“Ahora con la pandemia, aunque a mucho joven estudiante se le ha dificultado trabajar, tiene que hacerlo para seguir pagando sus estudios”
Irving Alfredo Obeso Rodríguez
Trabajar es algo
que todos hacemos, a veces como obligación y otras por cumplir con una orden o
por mandar esa orden. En ocasiones, con ese trabajo ordenado y obligatorio, sacamos
el dinero necesario, en toda nuestra vida, para cubrir nuestras necesidades o
para darnos uno que otro lujo.
¿Pero cómo es
trabajar siendo un estudiante? Muchas personas pueden llegar a decir que sí nos
podemos partir en varios pedazos para hacer varias y cualquier tipo de cosas a
la vez. ¿Será verdad lo que dice la gente? ¿Será cierto? Claro, la gente puede
decir que en una ciudad hay muchas oportunidades de trabajo, y que algunos se
adecuan al horario establecido para los jóvenes estudiantes a los que les dan la
oportunidad de tener un trabajo mientras estudian; pero, ahora con la pandemia,
aunque a mucho joven estudiante se le ha dificultado trabajar, tiene que
hacerlo para seguir pagando sus estudios.
¿Pero, cómo es
trabajar para los estudiantes que viven en campos pesqueros y que están
estudiando con la mentalidad de salir adelante, o de salir de ese sitio donde
muchos no quieren el trabajo de campo porque ahí sí se sufre? Sin embargo, como
decimos: “NO HAY DE OTRA, HAY QUE DARLE”.
Durante esta
pandemia que nos ataca sin descanso, para mí la vida acá en la costa, fue trabajar
en una conocida planta de camarón, donde provee camarones de granja, y hay en
un área específica en la que las mujeres lo descabezan, para congelarlo a
temperaturas de -18 a -21 grados; hay distintos horarios y yo quise acomodarme
en un turno que creí adecuado para ganar un poco de dinero para mis necesidades
y para ayudarles a mis padres en la casa.
Escogí un horario de
7:30 de la mañana y salir, dependiendo de la cantidad de camarón que a veces
puede ser de 20 a 22 toneladas por día, podríamos llegar a salir hasta las 8 de
la noche, cansados y todos molidos por bajar y subir taras de 40-45 kilos, ya
que muchas veces vienen llenas de agua, o, muchas veces peor, porque traen
bloques de hielos de unos 7-10 kilos que pesan mucho y es doloroso para los
dedos, tanto que algunos te pueden cortar. Ahora imagina salir corriendo de ahí
para llegar a la casa donde está el internet y poder conectarme a las 2 de la
tarde; eso, aunque no lo crean, es cansado porque siempre se sale molido o
cortado; y de ahí lo que sigue es a desvelarse porque si te dejan tareas es
tener que hacerlas para cumplir.
Pero en la vida
que llevamos, siempre tenemos que buscar lo mejor para nosotros; así que, de
estar sufriendo todos los días en ese horario, decidí mejor cambiar de aires, aunque
muchos van a decir que es necesario sufrir para progresar. Entonces, tomé un
horario de noche, en el mismo lugar, que fue entrar a las 8 de la noche para
salir en horarios diferentes, que son a veces a las 4:30 o 5:30; es un horario
honesto y en él iba a ganar un poco más; pero, aunque sería diferente, porque
ya en las tardes me sentaría a gusto al entrar a las 2 de la tarde a la escuela
y salir a las 6, y me da chanza en el medio día de hacer tareas; es cansado, pero
es a gusto cuando eres joven y con muchas energías.
Así que para cualquier estudiante que es trabajador todo se le hará posible. Lo importante es nunca rendirse, aunque el trabajo sea el más cansado siempre llegará algo mejor para ti. No importa por quién lo haces o para qué lo haces, es sólo hacerlo porque a veces sientes que es por un bien y para bien tuyo y de tu familia. Para progresar en el trabajo mientras estudias.
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Saludos, José Manuel Frías Sarmiento