"Ojalá y nuestros Cien Relatos se asemejarán también a los cien (+ uno) que escribiera el talentoso y universal escritor italiano"


EL DECAMERÓN DEL BLOG


José Manuel Frías Sarmiento


Quisiera yo, si ustedes me lo permiten, hacer no un parangón, pero sí tomar como pretexto una obra cumbre de la Literatura Universal, para celebrar los Primeros Cien Relatos Publicados en el Blog Cuentos y Relatos, escritos por un conjunto variopinto de sinaloenses escritores. En la obra que les cuento, o que les voy a contar, un grupo de diez personas abandonan la ciudad en la que viven para huir de la muerte inminente que les espera en caso de continuar en ella. No es cosa de mucho alegar porque la muerte flota en el aire, se esparce al tocar los cuerpos de los enfermos, platicar con ellos o, incluso con el simple acto de tener contacto con sus ropas y sus alimentos o cualquier otro objeto que haya sido tocado por la persona que murió o que pronto va a morir. 

Siete mujeres y tres hombres se alejan y se enclaustran a las afueras de la ciudad hasta que el peligro del contagio desaparezca; porque en las casas, en las calles y en las casas de salud, los cuerpos yacen amontonados, putrefactos o enterrados con premura y con temor, por los escasos familiares y amigos que se atreven a darle cristiana sepultura; o, en su defecto, hay seres que por una exagerada cantidad de dinero se quedan a su lado para acercarles lo necesario o, simplemente, para verlos morir más o menos acompañados. La soledad es la reina entre quienes antes vivieron acompañados. La muerte llega y hurga por todos los rincones, sean éstos de nobles o de lacayos, de burgueses o de sirvientes. 

La ciudad, las aldeas y los burgos son presa de tan insidiosa, contagiosa y terrible enfermedad que mata en cuestión de días y que, una vez declarada en el cuerpo de una persona, lo lleva al sepulcro en unas cuantas horas; razón por la cual se desvanecían con rapidez los lazos que con tanta fuerza parecían atar a las familias, de tal suerte que los esposos abandonaban a las esposas, las madres a los hijos, los tíos a los sobrinos, por el inenarrable miedo de morir de tan fea manera como la familia y los amigos a los que abandonaban en la más terrible e inhumana soledad. Era un sálvese quien pueda y no te acerques ni platiques, ni saludes ni abraces ni beses a los demás, por más que anheles tenerlos entre tus brazos pegaditos junto a ti. ¿Les recuerda algo o se acercan a una realidad actual estas escenas?

El autor es Giovanni Bocaccio y la obra es, como ya todos lo habrán adivinado, el Decamerón. Y el pretexto literario al cual ojalá y nunca hubiera habido lugar, son los Cien Relatos que en este Blog hemos publicado un Colectivo de escritores y de escritoras que, arrinconados en nuestros hogares, buscamos paliar las inquietudes del encierro y el temor al contagio de la gente portadora del virus del Covid-19. El pretexto literario no es, por supuesto, los cien relatos escritos en los diez días que dan nombre y, quizás, tampoco el parangón vaya a tono con la calidad literaria del mismo Bocaccio. ¡No, líbrenos Dios de tan grande pecado capital! El símil es tan sólo los Cien Textos que en igual cantidad fueron escritos y publicados por el famoso escritor italiano, al calor de una pandemia muy parecida a la que ahora, casi 700 años después, contagia y mata personas con la misma rapidez y letalidad que la peste bubónica de aquellos lejanos, desgraciados y tan parecidos tiempos.

El Decamerón florentino, según la propia novela, fue redactado en diez días de encierro voluntario para sobrevivir, por diez personas que narraban lo que en su momento la sociedad no les permitía en público contar, por aquello de las buenas costumbres y los universales culturales propios de la época y del lugar. Entonces Giovanni urde una estrategia literaria para dar cuenta de la peste negra que asoló a Florencia en 1348 y que él recreó con talento magistral al publicar el Decamerón en 1353. Y que ahora y sin pensarlo, un grupo de sinaloenses, encerrados en sus hogares y con temor de un letal contagio corporal, reproducimos en menor escala literaria, pero con igual anhelo terapéutico de sobrevivir con la mente y el cuerpo sanos, y la inteligencia más o menos con la estabilidad igual a antes de la pandemia. Aunque, por desgracia las situaciones de dolor, de rechazo, de abandono, de soledad y de muerte, se asemejen tanto a las de la Florencia bubónica. Ojalá y nuestros Cien Relatos se asemejarán también a los cien (+ uno) que escribiera el talentoso y universal escritor italiano

