo y gracias por estas lectura que me va haciendo mucha memoria. Te mando un saludo.

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