“¿Será que a como la tecnología aumenta, la sociedad disminuye?”



 



APAGÓN MENTAL

 

Mariana Castro Félix

 

¿Qué nos pasa? ¿Por qué la sociedad se encuentra como apagada? Nos encontramos tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.

Observo y analizo, hoy en día solo tenemos una preocupación: que nuestro celular no se quede sin batería. Y es que dependemos tanto de él, como del oxígeno mismo.

Las reuniones familiares ya no son las mismas de antes, aquéllas en las que la familia se ponía de acuerdo para pasarla bien, los hombres asando la carne, mientras las mujeres preparaban las salsas, ah, pero “una que pique, una que no pique y otra que pique más o menos”, como le diría Rigoberto a la India Yuridia; y el guacamole que no falta. Después, pues a jugar lotería o sacar las sillas al patio de la casa del rancho para mirar a lo lejos quien pasaba qué pudieran reconocer, mientras echaban el chisme con una buena taza de café y, claro, sin faltar un buen pan recién horneado.

La vida de rancho es incomparable, la libertad y la paz con la que se vive ahí, donde todos se conocen y se pueden echar la mano en las broncas que se presenten. En cambio, en la ciudad, la mayoría de las veces, las amistades son por interés o, simplemente, ni se puede contar con los vecinos.

¿Qué ha pasado con los niños de ahora? No comprenden la diversión de correr por el patio de tu vecino, exponiéndote a raspones y algunos golpes, que en el momento parecen los más dolorosos del mundo, pero aun así te levantas como si nada y continúas jugando, porque bien sabías que si tu mamá te veía quejarte te esperaba una buena regañiza.

¿Qué ha pasado con disfrutar de las visitas a los abuelos? Anhelando escuchar las anécdotas que ya te sabes de memoria, pero que aun así disfrutas que tus abuelos te las cuenten, porque imaginas cada una de esas historias con un detalle impresionante que cada vez comprendes más.

La sociedad análoga ya no está de moda, los niños nos ven como celulares viejos o televisores de esos que pesaban como 15 kilos que tenían que estar en una mesita que los pudiera soportar. Era la novedad en los tiempos mis papás y en mis tiempos era utilizado de la misma forma en la que las nuevas generaciones utilizar el celular.

Los castigos se basaban en no dejarnos salir a jugar o no poder ver la televisión.

Ahora los papás no les pueden quitar un simple celular a sus hijos porque ellos les hacen un súper berrinche.

Parece que ellos son los que mandan.

¿Será que a como la tecnología aumenta, la sociedad disminuye? Pues entre más novedades hay que los jóvenes podemos utilizar, los mayores se vuelven obsoletos. Nuestros padres ya no saben cómo utilizar las nuevas aplicaciones de los celulares, sólo hacen llamadas, y nosotros vamos para el mismo rumbo con las futuras novedades.

Los niños no ya no piden juguetes. Desde del primer año de edad ya les piden a sus papás que les presten el celular. En las reuniones familiares, se sientan todos juntos pero cada uno utilizando su celular. Antes, las mamás regañaban a los hijos por pasar tanto tiempo en la calle jugando o de vagos. Hoy, las mamás regañan a sus hijos por no dejar el celular y no salir ni de su cuarto, ni salir a jugar con otros niños.

Como cambian los tiempos.

Yo me estoy muriendo por ir, aunque sea unos días, a mi rancho. Anhelo las fiestas navideñas que pasamos allá, con la familia toda reunida. Y mis primos más chicos les hacen berrinche a sus papás porque no quieren ir al rancho a disfrutar de la naturaleza, porque allá no hay internet y se aburren.

¿Cómo les explico que se están perdiendo la diversión misma? Pero, bueno, la sociedad cambia y, aunque a veces no sea para bien, sólo queda aceptarle. Porque por más que uno quiera regresar a su infancia ya es imposible. Y si las nuevas sociedades así lo disfrutan pues seguiremos adelante con el dominio mental que la tecnología y quienes la controlan están causando en nosotros. 

Comentarios


Pues sí, Mariana, la sociedad, como lo conocimos y la disfrutamos algunos, ya está fuera de moda y, lo que es peor, casi por desaparecer. Los nuevos creen que, deshaciéndose de lo anterior, el mundo les será mejor, sin percatarse de la cultura que ignoran y dejan de disfrutar. Si leyeran, verían que la destrucción de la Biblioteca de Alejandría (aun y cuando fuere un mito) no hizo mejores a sus detractores. Como tampoco obviar el saber y la conducta de sus mayores hará mejores (sólo por eso) a los jóvenes tecnólogos digitales de hoy.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Marcelo Tolosa dijo…
Me paraste en seco con eso de: "Que nuestro celular no se quede sin batería" y justo ahorita estaba preocupado por cargar el celular Jaja! Nada fuera de la realidad tus opiniones y reflexiones. Muy acertadas. Como que la tecnología nos ha arrebatado todo ese tiempo de calidad que aprovechábamos con nuestros seres queridos. Como dicen los "plebes" ahora: "Tu eres del tiempo en el que el BlackBerry era una fruta". Saludos Mariana, y aprovechar el tiempo de calidad.

Entradas más populares de este blog