Entonces, es así que, en abril del año que corre, le comenté al Dr. Renato Quintero Arredondo la idea que Miriam Lizbeth Frías Pérez y yo acabábamos de imaginar para paliar el encierro y ejercitar el pensamiento y la escritura creativa, al mismo tiempo que abríamos el espacio a la innovación y a la inspiración literaria y narrativa de todos los que se atrevieran a soltar su pensamiento y hacerle caso a su imaginación. Todo para salvar la soledad de los amigos y de la familia que no podemos, todavía, visitar y querer como siempre los hemos querido de verdad.

Y, con la complicidad del amigo Renato, el talento narrativo y el apoyo cibernético de Lizbeth, abrimos este Blog que, sin el coronavirus, se habría tardado mucho tiempo más en ver la luz y vagar por el espacio digital de la galaxia literaria.

Un 15 de abril empezamos con la publicación del texto El arte del pedagogo y cinco meses después, un 15 de septiembre, llegamos a la centenaria publicación con Una charla con Pablo. Y entre ellos, un extenso y valioso conjunto de relatos, cuentos y testimonios publicados por escritores de diversas edades y actividades profesionales, todos hermanados por el gusto de leer y de escribir y por la satisfacción de compartir con los demás la escritura de su pensamiento, en días de angustia por la asfixiante sensación de inerte vulnerabilidad ante un mal por todos desconocido. Y por eso tan temido.

Y, claro, como yo era el que alborotaba la bitachera, tuve que poner en la pantalla líquida el primero de los Cien Relatos; luego llegó Lizbeth Frías con Gracias Yuzbi, un relato sobre unos niños que conoció en una escuela rural de Aguascalientes; y, enseguida tuvimos la grata revelación de conocer el talento narrativo escrito del Dr. Renato Quintero, quien se integró al Blog con el relato La Catorce. Renato es un amigo de por muchos años y, por eso, fue también cómplice inmediato de la locura a la cual se sumaba con la alegría de un niño al que le ofreces una bolsa llena de paletas y chocolates.

Al mirar los primeros textos publicados, quisimos compartirlos con otros compañeros que también escriben y nos acompañan desde siempre en las revistas y libros que publicamos, con el apoyo de la Universidad Pedagógica del Estado de Sinaloa. Y entonces llegó desde Los Mochis Un marzo diferente, escrito por uno de los mejores profesores y escritores de la región de El Fuerte de Montesclaros, el Dr. Adán Lorenzo Apodaca Félix. Y los pocos días brinca desde La Cruz de Elota, el Mea culpa C-19 del amigo Miguel Ángel Castelo Vega.

La cosa parecía ponerse buena y empezar a agarrar color, pues del 15 al 30 de abril, publicamos nada más y nada menos que 13 relatos, ¡casi uno diario! Lo cual era una proeza que no esperábamos al imaginar este Blog. ¿O tal vez sí?

Luego, en mayo, llegó María Luisa Álvarez Piña con el cuento policiaco ¡A la 34!, un texto de corto nombre, pero de largo alcance narrativo, desarrollado por una escritora que observa, analiza, cuestiona y expone sus miradas y pensamientos en relatos dignos de leer una y otra vez. 

