14 de Febrero, Día del Amor y la Amistad
“La mayoría espera este día para alardear con lo mucho que pueden costear. Pagando cenas de porciones minuciosas, sabores insípidos y más caras que un kilo de limón”
MALDITA FECHA
Elsa Carolina García Carrillo
El
pasar de los días se siente pesado ¿Y cómo no? Si el aire está cargado de querubines,
azúcar y corazones flotantes, que de no ser por el cubrebocas que portamos a
diario ya nos hubiéramos atragantado con alguna de esas partículas hasta quedar
asfixiados; y es que el ambiente se respira meloso y cursi. Y todo por una maldita
fecha: el tan esperado Día de San Valentín (felicidades a los Valentines, por
cierto) el 14 de febrero tan codiciado por todos los enamorados.
Y no
pienses que soy el Grinch de esta festividad por referirme así a esta fecha, no
digas: ¡ay, que amargado no le gusta el 14! ¡ay, por eso va a ser soltero toda
la vida! Y bla, bla, bla… De verdad que todo esto no va por ahí, no es así.
Es sólo
que me estresa y me desespera ver tanta gente corriendo de un lado para el otro
con cajas adornadas y muy elaboradas; ramos de rosas gigantes y demás flores de
distintos colores que, a simple vista, se ven costosos; osos de felpa de infinidad
de formas y tamaños; dulces y chocolates de sabores tan distintos uno de otro…
Es todo
un caos, un sin fin de parejitas y noviecillos agitados, preocupados por saber
si el regalo que eligieron para su ser amado tiene o no tiene la cantidad suficiente
de brillantina y adornitos; ¡Uy, pero que cosa más tormentosa, no se vaya a
acabar el mundo si una chispa de brillante se cae antes de tiempo de la tarjeta
pre-hecha que compraste para firmar con el tan original: de mí, para ti! (nótese
el sarcasmo en esta oración, por favor)
Mientras
que otros tantos, muy poquitos, hacen su mejor esfuerzo escribiendo una carta
con letra chueca y faltas de ortografía, bañada con el mejor de sus perfumes y
sellada con un beso de labial barato; carta que seguramente terminará rota o
hecha bolita en el fondo del cesto de basura… O, bueno, ya en el mejor de los
casos, guardada en la mochila de alguien que no la recordará hasta el final del
semestre, cuando se deshaga de sus libretas usadas y, por puro milagro, esa
carta caiga a sus pies, haciéndole recordar lo malo que fue por no abrirla
aquel 14 de febrero de 2022.
Otra cantidad
más pequeñita aun, está tomando el valor necesario para confesarle a esa
persona especial lo mucho que le importa, aunque claro, a esa persona
probablemente le importes un cacahuete y es más probable que consigas un boleto
para el concierto de Bad Bunny a que te diga que también te ama con todo su
corazón de cartón.
Y es
que la mayoría no aprecia esos pequeños detalles; la mayoría espera este día
para alardear con lo mucho que pueden costear. Pagando cenas de porciones
minuciosas, sabores insípidos y más caras que un kilo de limón. Pagan una banda
de esas que te tocan hasta el alma con el primer tamborazo, para grabar una
historia para Instagram con una canción que pura madre conocen y mucho menos
van a bailar como se debe.
Y yo me
pregunto ¿esto siempre fue así? ¿Es qué, acaso el Día del Amor y la Amistad es
también el día ideal para fomentar el capitalismo? PREGUNTA SUPER SERIA, EEEHH
¿Acaso necesitamos que haya una fecha marcada en el calendario para hacer
sentir a alguien amado, especial y querido?
¿Sabes
qué? Realmente no entiendo esta fecha y mucho menos me entiendo a mí, porque a
pesar de todo aquí estoy como todos los demás: comprando chocolates,
brillantina y participando en el intercambio de regalos y, aunque no es mi caso,
te aseguro que a ti te tocó la persona del salón o del trabajo o de donde sea,
con la que ni cruzas palabra, es más, ni su nombre te sabías…
¡Feliz
Día de San Valentín mis amores!
Comentarios
Pues, aquí está y esperamos los chavos lean tu texto y dejen su opinión.
Saludos, José Manuel Frías Sarmiento