“La vida es un regalo que no hay que desperdiciar, aunque a veces lo olvido”







Dicen. ¿Y yo qué digo?


 

María Luisa Álvarez Piña

 

Tengo todo lo que necesito aquí conmigo, aire en mis pulmones y un par de hojas de papel. Me encanta despertar en las mañanas sin saber que pasará, o a quien conoceré o donde voy a estar. La otra noche estaba durmiendo bajo un puente y hoy estoy aquí en el barco más grande del mundo, bebiendo champagne con personas refinadas. Creo que la vida es un regalo y no quiero desperdiciarlo”.

Jack Dawson

 

Pero en el mundo hay historias antidepresivas. Dice Jodorowsky.

 

Jaime y Samuel se encuentran:

- ¿Cómo te va? -pregunta Jaime.

-Muy bien- responde Samuel

- ¿De verdad, bien? -insiste Jaime.

- ¡Sí, claro! Mi casa es Vetusta. En invierno, me muero de frío; en verano, me ahogo.

Con los años, mi mujer se ha vuelto un monstruo y yo la tengo que soportar. Estoy sin un céntimo. Y, debido a mi edad, padezco cada vez más enfermedades.

Pero salvo a eso, estoy muy bien.

Es preciso admitir que ciertas personas se sienten bien dentro de su sufrimiento.

Se ve como un peligro que las personas descubran la verdad. Las autoridades tienen miedo que los seres humanos descubran la naturaleza humana. No se tiene fe en que el [factor humano] es un Factor Salvífico (…) que la Conciencia es lo que va a arreglar el mundo. Mientras tanto, el mundo patriarcal se defiende de un mundo más consciente (…)

Así como en los organismos, a veces, hay un proceso de sanación natural, ese proceso también puede darse en la sociedad. Sería algo así como un colapso de un sistema enfermo, disfuncional, un colapso que parecería fuera una ruina, pero en realidad es nuestra esperanza. Todos hemos llegado a interesarnos más en los bienes que en el bien; como herencia del patriarcado (reprimir a nuestro niño interno y a postergar nuestro potencial amoroso de solidaridad y cuidado, emulando al amoroso materno). Debemos dejar de vivir como seres unidimensionales, intelectuales e insatisfechos. Afirma Claudio Naranjo.

Pero ¿qué pienso yo? ¿qué digo yo? Estimado lector imaginario, a mi edad los pensares de ayer me conducen a los del presente; y mi madre y abuela están ahí, así de la nada llegan a mi mente, mientras intento describir lo que pienso ante lo recopilado. Me disculpo con José Gesto, español que investiga y me dice en conferencia virtual que en las investigaciones científicas y de carácter pedagógico no está permitido el plagio, inclusive en España y otros lugares europeos es penado hasta destituirte del grado de estudio; es decir, “ya valió”. Pero como éste es un simple escrito y no tiene nada que ver con investigaciones científica y Gesto no leerá este pequeño texto, pues me doy la libertad de escribir y recopilar lo que algunos dicen, como filosofía de vida que me lleva a conectarme que la simplicidad que está en la verdad de las conductas del ser humano, de la naturaleza, de la madre tierra y el espacio consciente e inconsciente, pero ahí están y se toma de ello lo que se quiere, o simplemente no se toma nada, no pasa nada. Hoy digo que la escucha, el silencio, el olor a tierra mojada que se junta con la yerba me hace estar bien, mientras me paro a ver el sol que se asoma entre los cerros y árboles. Estimado lector imaginario, hoy tal vez te parezca muy cursi, pero respiro y presto atención a lo que siempre ha estado ahí. Y sí, La vida es un regalo que no hay que desperdiciar, aunque a veces lo olvido. Me acompañó de filosofía que otros describen, sin permiso. No estoy en España. No escribo investigaciones científicas y no uso palabras rimbombantes.

 

P.D. Mi madre y mi abuela son conocimientos de humildad: ¿gustas una taza de café? Mi verdad.

 

Comentarios


Estimada María Luisa, lo dices muy bien: “La vida es un regalo que no hay que desperdiciar”, aunque haya gente que parece disfrutar el sufrimiento, los demás debemos de buscar historias que nos alegren y nos permitan ver lo bonito que el mundo tiene para nosotros, todo es cosa de buscarlo. Y en ese renglón, los narradores tenemos la encomienda de mirar y de escuchar con más atención las sombras del entorno y el murmullo del aire para anticipar o esclarecer las sombras y los destellos luminosos de un destino que siempre debemos de pensar mejor.

Saludos, José Manuel Frías Sarmiento


GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS...

"Mutar cuantas veces sea necesario, sin apropiarse de ninguna definición..." Claudio Naranjo

Cierto estimado José Manuel, se buscan o llegan de la nada historias que me motivan a escribir simplicidades de la vida a mi parecer.


Saludos cordiales.
Carlos dijo…
Así es, muy ciertas sus palabras Maestra María Luisa, las pequeñas cosas y momentos hacen posible la existencia plena, le agradezco por su texto inspirador por apreciar la vida.
María Porcella dijo…
Coincido que la vida es un regalo que no se debe desperdiciar. A pesar que no todos tienen la salud emocional o mental para lograrlo, porque de salud a salud, dice la Biblia que un buen estado de ánimo, sino cura, sí ayudar a sobrellevar las enfermedades o dificultades; pero un corazón amargado seca los huesos, o enferma el cuerpo. Agradezco que hayan escrito sobre estas reflexiones. Para mí los teórico y especialista tienen verdades de parcelas del conocimiento, incluso el humano. Los leo pero no todo me lo creo, a veces creo más en la experiencia empírica, en las ideas sencillas de la gente que no aspira a construir teorías ni formas de vida para lucrar con ese conocimiento. Me reconfortaría levantarme una mañana lluviosa, en pijama tomar un café espumoso y sin azúcar viendo como corre el agua por la calle ya hace unos años pavimentada, y ver cómo los árboles reverdecen con la lluvia, no sé qué tiene la lluvia que le hace tanto bien a la tierra, a la vegetación, y los rayos fertilizan y ponen en acción el hidrógeno para que vida siga pero a los estados anímicos de los humanos, la vida y la naturaleza pueden seguir sin nosotros porque están diseñados perfectamente, así que suele ser mejor medicina para el cuerpo y el alma un paisaje natural en donde leer cosas sencillas sobre experiencias de vida que son para mí las verdaderas enseñanzas puestas en prácticas y no solo grandes ideas que se vuelven tendencias pasajeras mientras aparezca otra novedad. Saludos, fuerte abrazo. Felicidades por tu constancia en el afanoso arte de escribir, saludos a Frías.
Estimado Carlos y María Madrid. Agradezco el tiempo de lectura, como también sus palabras con gran profundidad.

Aprovecho el espacio para invitarlos a atreverse y tener el placer de leer sus textos. Saludos a todo el Colectivo a los más de trecientos que lo conforman.

Con gratitud María Luisa Álvarez

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