Y en la víspera de un día casi sagrado en México, Rosina Pérez Payán nos impacta con Recuerdos de ti, un texto que quien ya no tenga a su madre consigo, a su lado, para paliar sus tristezas y compartir sus alegrías, desearía haber sido el autor. Y entonces, después de recordar a la madre ausente, aparece Sergio Alexis Frías Pérez, con la nostalgia de un primer amigo de verdad, cuando él era apenas un adolescente que empezaba a conocer el mundo exterior y, entonces nos cuenta la evocativa y memorable historia de Mi compa El Barrios

Ya encarrerados y viendo para todos lados, Alfredo Zañudo Mariscal se anima y manda su texto Mi nana Lencha, para estar a tono con el Dr. Adán Apodaca y con Renato Quintero que nos cuentan de la vida de sus abuelas, padres y amigos de allá del rancho. Y ya casi para terminar mayo, aparece por estos rumbos de un Blog que apenas comenzaba a tomar el propio, la figura del Dr. Luis Enrique Alcántar Valenzuela con Los 4 ó 5 tactos humanos, un texto tan intimista y profundo que a más de cuatro nos puso a pensar de verdad. Ante las enormes figuras de los Doctores Adán Apodaca y Luis Enrique Alcántar, decidimos invitar a un joven alumno que podría codearse con tamaños escritores, y publicamos Con gotitas de saliva, un relato de Octavio Aristeo Angulo quien nos explica que no fue con bombas atómicas, sino con algo invisible, minúsculo e inesperado, como las fronteras cayeron y se cerraron de manera por demás abrupta. Y junto con él, tres días después, David Arnoldo García Pérez, otro joven alumno, reflexiona de manera profunda sobre un tema tan vital como lo es la Aceptación de la muerte. Y en mayo, como fueron más días, fue mayor la producción y publicamos 21 de los Cien Relatos que ahora celebramos.

Ya en junio bajó a 17 la producción, tal vez porque no teníamos el aliciente de escribir para enaltecer a la madre. Pero siguieron llegando relatos de jóvenes escritores como el relato La escuela en tiempos del Covid, de Melissa Yamileth Osuna Escamilla; y La estatua de David Ruiz Torrero. Y cerramos ese mes con la incorporación de la más joven de las escritoras del Blog, Ilze Daniela Luna Urrea con la interesante reflexión de Hablar siempre será mejor. Ilze es una joven estudiante de 20 años de edad que ya publica junto a Plumas tan significativas como el Dr. Luis Enrique Alcántar y el Dr. Adán Apodaca. 

Y en julio, solamente aparecieron dos nuevos colaboradores, y eso de manera furtiva: el Dr José Ignacio Barreras Salcedo, como coautor de Los adolescentes de hoy; y María Madrid Zazueta, una gran escritora que, sin embargo, no ha querido colaborar de lleno con este Blog, pero que no se aguantó y mandó una charla sacada de sus diálogos virtuales con su amiga Amelia y yo. Y de ellos ya no hemos sabido nada. Aún sin embargo, como acostumbran decir algunos intelectuales de por ahí, con el voto duro de los escritores de siempre sacamos adelante el mes con 14 publicaciones.

Y en agosto, ya en plenas vacaciones virtuales, sin el apuro de sus profesores, otra joven estudiante, Annel Mayrani Ochoa Chávez, nos deleita y nos entristece con una expositiva literaria de lo que la Cuarentena trajo a su vida. Y aunque era el mes de agosto, apareció Julio César Soto Moreno, contándonos la verídica pero narrativa historia de El reino iletrado, en el que varios trabajamos y deambulamos sin mirar, a veces, la realidad que se obstina en darse a conocer. Y así como dicen que el dinero llama al dinero, la inteligencia desbordada en el Blog de Cuentos y Relatos, atrajo cual fuerte imán cultural a jóvenes y consumados escritores, que nos miraban y nos leían sin creer que pudiéramos crear los diversos escenarios que servían de fondo y sustrato a las historias que volaban de las brillantes páginas del blog a las pantallas de celulares inteligentes, tablets de las buenas  y lap top de algunos que tienen la fortuna de poseerlas en estos aciagos tiempos de la educación virtual. Y entonces se dijeron, pos si ellos publican por qué nosotros no si el coordinador nos hace la invitación; y así fue como este espacio de literatura virtual se enriqueció todavía más con la llegada de La hormiga inmortal de Andrey Padilla; y el evocador y dramático texto ¡Qué triste ser ella! de Tatiana Brisney Pérez Araujo. Y con ellos publicamos otros 19 de los Cien que nos tienen escribiendo esta apurada y apretada crónica sin saber cómo escribirla bien.

