“Que la tierra y el sol se traguen tus últimas esperanzas”

¡MALDITAS VOCES!

Gloria Guadalupe Correa Ochoa 

Resulta extraño que las personas, al conocerme, dicen: “Como te gusta reír”. “Tienes un aura muy bonita”. “Alegras con tu presencia”. “Tienes bonito cuerpo”.

Pero, vamos, ¿bonita? ¿Linda? ¿Hermosa? ¿Preciosa? ¿Porque no puedo créeme ni verme así? Porque tengo que ver mis defectos tan de cerca.

Venga, mirad las medidas de mi cuerpo, observen el número que marca la báscula al subirme, véanme el cabello tan desaliñado y de color horrendo, mírenme esas ojeras, esos granos que marcan en mi cara, mis cejas despeinadas, mis manos resecas, las estrías de mi cuerpo, las varices de mis piernas, las pestañas cortas, los ojos cansados, el humor que tengo, el olor de mi perfume, las cicatrices emocionales, las vainas de querer creer que soy bonita no me sirven en lo mínimo, me estoy acabando desde dentro hacia fuera…¡Malditas voces!

-Vamos Lia, borra esa foto, los demás podrán salir bien, pero mira qué fachosa, estás pálida de la cara, ni siquiera maquillándote te hace ver mejor.

-¡Ay, pobrecita, cree que si la quieren…! ¿A poco te creíste sus piropos? Sólo mírate, das asco.

-Aprovecha para verte al espejo, levanta la cara, ladéala, barbilla arriba, arruga la nariz… Sí, definitivamente, salió otro cristiano en tu cara, otro a la lista de marcas en tu piel.

-Te gusta el calor, no puede ser, para estar sudando y que tu piel sea más grasosa.

-Vamos Lia, deja de creer que puedes ganarme y pensar que eres linda.

-Tienes tantas cosas en que pesar y no te ayudas en nada… escuela, trabajo, orgullo, padres, calificaciones, escritos, noviazgo, familia, amistades, salidas, bebidas, pijama, dormir, ojeras, cansancio, estrés, ansiedad… Sígueme, soy tu nueva compañera… me dicen Depresión.

-Ya ríndete, Lia, ¿en serio crees que yendo al psicólogo vas a estar mejor o desahogarte? Esto no es sólo hoy, es todo el tiempo.

-Estás fallando en todos los sentidos... Como hija, como hermana, como amiga, como pareja, como alumna, como persona, te estás perdiendo.

-Has dejado de ser esa chica carismática de ojitos brillosos, risueña, que saltaba por las calles de alegría, esa que cuando probaba un dulce o una comida deliciosa se ponía a bailar, No vas a regresar nunca, esto no tiene solución, ven a mí, vayamos a dormir un gran rato.

-Aquí te tengo un buen lugar, una cajita pequeña donde estarás acostada y nadie podrá molestarte, ven, acércate, vas a comer poco, dormir mucho, no descansar, tus ojeras se marcarán más pero tu cuerpo será más delgado. Entra a esta cajita conmigo, encerrémonos juntas, estaré contigo siempre, deja de llamar los demás, yo estaré contigo, en las peores…aquí estaré…

Que la tierra y el sol se traguen tus últimas esperanzas.

¡Andas como hoja en el viento…sin rumbo porque nada te llena y no te das cuenta que lo tienes todo!