15 de Mayo, Día del Maestro
“Como maestro me has enseñado desde el corazón, no desde el libro”
Alma Lizbeth Medrano Arballo
Hoy quiero escribirle
a un maestro, bueno, a un amigo, en el cual he puesto mi confianza para mi
formación académica. Creo plenamente que me ayudará a obtener conocimiento y
que contribuirá con su ejemplo a la formación de mi personalidad y adquisición
de valores.
¡Qué más le puedo
decir, aparte de ser un gran maestro! Gracias por su motivación e inspiración
ya que me enseñó que aprender no es aburrido, sino ir descubriendo interesantes
y maravillosos conocimientos que me llenan de virtudes y acrecientan mi
personalidad. Con Usted voy descubriendo esas capacidades que se esconden
dentro de mí; y, a través de una gran persona como es lo usted, maestro, he sabido
que esas capacidades sólo podemos sacarlas si nos empeñamos en buscar cada vez más
y no quedarnos con lo de encimita, si no intentar conocernos y saber de lo que
somos capaces.
Quiero decirle,
Maestro, que Usted hace un gran trabajo, va dejando huella en cada alumno;
porque siempre lo recordaremos con esa sonrisa, con esa motivación de dar su clase,
con la paciencia y el sentido de compromiso que manifiesta con sus estudiantes.
Somos conscientes de que no sólo ha enseñado lo que estipula el plan educativo,
sino que se ha esforzado por inculcar valores, ofreciendo guía y consejos que
reflejan su dedicación y su deseo de que sus alumnos se conviertan en personas
de provecho.
Hay una frase que,
cada vez que la escucho, me recuerda a su gran trabajo de maestro: como
maestro me has enseñado desde el corazón, no desde el libro. Un libro son
letras que nos indican aprender un conocimiento que, tal vez, nunca vamos a
utilizar; en cambio, usted maestro, con sus palabras llenas de sabiduría, nos
comparte un conocimiento que me llena de fortaleza para continuar. Esas frases
motivadoras me sirven de aliento porque, cuando siento que no soy capaz para
esta etapa, sus palabras me hacen reflexionar y saber que puedo con eso y más y
que no habrá nada que me detendrá.
Esta carta, maestro, es para cuando se sienta triste y
piense que no está haciendo las cosas bien. Yo le aseguro, de verdad, que las está
haciendo muy bien, pero tan bien que cada vez que lo miro me inspira a ser como
usted, a ser un gran maestro tan reconocido. Y también, por el cambio que Usted
le ha dado a la educación.
Gracias, tú eres el profesor que ha logrado
inspirarme y darme confianza en mí y en el futuro.
¡¡¡Feliz
día del Maestro!!!
Con mis mejores
deseos y felicitaciones, se despide Alma Medrano.
Comentarios
Alma Lizbeth, tu carta es breve pero intensa y emotiva en el sentir hacia ese profesor al que sientes como amigo. Esa relación, dialógica y educativa, es la que todos los Maestros, anhelamos establecer con nuestros alumnos, para enriquecer los escenarios y las relaciones pedagógicas y sociales.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento
El tercer párrafo hay algo de fondo. hacer un gran trabajo es porque amamos lo que hacemos. Me recordó una frase:" Se feliz mientras vives, de otra manera ya estas muerto de hace rato". Algo así es la traducción.
La frase del cuarto párrafo es un frasononon.
Y el penúltimo párrafo. También aniquilador. Reconocer los estados de animo que cualquier persona puede tener es muy importante. Pero validar el trabajo que se hace es muy importante. Y saber que que se reconoce.
Muy bien Alma Lizbeth , te mando un saludo.