Para estas alturas del partido pareciera que ya estamos todos los que somos y los que podemos estar, pero esta vida de la escritura siempre nos dará sorpresas porque leer es un vicio que, aunque muchos no lo crean, a veces cobra adicción y genera adeptos de la nada, así como si fuera la generación espontánea de la que tanto nos hablaban los maestros de biología en los tiempos prehistóricos, dicen mis alumnos, cuando yo estudiaba de verdad en la ETIC #123. Y así, para quienes nada saben de ellos, aparecieron como de manera espontánea dos de los más grandes y jóvenes escritores que publican en este blog: Andrea Berrelleza Altamirano, con El titán y la princesa y Héctor Armando Morán Villarreal con La reunión de los dioses. Y para cerrar con broche de oro este paneo digital sobre la llegada de los autores a este Blog, me quedo con la dulzura y sabiduría de El mundo mágico del señor búho, escrito por Dilia Gabriela Cordero Sánchez, una innovadora maestra de preescolar que, al inicio de este ciclo inusual y virtual, sorprendió a sus alumnos y a todos los que la admiramos, al disfrazarse de La Mujer Maravilla para maravillar a sus pequeñines yendo a saludarlos hasta las puertas de sus casas.

Y así como los cien cuentos de el Decamerón abordan el amor y la inteligencia humana a través de relatos de ingenio, de bromas y de lecciones vitales, estos nuevos Cien Relatos de nuestro Blog nos cuentan de los afectos, de las preocupaciones, de las alegrías y del gusto por vivir que todos tenemos en la vida, esta vida que ahora sentimos amenazada sin contar con las armas suficientes y necesarias para enfrentar al maldito virus con eficacia y prontitud, antes de que aumente más del millón de fallecidos en todo el mundo desde diciembre del 2019, cuando supimos de él de manera tan lejana nuestras vidas por estar en un país cuyo nombre muchos ni siquiera sabíamos pronunciar, y ahora no se nos borra de la mente.

Y así como en aquella época de la peste negra, no se permitía a las mujeres ciertas libertades, por nimias que para nosotros ahora lo sean, y Bocaccio quiso darles esa libertad en voz de sus siete personajes femeninos, este Blog también se sueña y se sabe independiente y permite la libre expresión en las narrativas de sus autores, aunque haya quienes al leerlos arruguen el ceño y piensen en algún tipo de censura, que sabemos serán los menos, pues todos los relatos son escritos con el corazón, con la esperanza de anidar en el suyo y con el anhelo pedagógico de ayudar a ser mejores con cada vez que alguien nos lea.

Giovanni Bocaccio construyó los cien cuentos de su Decamerón con siete mujeres y tres hombres, porque el italiano era un genio literario de pura cepa y, quizás, no se dedicaba más que a puro escribir, ya ven que por esas centurias a los ricos les daba por apoyar a la cultura y a quienes la hacían visible con su talento, cualesquiera que éste fuere. Nosotros, en cambio, somos trabajadores de la educación, la mayoría de los 26 escritores del Blog, otros son estudiantes y hay por ahí uno que otro que ya es un feliz jubilado que disfruta los pequeños placeres de la vida que los que trabajamos aún no podemos darnos el lujo de tener.

Once mujeres y 15 varones somos los contertulios virtuales, autores cibernéticos o escritores digitales surgidos por la guadaña de la pandemia que nos quiere quitar los amables rasgos de humanidad que siempre nos distinguieron; ahora ya nos prohíben lo que siempre nos exigieron: No visites a tus amigos y menos vayas a ver a tus abuelitos; no los saludes de mano, no los abraces, no permitas que besen a sus nietos, no compartas tu plato de comida, no te acerques a quien parezca tener los síntomas del Covid-19 y, mucho menos, lo subas a tu carro o le brindes alojo en tu casa. No visites a tus familiares enfermos y no vayas a los velorios cuando fallezcan. Si es posible cremen su cuerpo de inmediato y también toda su ropa y desháganse de sus pertenencias personales. Y algo chusco si no fuera por lo dramático de la cuestión: ¡Los maestros ahora piden a sus alumnos que no vayan a las escuelas y que, por favor enciendan sus celulares y no apaguen la cámara durante sus clases, so pena de ponerles falta y reprobarlos en la asignatura y en el semestre! ¡Hábrase visto lo terrible de la pandemia que trastoca por completo los valores humanos, los comportamientos sociales y las instrucciones y reglamentos escolares que por años parecieron inamovibles!

