“El niño, por medio de la interacción, aprende, ya sea tocando, mirando; siempre aprende cosas nuevas y tiene dudas sobre su entorno”.
LA NATURALEZA EN EL NIÑO
María Elena Ramírez Romero
Como este escrito
está relacionado con saberes que tienen los niños sobre la naturaleza, me
parece importante comenzar haciéndome preguntas muy peculiares, por ejemplo,
¿qué conozco yo sobre la naturaleza? Y ¿qué les puedo enseñar a los alumnos? Me
entró una curiosidad por saber, por observar y por aprender. Me doy cuenta que
no es que yo no supiera de todo esto, simplemente lo dejaba de lado.
Creo que lo
primero que debo hacer es regresarme a mi propia infancia y recordar como yo miraba
y aceptaba la naturaleza. Yo, de niña, viví en un rancho llamado El Potrero. Voy a contar un poco de
aquella vida, para hacer comparaciones de cómo fue la mía y como es hoy, la mía
de verdad que fue bonita.
Se preguntarán de
qué manera disfrutaba la naturaleza; bueno, disfrutaba a mi familia, y ellos
son también parte de la naturaleza. Nos podíamos bañar en los arroyos divirtiéndonos,
disfrutábamos el aire puro, nos trepábamos a los árboles, había arboles de
frutas de mangos, naranjas, mandarinas, duraznos etc. Es increíble como la
naturaleza nos regala algo tan bonito. En ocasiones yo buscaba la manera de
divertirme de jugar sola, me ponía a jugar con los animalitos, a los pobres
cigarrones los agarraba y les ponía un hilo en la cola y ellos volaban en
círculos, le llamaba el avioncito de cigarrón, nunca me dio por hacerles daño sólo
que a veces se les arrancaba su cola,
pero no era mi culpa yo sólo jugaba con ellos; las flores de San Juan las
cortaba, hacia cadenitas y pulseritas; jugaba a hacer pasteles de tierra y
casitas; nos alegrábamos mucho cuando llovía y cuando no podía llover, teníamos
una diversión entre nosotros que era agarrar un torito y llenarlo de cenizas, dejarlo que volara para que fuera y
les dijera a las nubes que lloviera. Bien recuerdo que en una ocasión mandamos
al torito y tocó la casualidad que
llovió, estábamos tan alegres bañándonos porque sí nos había funcionado nuestra
estrategia.
Me pareció
importante mencionar una parte de mi historia personal, de cómo fue mi niñez y
la naturaleza, para de ahí partir y hacer una comparación de lo diferente que
es hoy en día todo; algunos autores dicen que hay que saber cuántos tantos
saberes previos traen los niños para de ahí poder partir; y luego, nosotros
hacernos esa pregunta tan importante ¿qué tenemos y qué sabemos nosotros
relacionado con el tema para enseñarlo a los niños? más que nada porque para
poder enseñarle a los niños, uno mismo tiene que adquirir ese conocimiento. Cuando
mi maestro Frías Sarmiento dejó esa tarea, fue la primera pregunta que me hice
¿qué saben los niños sobre eso? Me regresé tiempo atrás en mi infancia y me doy
cuenta que fue muy bonita el poder jugar y divertirme con la naturaleza.
Ahora que ya conté
un poquito cómo viví y miraba la naturaleza en mi infancia, me hago tres preguntas
¿Cómo ven los niños la naturaleza? ¿Cómo
interactúan con ella?, y ¿Qué les voy a enseñar como docente y cómo los voy a
motivar? Si en mi infancia yo disfruté mucho la naturaleza, ¿cómo hago para que
ellos también la disfruten?
La naturaleza,
primero que nada, es poder escuchar, hablar, movernos, ver, son partes
fundamentales en nuestra vida, es como darnos cuenta que si no podemos caminar
nos perdemos de mucho, no poder mirar, tal vez me estoy yendo a los extremos
diciendo eso, pero es que cómo entender que, si tenemos todo eso que mencioné, por
qué la mayoría de los seres humanos desperdiciamos el tiempo mirando televisión,
preocupados por qué ira a pasar mañana en la telenovela. Me ha pasado, en
ocasiones, que estoy bien estresada mirando la tele porque van a llegar por
atrás y van a golpear al fulano; y, sin embargo, como sociedad no valoramos lo
que tenemos y no nos preocupamos por el daño que le hacemos a la naturaleza,
nuestra naturaleza.
