“Tomarse algunos minutos para reflexionar sobre el estilo de vida que llevamos es una buena técnica para conocer si estamos bien con nosotros mismos”







PREGUNTAS DE LA VIDA

 

Danna Cecilia Orrantia Guerrero


Salir de una clase del profesor Frías significa cuestionarme hasta de mi existencia. Eso es lo que siempre digo cuando me preguntan cómo me fue con este maestro. Hoy salí de su clase preguntándome ¿Cuál es mi propósito en la vida? No quiere decir que antes no busqué una respuesta a esta interrogante, siempre decía que mi propósito era encontrar una carrera para estudiar y ser feliz en el transcurso de ésta o tener muchos amigos, compartir momentos con mi familia, cosas de este tipo, pero hoy que hablamos sobre los estilos de vida me doy cuenta que estoy viviendo sin un propósito en mi vida.

Entonces recordé que cuando estaba en secundaria escribí algunas preguntas, a las que le llamé “Las preguntas de la vida”, todo ello porque leí El Principito, me empecé a preguntar si realmente yo era feliz con lo que tenía. Hoy me doy cuenta que mis repuestas estaban todas materializadas. A la Danna pequeña la hacía feliz ver televisión, leer libros en la biblioteca, jugar con mi computadora vieja, que le dieran muchos regalos en Navidad y al cumplir al día siguiente de este día debían darme doble regalo, pues para mi eran dos cosas totalmente distintas. A la Danna de hoy la hace feliz llegar a casa y que su pequeña mascota la esté esperando para saludarla, esperar a su mamá para comer junto con su hermano, sólo los 3 pues su padre se encuentra trabajando, realizar tareas en el comedor y esperar a que su papá llegué del trabajo para seguir haciendo tareas mientras él come, preguntarle cómo le fue en su día y escucharlo relatar sus actividades laborales; esperar el fin de semana para visitar su pueblo y compartir una buena charla con su Ma Aurora sobre la novela, visitar a sus Titos y contarles lo bien que le está yendo en la Universidad, salir con sus amigos a comer o simplemente juntarse a hacer nada con ellos. Momentos que la Danna pequeña sin duda no sabía apreciar, para ella serían tan aburridos, pero que la Danna de hoy no se saltaría por nada. Hoy mi felicidad es disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, lo material es esencial, eso es cierto, pero no me encuentro enfocada en ese aspecto, prefiero disfrutar a las personas que están a mi alrededor y ponerme especial atención a mí misma; muchos años puse a las personas por encima de mí, hoy prefiero ser yo mi prioridad.

Agregando a esa lista de preguntas la esencia de la nueva yo, me gustaría preguntar ¿Por qué soy así? Y no en el sentido del reproche, sino al llamado de una profunda reflexión, aprendí a caminar con apoyo de mis papás, supe alimentarme porque ellos me enseñaron el ejemplo de cómo debía hacerlo correctamente, me enseñaron qué debía comer y qué no; cuáles eran las acciones u objetos con los que podía hacerme daño, me dieron reglas y valores que yo debía seguir, me presentaron la libertad como una toma de decisiones totalmente mía; ellos aprendieron de sus padres también y mis abuelos de sus papás, la cadena puede continuar por mucho más y al final del camino darnos cuenta que las enseñanzas cambian.

Para mi Ma Aurora la ropa que usamos hoy es muy corta, ella está acostumbrada a las blusas que te cubrían debajo de la cadera, con mangas ¾ o completa, con un cuello en U y faldas largas hasta los tobillos, cuando a mis tíos y a mi mamá les tocó su juventud las mujeres usaban pantalones tipo pescador de mezclilla y las blusas podían llegar un poco más debajo del ombligo, existió un cambio muy drástico para ella cuando observó que nosotras, sus nietas, usábamos top que nos llegan arriba de las costillas, las faldas llegan a dos o más dedos arriba de la rodilla, con pantalones pegados, blusas con escotes profundos o cortes en V, sin mangas o sólo de tirante; nosotras estamos avisándole sobre los nuevos cambios que tiene la sociedad, aunque para ella sean una locura intenta entendernos a su modo. En los tiempos de mis abuelos se podían observar culturas distintas, sus formas de vestir, los valores con los que los criaron o la comida que disfrutaban es muy distinta a la de nosotros y podemos decir que la cultura es cambiante, el ser humano transforma la cultura y con ella impone en la sociedad nuevas tradiciones, valores, concepciones de la vida, necesidades básicas, que desde mi perspectiva es cada vez más liberal con el paso de los años.