Bueno, pues de eso se trata con este Blog, de poner en juego el pensamiento y de abrir canales de interacción humana, aunque sea a través de las máquinas que un día, como anticipara Asimov, ocuparán el lugar de los humanos y harán las cosas mejores que nosotros. Yo no lo creo, pero por si las dudas, lea ¡Cómo se divertían! y Satisfacción garantizada, entre los muchos cuentos que Isaac escribiera sobre este tema.

Yo, ante la respuesta inmediata y prolífica de mis compañeros escritores, no me queda más que quitarme el hipotético sombrero para reconocer el aporte valioso a la narrativa sinaloense, a través de las páginas brillantes y movibles de este Blog que se sabe independiente quién sabe de qué, pero independiente al fin.

Reconozco el valor de su Literatura y el afecto de compartirla con nosotros. Sé que lo hacen de verdad, porque a todos les anima la ilusión de compartir su pensamiento y su creatividad para construir un mundo lleno de lectores que, tal vez un día, se atrevan también a escribir sus historias y a crear sus propios espacios, como este Blog, para compartir sus creaciones literarias, que serán mejores que las nuestras.

Pero, así como reconocemos y valoramos los textos que todos los autores escribieron para el Blog, es justo reconocer y resaltar la presencia de los comentaristas de los textos publicados; en especial a dos que siempre han estado con nosotros: la Maestra Maira Lorena Zazueta Corrales y el Ing. Marcelo Tolosa. Ambos, uno desde el principio y otra desde que supo de este Blog, no han dejado a ningún autor sin comentar sus textos. Por ello agradecemos su apoyo y el valor de su lectura y de sus comentarios.

Y, bueno, pues, a la distancia, descorchemos un tinto y brindemos por los Cien Relatos de esta primera etapa y alcemos la segunda copa por los próximos Cien para llegar a los Doscientos.

¡Salud y Felicitaciones Blogueros!


Comentarios


Estimados amigos escritores, apreciables compañeras escritoras, amables y queridos comentaristas, hoy estamos de festejo imaginario y virtual por los Cien Relatos Publicados en este su Blog de Cuentos y Relatos.

A todos les agradezco su apoyo, su colaboración y su permanencia y sólo me queda esperar su afecto para continuar con esta labor de creación y divulgación literaria, para construir un nuevo mundo de lectores.

Salud y gracias, de verdad, a todos.

Su amigo, José Manuel Frías Sarmiento
LEA-V dijo…
Maestro y amigo Frías. El mainate del grupo, como dicen en San Pedro de Rosales, Navolato, Sinaloa. Su texto es excelente. Presenta la numeralia del Blog, sus etapas y sobre todo valora las participaciones de cada uno de los escritores. Esa cadencia de cómo se fue dando ese fluir de la escritura entre los amigos de este este espacio virtual.

Me impresionan, pues varias cosas de su texto. Pero la que más me llamó la atención, fue el parangón, que hace con la novela el Decamerón de G. Bocaccio. La citada novela, la conozco de nombre y por fragmentos. Nunca la he leído completa. El símil, es muy potente, bueno y comprometedor. A pesar de las distacias temporales, capta con mucha inteligencia las relaciones contextuales de lo novelados por Bocaccio y lo narrado por nosotros.

Qué bello texto. Gracias por sus enseñanzas y por poner la vara cada vez más alta, en este asunto de las escrituras creativas/literarias.

Como dicen los del desarrollo humano, del siglo pasado. "Me felicito a mi mismo por ser chico Frías"

Estimado Dr. Luis Enrique, Usted sabe del aprecio por su amistad desde que lo conozco, de por allá en la ya muy lejana pero jamás olvidada UPN.

Eran un grupo excelente, alegres, estudiosos y prometedores todos; y entre todos resaltaba el grande del grupo, por estatura física pero también intelectual.

