“Somos una generación que ha empezado una nueva forma de vida, alterada con tantos cambios que antes era irracional siquiera imaginarlos”



 

 




CÓMO HAN CAMBIADO LOS TIEMPOS


 

Julio César Soto Moreno

 

Cómo han cambiado los tiempos… frase muy utilizada desde siempre, pero hoy, de verdad, cómo han cambiado los tiempos. Tenemos casi dos años viviendo una realidad distorsionada casi inverosímil causada por el confinamiento obligado a causa de una pandemia que vino a poner de cabeza todo nuestro mundo, el temor de aquellos que ya la padecimos y a dios gracias nos recuperamos, con secuelas irreversibles de por vida como la fatiga y algunos dolores aparte de los achaques normales en todo el cuerpo. El temor a un nuevo contagio a pesar de la vacuna a la cual fuimos expuestos cual conejillos de indias, sin saber la veracidad o capacidad efectiva de sus componentes. El dolor de haber perdido amigos, familiares o conocidos a causa de la misma, ha puesto nuestro sistema en una carga constante de pensamientos y emociones que a la larga han venido a hacer estragos en nuestro ya deteriorado organismo con el tan mencionado estrés que está causando un vuelco total hacia la incertidumbre, bajo rendimiento escolar, laboral, relaciones interpersonales obstruidas… en fin un sinnúmero de reveses que están mermando nuestra calidad de vida de manera sorprendente.

Fue un cambio total de 360 grados, para lo cual nadie estaba preparado, nos agarró de sorpresa, cual trampa hábilmente puesta por el cazador más experimentado en busca de sus presas. Cambio todo nuestro mundo, nos alejamos de los demás de manera física, pero nos acercamos de manera virtual, ahora una pantalla es toda la interacción a la que podemos aspirar para sobrellevar nuestras aceleradas formas de vida, de trabajo, de relaciones personales y familiares, todo para protegernos y proteger a los demás, pero, y ¿qué pasa con la necesidad de relacionarnos con los demás? No de manera virtual, sino de manera personal.

Como seres sociales es parte esencial de nuestro desarrollo, será que todo continua igual que años antes, que no va a afectar tanta lejanía, ahora tenemos alumnos que en casi dos años no conocen a sus compañeros en persona, sólo por la imagen que tienen de ellos por las clases virtuales, maestros que solo conocen a sus alumnos por medio de su pantalla, y los lazos que se forman con la interacción personal ¿dónde quedan?, mucho de lo que aprendemos lo hacemos a través de esa interacción, será que estos cambios a la larga tendrán repercusiones favorables o no, eso ya lo sabremos dentro de algunos años ya que nos adaptemos a esta nueva forma de vida que llegó para quedarse, porque este virus continuará por muchos años según comentan los investigadores eruditos en el tema.

Y si, cómo han cambiado los tiempos, Somos una generación que ha empezado una nueva forma de vida, alterada con tantos cambios, cambios que antes era irracional siquiera imaginarlos, ahora juegas con tus amigos a través de una pantalla, a distancia, conectados por los invisibles cables de las fibras ópticas, tienes reuniones de trabajo a través de plataformas virtuales, que al parecer fatigan más que las reuniones presenciales a las que estábamos acostumbrados, y es que toda esta vorágine de información, trabajo en línea, reuniones interminables en las que pocos hablan y casi nadie pone atención, están consumiendo nuestras fuerzas cual agujero negro cósmico que no deja escapar ni siquiera la luz una vez que es atrapada.

Los lazos familiares se han estado debilitando por tanta separación, de por sí anteriormente poco tiempo había para visitar a quienes forman parte de nuestras raíces, con esta nueva forma de vida, más que por falta de tiempo, es por temor a no arrastrar al seno familiar a tan temido enemigo microscópico; cómo han cambiado los tiempos, ahora se ven personas más irritables ante la menor provocación, mucha frustración por tanto encierro y temores irracionales, bombardeados con tanta información (cierta o falsa), pero que de igual manera aplasta y desmorona nuestra ya debilitada paz mental; pero como dije solo es cuestión de adaptabilidad, que si de algo se caracteriza el ser humano, es de ser capaz de adaptarse a los cambios más impredecibles, pero eso lleva tiempo y apenas estamos en los albores de ese cambio total de la manera en la que estábamos acostumbrados a vivir, convivir y coexistir.

Por otro lado, hay matrimonios y también personas que han tenido que coexistir demasiado tiempo en el entorno familiar, cosa que antes sucedía no tan a menudo, ya que por la forma de vida hasta antes de la pandemia, las cuestiones laborales se atendían en los establecimientos propios para ello, pero ahora nuestros hogares se han convertido en, lugares de trabajo, escuelas, centros recreativos, restaurantes, en fin todo se hace dentro de las mismas, esto ha traído una gran cantidad de diferencias por la gran cantidad de tiempo que ahora están juntos, no digo que sea malo, solo que se están viviendo roles a los cuales no se estaba acostumbrado a permanecer, es por eso que, cómo han cambiado los tiempos.

Es por eso que, cómo han cambiado los tiempos y en esta ocasión nos toca cambiar también a nosotros y replantear nuestra forma de saber salir adelante en esta nueva realidad y forma de vivir, quedará como una enseñanza la cual se contará por generaciones a través del incansable paso del tiempo y que nos tocó ser parte de ella.

Comentarios


Julio, en realidad que los tiempos debieron de haber cambiado más. Nos afectó a todos, pero no de igual manera, por eso hay muchos que no guardan las debidas medidas y ponen en riesgo de contagio a los demás. La pandemia se quedó en la vida de nosotros, pero no todos la entendemos de verdad como peligro y, en muchas partes, se juega a la ruleta rusa con ella todos los días. Y más aún, cuando las circunstancias te obligan a exponerte.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento

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