"Aún podemos encontrarnos como los Hermanos que somos y que, a veces, nos empeñamos en desconocer"

SE ACERCA LA NAVIDAD

José Manuel Frías Sarmiento

Se acerca la Navidad y estamos a punto de descorchar unas botellas para brindar por el Nacimiento de Jesús; estamos a unos días de felicitarnos por el Nacimiento del Niño que hace Dos Milenios vino a la Tierra con un mensaje de Paz y de Armonía, un mensaje que desde entonces el Ser Humano se esfuerza por encontrar en su Corazón.

Parece difícil, en este Mundo Violento y azotado por una muy Terrible Calamidad, hallar un remanso tranquilo para convivir en colaboración fraterna y con amigable camaradería; pero ese Nacimiento que significa la Navidad es el mejor estímulo para sembrar semillas de cordialidad y entusiasmo renovado; es un buen pretexto para pensar que los hombres y las mujeres de hoy, como las de ayer, aún podemos encontrarnos como los Hermanos que somos y que, a veces, nos empeñamos en desconocer.

Podemos, en esta Navidad, tocar a las puertas de nuestro Ser Interior y preguntarle si algo se le ofrece y cómo es que podemos ayudarle. Debemos de hacer esa introspección para, luego, ir a tocar a las puertas de los demás y preguntarles si en algo les podemos ayudar. Quizá nos digan que no necesitan de nosotros y que muchas gracias por preguntar; y entonces sabremos que ahí es donde más requieren nuestro apoyo, por nimio que éste sea. Ahí debemos de quedarnos hasta que, por fin, entiendan y sientan que todos, en todo momento, necesitamos de los demás. Porque la Soledad que nos envuelve y nos atrapa en su egoísmo, nos hace creer que no necesitamos a nadie, cuando en realidad, es que nuestro rechazo no es más que un grito de Auxilio desesperado. Eso hizo Jesús al nacer hace más de Dos Mil Años, bajó a la Tierra para tocar en nuestros corazones y preguntarnos si en algo nos podía brindar su ayuda; y nosotros, los humanos, muchos de ellos, la mayoría de aquellos tiempos, le dijo que no, que gracias por preguntar. Y Jesús les sonrió y esperó el tiempo que fuere necesario, hasta que, poco a poco, y tras indiferencias mal disimuladas, comenzamos a buscarle para platicarle nuestras angustias y a descansar nuestras penas en sus palabras; ese Verbo convertido en Parábolas que nos explican el motivo y la razón de nuestros sufrimientos, pero también de nuestras alegrías y de la Felicidad que a veces nos embarga y que, en otras ocasiones, se nos ofrece, pero no somos capaces de apreciar. Y nosotros tenemos que recuperar el poder de las Palabras que, dichas con amor y sinceridad, paliarán un poco a los espíritus desolados por la ausencia de Paz que nos agobia. 

Por eso, ahora que ya enfriamos el Tinto del Valle de Guadalupe y cortamos la tira del Jamón Serrano para brindar por la Felicidad que la Navidad siempre nos trae, toquemos a las puertas del Sentimiento, atisbemos al Mundo Social que nos rodea y alcemos la copa para pedir por la Tranquilidad que muchos nos quieren arrebatar con sus acciones, con sus palabras, con las sonrisas que nos esquivan y con las miradas que intentan desbaratarnos. Alcemos la mirada y expresémosles nuestro cariño, digámosle que ojalá y les vaya bien y que a todos en esta Navidad nos llegue la Felicidad que anhelamos compartir con los demás.

¡Feliz Navidad a todos y en todo el Mundo!