En algún momento todas nuestras prácticas serán anticuadas o fuera de lugar. Mi estilo de vida está regido por mi entorno, las personas con las que me junto, el dinero que tengo, mi ocupación o, en este caso, la carrera que estudio; por lo tanto, me encuentro en una clasificación de economía media, en donde comprarme una blusa de 100 a 200 pesos es normal, así como también puedo comprarme un pantalón de 300 pesos y es la normalidad que vivo en mi entorno cercano; para otros, por lo menos, un pantalón de 1000 pesos es decente y eso es por lo bajo del presupuesto, con el tiempo este irá en aumento, porque así lo dicta la sociedad, siempre buscando más y más de lo material.

Considero que mi estilo de vida es sencillo, como dije el tiempo que le dedico a las personas y el que me dedican también, es lo que me hace feliz, hace algún tiempo que dejaron de importarme los regalos materiales y empecé a valorar las cartas escritas a mano; algunas personas te regalan gestos que para ellos tienen mucho valor, como alguna pieza de origami o incluso un dibujo que tiene mucha dedicación y cariño, claro que los regalos materiales son lindos, pero no necesitan ser costosos o de una buena marca, el simple hecho de que piensen en regalarme algo ya tiene mucho valor para mí. Me gusta ayudar a mi papá para no gastar dinero, si algunas cosas puedo comprármelas yo misma lo haré y, más aún, si puedo ayudarle en cuestiones monetarias o de cualquier ámbito; me gusta disfrutar de los atardeceres, pero aprecio más el brillo de la luna y las estrellas; los libros o escribir relatos son un gran pasatiempo que tengo. Disfruto ver series, películas o algún K-drama por las tardes, me encanta tomar mi café helado por las mañanas, hacer desayunos de señoras con mis mejores amigas; un día en mi vida podrá no tener nada excepcional a la hora de ser narrado, pero así es como me siento cómoda pasando mis días.

Tomarse algunos minutos para reflexionar sobre el estilo de vida que llevamos es una buena técnica para conocer si estamos bien con nosotros mismos, buscar que cosas nos gustaría mejorar, en cuales estamos fallando, que podríamos agregar, mirarnos a través de nuestros ojos y no desde los del otro; los estilos de vida están dictados muchas veces por una sociedad, pero entonces pensemos, ¿Cuál de ellos me hace sentir feliz? ¿Cuál estilo de vida es más cómodo para mí? O, incluso, ¿Qué estilo de vida me ayudará a cumplir mis sueños?

No tener un sueño está bien, muchas personas dicen que por no tener un propósito en la vida estamos viviendo por vivir, si no tenemos metas entonces no lograremos nada en el futuro; pero entonces yo me lleno de dudas y me pregunto tantas cosas, ¿Realmente necesito un futuro para lograr algo? Tengo 19 años y al día de hoy estoy logrando muchas cosas que nunca pensé podría. Si te frustra no tener metas, un sueño o un propósito en tu vida puedes preguntarte a qué lugar quieres llegar; puedes plantearte ser rico, tener joyas y un gran auto, no dejemos que las demás personas se metan en la elección de tu vida. Tú eres la persona principal. ¿Así que dime, a quién ves cuando te miras en el espejo?



Comentarios


Danna, las preguntas de la vida, creo que nos las hacemos todos. En algún momento de nuestra existencia empezamos a pensar qué somos, qué hacemos, qué queremos y hacia dónde vamos. Tu compañera, ayer en clase, expresó un profundo sentimiento que muy pocos nos atrevemos a externar y eso propició que relacionáramos las miradas Humanista y Antropológica al Estilo de Vida que todos construimos con nuestros haceres cotidianos.

Fernando Savater, un filósofo español, escribió un libro que, como tu texto, se llama Las Preguntas de la Vida. Si puedes, léelo.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
Marcelo Tolosa dijo…
Muy bien Danna, respecto al Master Frías , me alegra que sea así, de esas personas que paran tus vacaciones mentales y te ponen a reflexionar y a tomar un paso.

Al ir leyendo el cambio de prioridades que vas elaborando en tu texto. Puedo coincidir contigo en esa evolución. Primero somos muy amantes de lo material y al paso del tiempo nuestras prioridades cambian. Valoramos mas los detalles y momentos que nos traen felicidad y crecimiento.

Yo creo que es bueno e indispensable tener un propósito como una brújula e ir haciendo una lista de cosas, pero al final de cuentas vamos a estar de donde seamos felices y podamos desarrollarnos.

Te mando un saludo. Excelente texto.

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