Y luego el reto del proyecto de titulacion que afianzó más los hilos intelectuales entre dos individuos que se afanaban por entender la carpintería pedagógica de la educación que nos envolvía.

Luego empezamos a escribir y a publicar con tal gusto y pasión que ahora estamos aquí, celebrando otro proyecto colectivo en el que ambos participamos.

Por eso sus palabras son la mar de significativas, por el aprecio y la amistad, por la afinidad literaria y, permítame decirlo, un poco intelectual con uno de los pedagogos que mejor conoce, interpreta y aplica la educación en Sinaloa.

Un abrazo, de verdad. Su amigo José Manuel Frías Sarmiento
Marcelo Tolosa dijo…
Increible! Excelentisimo texto estimado Jose Manuel.Que magnifica comparacion Y asi fue. Fue como volver a vivir las etapas mas fuertes de la pandemia. Porque que entre que se trataba de controlar el virus y como el Dr Adan muy famosamente apodo "la hora macabra" a las 6 de la tarde con Dr Lopez Gatell pues aqui nos tenian encerrados y nomas esperabamos ansiosos los correos del blog para ver cual era la historia del dia y al leer los nombres que menciona asi fui reviviendo cada personalidad que iba llegando y aportando su joya literaria. Le mando un saludo y al igual a todos los participantes.
Anónimo dijo…
Es increíble cómo estos tiempos tan indeseables son los que más movilizan el pensamiento, porque ha sido durante esta pandemia cuando a muchos nos han nacido ideas; la creatividad se nos pone a trabajar al mil sin quererlo. Es curioso que sean estos tiempos los que nos orillen a crear y expresar. Lo he visto bastante: gente que hace canciones, gente que pinta, o gente que hace videos y, por supuesto, estamos los que escribirnos. Y ver cómo a raíz de esos “malos” tiempos se crean producciones artísticas (de cualquier índole) tan geniales, como lo es este blog, me hace pensar que no son tan malos, después de todo.

Lo mismo sucedió en tiempos pasados, como bien usted hace una precisa comparación con el Decamerón, mismo que ha trascendido y ha llegado hasta nosotros para volver a vivirlo, quizás no de la misma forma porque, claro, el contexto ha cambiado, pero lo que no cambia es el hecho mismo de la necesidad de expresar motivados por cualquier sentimiento/pensamiento/inquietud que aparece durante este evento.

¡Felicitaciones por estos ya más de cien relatos que este blog alberga! Y mientras esperamos que la pandemia no sea el único motivo que nos mantenga activo el hemisferio derecho del cerebro, hay que seguir descorchando el tinto, o el rosado... o ya de perdis, la botella de agua, jajaja.

Abrazo. Saludos.

Andrea✨

Andrea, muchas gracias por tus palabras y más gracias, aún, por colaborar con tus relatos en este Centenario Blog.

Ustedes son quienes hacen posibles la realidades que alegran nuestras vidas e ilumninan las penumbras dejadas por la pandemia.

Co sus textos iremos pa' delante y veremos el pasado como algo que superamos juntos y en alegre tertulia de escritores coludidos en el propósito de aprender escribiendo para nosotros y para los demás que se atrevan a leernos

Saludos y felicitaciones por los Cien
Tu amigo José Manuel
Marcelo Tolosa dijo…
Estimado Jose Manuel, que barbaro. Se me olvido agregar este comentario.

Cada vez que veo estos magistrales escritos, me recuerda esta frase que subraye del libro de Stephen King que se llama On Writing (Sobre Escribir) y habla sobre como jóvenes escritores pueden sentir desesperación y un poco de envidia y en la mente decir:

“Nunca podré escribir así de bien, ni aunque viva 1,000 años”

Pero al contrario, dice, hay que usar esto como motivación para trabajar duro y ponerse metas más altas.

Y concluye:

"Ser barrido por la combinación de una buena historia y gran escritura es parte de la
formación de cada escritor. Tu no puedes creer que vas a barrer a alguien más por la
fuerza de tu escritura hasta que te lo han hecho”

Y vaya que varias barridas que me he llevado por los varios autores de este BLOG.

Nuevamente un saludo y a seguir publicando lo mejor para que podamos ir viendo el buen calibre.

Estimado amigo Marcelo, los grandes escritores, los grandes de verdad, como el Stephen que Usted menciona y como el Gramsci que yo le agrego, no se piensan superiores a nadie, sino que utilizan su saber para difundir y propiciar los bienes y las actividades culturales para el disfrute y aprendizaje de todos.

Mire, por ejemplo, el periodista, filósofo, político y escritor iltaliano, para estar a tono con el Giovanni de mi relato, Antonio Gramsci, pensaba que un hombre culto era, más o menos y cito de memoria, 'aquél que accede a un nivel superior de conciencia y utiliza ese nivel para propiciar que otros también accedan a ese nivel superior de conciencia'.

Y, entonces, en este Blog nos damos cita los unos y los otros para hacer posible lo imposible por el sólo hecho de intentar lo imaginado. Y esa aspiración conlleva el anhelo de crecer y desarrollarnos los unos junto a los otros. Todos en igualdad de circunstancias, pero cada quien, según la máxima de Ortega y Gasset, construyendo y salvando a su circunstancia.

Así es que ánimo todo para delante porque para atrás, como dicen que decía Lenin, ni para agarrar aviada.

Saludos y un abrazo de su amigo, como dice nuestro amigo Luis Enrique, el Tal Frías.
Anónimo dijo…
Dr . Renato Quintero A.
maestro frias excelente texto muy buena comparación el covid y la peste bubónica De decameron su línea de tiempo que utilizo para ir insertando uno a uno nuestros cuentos o relatos definitivamente le hago caravana con mucha hulmidad.solo espero que esto del blog perdure por mucho tiempo porque es un escape para nuestra mente y alma.y entretenimiento para quienes tienen la buena costumbre de deleitarse Con nuestras historias.a todos ellos muchas gracias .

Felicidades y que nuestro blog alcance otros 100 más
Me despido con un fuerte abrazo y un apretón de manos .
Su amigo
Dr. Renato Quintero A.

Amigo Renato, Usted es piedra angular en este proyecto cultural por dos poderosas razones:

La primera es porque sin haber escrito ni publicado nunca un cuento o relato de corte literario, asumió sin cortapisas la invitación de escribir con libertad pero con seriedad y responsabilidad, algunos relatos para alimentar este incipiente Blog que Lizbeth y yo habíamos sugerido para paliar el encierro por la pandemia,

La segunda es porque sus relatos son los más cálidos y mejor acogidos ´por los lectores, sobre todo, el de Mi gran amor, en el que nos detalla con ingenio, gracia y pasión, su relación con la mujer que Dios le puso en su camino para que viviera más feliz por siempre.

Así que le felicito y estoy seguro que gran parte de los próximos Cien Relatos llevarán el nombre de Renato
Saludos y felicitaciones, su amigo José Manuel
Daniela Luna dijo…
Como siempre sus textos son sorprendentes. Me llena de gusto poder estar en esa lista de escritores de gran excelencia y ala vez de alago por tener presente cada fecha y cada texto publicado muy bien presente.
Muchas felicitaciones Profesor Frías.
Un saludo cordial de su compañera Daniela Luna
Mayra Zazueta dijo…
Debo confesar que cuando recién me entero de este Blog y me asomo a el, fui atrapada por sus historias , sus relatos sus narrativas y por sus análisis críticos, por sus escritores por sus comentaristas, y debo decir que me he deleitado y aprendido de todas y de todos.Este Decamerón de Frías " en verdad da cuenta de la similitud de los tiempos y las motivaciones tan correctamente planteados .Muchas felicidades de nuevo y gracias por provocarnos.
Maestra Maira, gracias por asomarse a las miradas de sus colegas académicos que muestran al mundo las impresiones que la realidad educativa les provoca. Gracias por leernos y dejar constancia de su lectura en el Blog.

Es de gran importancia que los otros lectores vean y comprendan que, a pesar de las múltiples ocupaciones que una responsabilidad como la suya implica, siempre habrá un espacio para alentar a quienes hacen visible y "sentible" los rasgos esenciales de la educación formal e informal.

Gracias y saludos, su amigo, Mtro. José Manuel Frías Sarmiento

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