Me pregunto: ¿A
los niños cómo se les puede inculcar algo que le llame la atención hacia la
naturaleza, hacia el entorno en el que viven? Más que nada, pienso que es
importante despertar la curiosidad, los niños son curiosos por naturaleza,
tienen ganas de aprender y empaparse de mucha información; lo que tenemos que
hacer, desde mi punto de vista, es buscar estrategias innovadoras para que al
niño se le despierte la curiosidad y las ganas de aprender.
La naturaleza de
los niños, se podría decir que es también el cómo interactúan y juegan con los
demás niños; me parece de mucha importancia mencionar cómo los niños se
relacionan hoy en día con la naturaleza: a algunos los llevan en carro de ida y
vuelta a la escuela, cuando llegan a casa se ponen en la Tablet o a ver
televisión, los sobreprotegen para que no se mojen, para que no jueguen en la
tierra o, en algunos casos, hasta para que no les piquen los mosquitos. Estos
niños a los que no se les permite jugar libremente, que no los dejan trepar a
los árboles, no disfrutan la naturaleza, no desarrollan habilidades cognitivas
y emocionales; y, muchas veces, los mismos padres son los que le hacen el daño
a sus hijos sin darse cuenta.
Los niños observan
la naturaleza porque es lo que los rodea, desde mi punto de vista son ellos
mismos parte de la naturaleza; ellos perciben el aire que respiramos, el agua que
los moja… Los niños miran por medio de herramientas que nosotros les ofrecemos
y con ellas se van dando cuenta de su entorno, mediante actividades y
conocimientos que van adquiriendo; y así, hasta inconscientemente aprenden.
¿Qué podemos hacer
como educadoras para que los niños se interesen por la naturaleza? Podemos
hacer muchas actividades y estrategias para lograrlo. En mi preescolar se hará
una actividad para que vayan los niños al jardín botánico a explorar, y me
parece de mucha importancia que los niños conozcan más e interactúen con la
naturaleza y tengan la oportunidad de indagar. También podemos realizar otra
actividad sobre las áreas verdes del kínder y explicarles bien que las tenemos
que cuidar, hablarles de los animales etcétera. hay varias maneras para que los
niños desde pequeños adquieran el conocimiento de cómo cuidar la naturaleza.
Me llama mucho la
atención de cómo, rescatando estas ideas que yo tenía sobre la naturaleza, me
doy cuenta de la importancia que ésta tiene en la vida cotidiana, y de que
tenemos que cuidarla y enseñar a los niños a que desde pequeños la cuiden.
Ya lo dije antes: yo
disfruté mucho mi niñez; y, a mi punto de vista, las personas que viven en los
ranchos tienen más oportunidad de interactuar con la naturaleza, así como yo lo
hice. La mayoría de los niños, si los observamos con atención, veremos que juegan
con los animalitos y se bañan en la lluvia; estos niños que tienen la
oportunidad de trepar un árbol, de jugar con tierra, de correr libremente,
desarrollan muchas más capacidades que los niños que no se le permiten
interactuar y están sobreprotegidos; tal vez uno lo quiere hacer por el bien de
los niños cuidándolos, pero no sabemos que todo lo relacionado con la
naturaleza le ayuda al niño en su crecimiento e inteligencia.
Los investigadores
nos explican de cómo el niño llega ansioso de aprender cosas nuevas, llevando
ideas previas de casa y con los conocimientos que obtenga en el preescolar él
los pondrá en práctica. Y algo que me llama la atención, es que nos dicen que
“la mente del alumno es como un pizarrón en blanco sobre el que la experiencia
escribe”. Yo lo entendí de la manera en que el niño puede agarrar una hormiga
sin saber que ésta le puede picar, ya que la agarra y le pica adquiere el
conocimiento de que ya no la va a agarrar por que le picó y mejor la deja en
paz.
El niño, por medio de la interacción, aprende, ya sea tocando, mirando; siempre aprende cosas nuevas y tiene dudas sobre su entorno. Es ahí donde nosotros, como docentes, tenemos la responsabilidad de enseñarle al niño a adquirir nuevos conocimientos y a relacionarlos con la naturaleza.
Comentarios
María Elena, la curiosidad infantil es el motor principal del aprendizaje en los niños. Y la Naturaleza es una fuente infinita y atractiva de conocimientos para ellos. Que los profesores entiendan esa realidad es la mejor manera de enseñarles maneras adecuadas de interacción educativa.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento