"Maistro, y porqué ya no siace rica la gente. Nomás ellos; más y más ricos y nosotros más y más jodidos" 

UNA CHARLA CON PABLO

José Manuel Frías Sarmiento

A mí me pusieron Pablo porque así se llama mi apá. Mi amá se llama Ustolia. Por eso digo, que bueno que nací macho; se afigura si fuera vieja, amolada que me hubieran dado con el nombre. Claro que tengo más familia, Maistro, íre tengo cuatro hermanos y dos hermanas, pero de los hombres, ya se casaron dos y no viven con nosotros. Se fueron pa’l Otro Lado, quia juntar dolares dijeron. Allá se quedaron desdiace ocho años. Tá mejor así. Cuandostaban aquí, puro tome y tome se la llevaban.

A mí me agüitaba verlos borrachos, con su cara de mensos y babeando. Yo les caía gordo, sabe, porque no pistiaba. ¿Pos cómo? si no me gusta. Nomás pruebo la cerveza y me sabe amarga. El vino, menos, lueguito miataranto y me dan ganas de basquiar. Ellos no, a ellos sí les gusta. Toman y toman y no hacen ni gestos. Y deje usteso, que nomás tomaran. No maistro, cuentan cada leperada delante de sus mujeres y tovia más, las cuentan delante de sus hijos. Los pobres plebes nomás pelan los ojos y se ríen con ellos, ¡qué más les queda, pues!

Los otros dos sí viven con nosotros; pero tan más plebes que yo. Ai se la pasan en la esquina, plaquiando los postes de la luz y con su grabadora a todo volumen. Por la mañana venden periódicos. Casi no les sale, porque los que les sobran no quieren cambiárselos, y pos nomás ellos se friegan ¿o no?

De mis carnalas, a una la dejó panzona el marido y lotra, pos tá muy plebilla; pero bien que jala en la casa, no se crea: la barre y la riega bien machín.  Es quiay mucho polvo ¿usté no ve? la tierra suelta se levanta al primer escobazo. Por eso lecha agua; pa’ que no se levante polvo. También lava la ropa y guisa las sopas de tortilla con tomate, mientras viene mi amá.

¿Mi amá?¡Pos claro que trabaja! ¿no liabía dicho? Sí, chambea en un restorán que se llama La Granja. Ándele, ese mero, el questá yendo pa Navolato ¿tá lejos verdá? ah, y ni pedo, tiene que jalar; si no ¿con qué tragamos pues?

¿Mi apá? No maistro, mi apá no lace. Mire, trabaja dos o tres días a la semana, y eso cuando hay chamba. Es albañil. No, no es maistro, él no pega ladrillos; él nomás bate la mezcla y la grava. Ándele pues, es pion de albañil. La mera neta gana muy poco, casi nada, y luego se queda en el expendio de la Catorce y ya cuando llega a la casa no trai más que la pura viada. Mi jefa ya ni liace caso a sus borracheras, ¿pa qué, pues, si de todos modos no deja el vicio? Ni siquiera agarra londa porque seguido lo llevan muy malo al Hospital Civil. El doctor le dice que lígado se le va a reventar por borracho pero mi apá lo mandó a la chingada: Dice que’l pinche doctorcito sabe madre de lígado, que a él nunca lia dolido.

También le dijeron, allá en el Centro de Salú, que las manchas que le salen en el cuerpo son por la cerveza. ¡Ai tiene, pa que vea, eso sí se lo creyó! Y es que la neta, parece que tiene jiricua. Tá todo pinto. Más feo que sí tuviera jiotes. Primero se bañaba con el jabón del Tío Nacho, después con el del Perro Agradecido; ándele, si hasta criolina se puso. Las manchas nomás se le ponían más coloradas, como la jiricua, pues. Luego quedaban amarillentas. Se ve gacho mi apá. Ques alérgico le dijo el doctor. Por eso le recetó unas pastillas, pero se las toma nomás cuando se acuerda, y el día que quiere pistiar no se las toma. Dice que pa nuacerle contra y se vaya a quedar pinto. ¡Ire, pues mi apá, con lo que sale!

Mi hermana la más grande, la que está panzona, le ayuda a mi amá más que mi apá. Así panzona como está se pone a lavar y planchar ajeno. Se llama Carmela y onque está panzona lace de cochi con maldiojos, pues. Mire si no, le daban chamba de gata en Villa Universidad y no quiso jalar; dijo que chale con esonda. Quiapoco por cuatro mil ochocientos pesos mensuales y la comida sibajoder tanto. Y pos a lo mejor tiene razón ¿qué no? Pero como quiera que me la pongan, cuatro mil ochocientos varos sirven dialgo. Pior es nada. ¿Usté cómo la ve maistro?

 

Pos como quiera que sea, ay la vamos pasando, un día con otro va saliendo el refine: un día tragamos con la feria que le queda a la Carmela de las lavadas; no maistro, es poca, no se crea. Y es que la cabrona traga muchas cocas con gansitos, y es que dice que con la panza le dan muchos antojos, pero es pura mentira porquiantes de panzonaerse ya tragaba un chingo de fregaderas desas. Y luego con lo caro questán los pinches refrescos: pos ya ve quia dieciséis varos los da el viejito delesquina. Pos sí, ya sabemos que en todas partes los dan a 14 pesos, pero el viejito dice quiasí los va seguir dando porque él vende muy poco y porque al rato van a subir y así la raza pos ya se va acostumbrando.

Bueno pues; la feria de mi carnala, luego la de los plebes: dos pesos por periódico nues mucha. Y encima hay que descontar los camiones. ¿Será cierto que les van a subir otra vez? Ya ni la friegan Maistro. Pos si de veras que no sirven: tan todos viejos y pasan cada año. Pero ni pedo, hay que aguantar vara. Aparte de los camiones, hay que quitar la coca y las papitas que se echan pa’ calmar lambre porque se van sin tragar. Pos ¿quién les va hacer maistro? ¿no ve que mi amá se va tempranito junto con ellos? Oscura la mañana, ai tan parados. Parecen duendes esperando El Mirador que pasa como a las cinco de la mañana: un frillazo quiace. ¿Cuál suéter maistro? se van a raiz pelón y sin tragar ¿simagina? Pero nuay bronca, tan curtidos. Ya ni les hace. Tiemblan y tiemblan, pero se aguantan cotorriándola.

Lo que si nos agüita es quia mi jefa la quieren correr de la chamba. Dicen que tá muy vieja y que ya no da los kilos, pero no se crea Maistro, ella es bien chambiadora: ¿ya ve lora en que se va y lora en que regresa? De las cinco de la mañana a las nueve de la noche: ándele pues, si estuviera vieja y ya no diera los kilos ¿cuándo aguantaba esa friega? No pos sí, ya sé que tiene más de cincuentaños, pero no liace Maistro, mi jefa chambea desde quera plebe. Allá en el rancho sibal tomate bien tempranito, por eso le digo que está curtida. No, Maistro, a lo mero macho que primero camino yo a que mi jefa se doble.

Pero si la corren pos a ver como liacemos, tamos viendo si la Carmela puede entrar por mi amá, pero esta cabrona no sabe guisar nada; ni las sopas de tortilla sabiacer, se le queman Maistro, no le digo ques rebruta pues. Puro lavar y planchar, de lo demás cero, y ni modo que ensaye haciendo comidas en la casa ¿con qué pues? si lo mejor que tenemos es frijol, y no siempre. Yo mimagino que en ese restorán ha de ir pura raza de catego ¿pos qué jodido se va a ir a comer tan lejos, pues? pos apenas los que tienen carro: y esa es gente de catego, maistro, gente que gana bien y tienen casa y carro y cheque segurito y hasta una feria en el banco.

Oiga Maistro, esa gente que tiene mucha feria ¿cómo liaría pa juntarla? trabajando tá duro ¿verdá? Los únicos ricos de los que habla la raza son los ganaderos, los agricultores, los narcos y los del gobierno; ah, no y también los Coppel y los Ley que tienen un chingo de lana. No, Maistro, pos si yo agarro londa: ya sé que la feria llama la feria. Pero yo no digo deso, yo digo de cómo empezaron a juntarla, ándele pues: éstos la heredaron, ¿pero y los otros, Maistro, los primeros? ¿esos cómo licieron? Digo, pacerle igual nosotros ¿qué no?

Maistro, y porqué ya no siace rica la gente. Nomás ellos; más y más ricos y nosotros más y más jodidos. ¡Chingado, si yo pudiera caminar, le buscaba la forma! Elo madre que robara o vendiera droga pero la neta que miacía rico. No maistro, con feria queliace que sea ratero o matón Maistro: todo mundo lo respeta y lo tratan de Usté ¿o a poco no? Pero nosotros no podemos robar a gusto como ellos: si robamos un méndigo carro nos echan varios años al bote y ellos se roban millones y millones como si nada. Cada rato salen en la tele y en los periódicos. Yo los leo cuando les sobran a mis carnalillos. Sí, gente del gobierno, roban y nuay bronca.

Sabe Maistro, antes de que se vaya le vua contar algo; mi apá quiere asaltar un banco junto con unos batos quiacaban de salir de la Peni: ellos dicen que tá fácil, que ya tienen controlado a un cajero y al poli que cuida la entrada. Yo los oí lotra noche que mi amá y los plebes se fueron al velorio del Panchillo. Taba medio dormido y entre sueños los sentí entrar. Aquí merito se sentaron. Taban pistiando y uno dellos le dio dos pistolas a mi apá . Dijeron que se las habían bajado a unos veladores de una construcción de una plaza. Pos sí pues, a chingadazos, ni modo que prestadas. Ai tan guardadas atrás del altar, metidas entre las jabas que sostienen a los santos de mi amá; tan envueltas en trapos pa que no les caiga polvo.

Mi apá decía quía lo mejor se rajaba el poli. Los batos dijeron que pobre del, porque lo quebraban. La neta maistro, yo me di cuenta que mi apá como que le sacaba al bulto, pero ni pedo, ya se metió y ora tiene que jalar porque si no esos batos si se lo chingan a él. Ya sé questá grueso pero ¿quiacemos Maistro? lambre es cabrona y es más cabrón aguantarla.

Mi apá no creo que se anime porque es reteborracho y miedoso, y pa meterse en una bronca desas hay que tenerlos bien gordos, por eso digo que no le veo fachada, pero si yo pudiera caminar, mire, le juro por esta cruz bendita que yo si lentraba a ese jale ¡Por Dios Santito que sí!